Reseña de la película Vitus

La película que analizaremos trata de un pequeño llamado Vitus, quien era un niño prodigio, con un alto nivel de coeficiencia intelectual.

Vitus, no concurre a escuelas con niños de su edad, sino que debido a su inteligencia asiste a grados más elevados. Desde muy pequeño toma clases de piano, de las cuales se denota su interés, y también se destaca por jugar al ajedrez con una gran destreza.

En el festejo de su primer cumpleaños, su madrina (astrologa) elabora una predicción en cuanto a su personalidad y futuro, la cual es escuchada por todos los invitados pero especialmente atendida por sus padres, los cuales se mostraron muy interesados por esas palabras. En base a esto, sus padres van a comenzar a tener mayores expectativas en cuanto al futuro de Vitus, y comenzarán a darle un lugar determinado en su familia. En esta escena se puede apreciar la presencia del “mito familiar” que se articula al concepto de significantes y deseos de los padres. En base a esto, sus progenitores comenzaran a trabajar de manera que el niño tendrá que apropiarse de los significantes que lo determinan, es decir, aquellas palabras que recaen sobre él y determinan el lugar que va a ocupar en su familia.

A partir de esto y teniendo en cuenta el gran talento de Vitus, sus padres optan por mandarlo a un colegio de música, por considerar que la profesora anterior no estaba capacitada para seguir dándole clase a su hijo, sin tener en cuenta la opinión del niño, quien apreciaba mucho a su docente. Citando este plano, como uno de los varios episodios que se pueden observar en la película, se puede distinguir la “sujeción” al deseo de sus padres, quienes le imponen al niño que hacer.

Poco a poco, se aprecia con más frecuencia como su madre influye en sus lecciones de piano, la misma decide dejar su empleo para dedicar mayor tiempo al “cuidado” de su hijo. Esta situación la lleva a obsesionarse por convertir a su hijo en un ser prodigio, y a través de él lograr tener un reconocimiento social. En esta situación se evidencia la “alienación”, que es el periodo donde el niño y la madre entran en un momento de simbiosis, de unidad, y donde el niño va a completar el deseo de su madre, convirtiéndose en un lugar de objeto.

Ante a estas situaciones, Vitus comienza a sentirse bombardeado constantemente por sus padres, sus maestros y  mentores; todos quieren que él actúe como ellos creen que debe actuar. La única excepción es su abuelo, comprensible y compañero, en quien el niño puede confiar durante las visitas que le hace a su casa. Él le enseña a disfrutar de las cosas sencillas de la vida, a ser libre aunque ello implique algunos riesgos, a apostar a sus sueños y a las cosas que le gustan. Vitus tendrá presentes estas palabras, lo que lo llevará a construir un deseo propio, ya que comienza a darse cuenta de que lo que antes realizaba por mero placer, ahora lo hacía para poder conformar a su madre.

Para poder llevar a cabo la “separación” en el deseo del Otro, Vitus tiene un accidente planificado y después de esto, fingirá ser un “niño normal”, donde él pueda realizar sus propios intereses, intentando cortar el vínculo de dependencia con su madre, a la cual le resultó difícil aceptar la repentina pérdida de inteligencia de su hijo.

Gracias a la influencia de su abuelo, que en este caso actuó como la tercera persona para que se produzca dicha separación, Vitus pudo separarse del deseo de su madre para desarrollar sus propios intereses, y de esta manera lograr construir su propia “subjetividad”, es decir la construcción de sus propios deseos, donde ya no ocupará el lugar de objeto. 

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