SEGURIDAD PÚBLICA NACIONAL 49

SEGURIDAD PÚBLICA NACIONAL        49

A principios del siglo xix. Benjamín Constan!, liberalísta francés decía: "que la policía sólo era una de las tres partes de la fuerza armada o tropa en sentido militar". La idea de este liberal ubica a la gente a salvaguardar que realiza la triste función de perseguir a sus semejantes no es otra que la tropa destinada a reprimir los delitos", por ello, se afirma que siendo ésta una visión clásica, liberal, replantea una versión eminentemente triunfadora en el esquema de seguridad pública, en otras palabras como una nueva versión instrumental, militarista de mantenimiento del orden público que teniendo en claro la función del sistema policial no se detiene en analizar o trabajar teóricamente dicha función.

Hasta hace apenas algunos años prácticamente no se manejaba nada en nuestra carta magna respecto de la institución policial ahora con las reformas establecidas en el artículo 123, de marzo del presente año, se establece la carrera policial en dicha disposición, sin embargo, su ausencia técnico teórica legalista o en su caso de un tratamiento jurídico tanto de la policía como de la seguridad pública, deben ser catalogadas como derechos o garantías individuales, partiendo de esa visión especial de los liberales del siglo xix y que en cierta forma se retoma con los constituyentes de 1917; ello no debe ser obstáculo para su avance, no debe convertirse en el mal necesario, o como una simple instrumentación en un estado de derecho, sino más bien en el hecho de adiestrarnos en el contexto epistemolóstico del conocimiento de esas instituciones, pero siempre matizados con el carácter de defensores de los derechos y libertades dei hombre y del ciudadano, lo que significa dentro de este pensamiento moderno, el nuevo derrotero del pensamiento democrático hacia las garantía o derechos constitucionales en beneficio de la colectividad.

La seguridad pública, no sólo debe catalogarse como asunto policial ni mucho menos de carácter ideológico o político, sino como un fenómeno social cuyo diagnóstico y tratamiento está entrando ya en la etapa de la modernización ético política y jurídica de nuestro país, ya que esta transición de modernidad tiene su eficacia en el contexto social de esas libertades y derechos ante el poder de los gobernantes; consecuentemente seguridad pública moderna es aquella opción de eficacia a favor de los gobernados y no de los gobernantes.

Concluiría manifestando, que dentro de este periodo, de un Estado moderno liberal, la semántica jurídica, política y social de ¡a seguridad en todo país o nación democrática, "no son sino el conjunto de los derechos fundamentales de ciudadanos, sustraídos o arrancados de la propia declaración de los derechos del hombre y ciudadanos, cuando el artículo 12 señala. "La garantía de ios derechos del hombre y ciudadano necesitan de una fuerza pública" y esta fuerza pública hoy día debe entenderse como la eficacia y genemonía de la policía moderna cuyo fin y objetivo

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