Salud Mental
PaaoArevalo117 de Noviembre de 2014
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SALUD MENTAL
La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales. Se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La salud mental incluye también la salvaguarda del bienestar psíquico de las colectividades. Para ello, hay que conocer cuáles son las condiciones psicológicas y sociales más aptas para lograr este desarrollo en una comunidad concreta y qué orientación y enfoque son los más adecuados y para actuar dentro del juego de fuerzas afectivas e intelectuales, individuales y colectivas en que se mueve la persona, en todas las fases de su desarrollo, especialmente en aquellas que pueden resultar más críticas: embarazo y parto, épocas de la niñez o de la adolescencia, tercera edad, etc.
Dentro del estilo saludable de vida que nos ocupa tiene un puesto importante el bienestar psicológico como expresión de salud mental, sus rasgos esenciales denotan a su vez una característica que los engloba y es como su culminación: la madurez psicológica.
El bienestar psicológico está determinado por ciertas características:
• Autoaceptación: valoración positiva de uno mismo y de la vida pasada.
• Dominio Ambiental: capacidad para mantener afectivamente la vida y el ambiente propios.
• Relaciones positivas con otros: presencia de vínculos interpersonales de alta calidad.
• Propósito en la vida: creencia en que la propia vida tiene un objeto y es significativa.
• Crecimiento personal: sentimiento de desarrollo y crecimiento personal.
• Autonomía: sentido de autodeterminación.
MADUREZ PSICOLÓGICA
El hombre se encuentra continuamente con acontecimientos vitales que pueden ser positivos o negativos. Los primeros tienden a producir primariamente sensaciones de rabia, frustración, tristeza, depresión, temor, incertidumbre, soledad. Los positivos, alegría, satisfacción, optimismo, serenidad. La madurez consiste fundamentalmente en el aprendizaje de una respuesta personal ante esos acontecimientos.
Características de la madurez psicológica:
• La madurez como autorrealización: para la psicología humanística, una persona madura es aquella que logra o se encuentra en vías de lograr la máxima realización de las potencialidades únicas e irrepetibles de la persona, de todo lo que esa peculiar persona puede llegar a ser.
• La madurez como salud mental positiva: es el ideal de salud que implica no solo la ausencia de síntomas (de trastorno mental) sino un funcionamiento positivo deseable. El conseguir que las personas sean maduras, desde el punto de vista cognitivo-comportamental, debe constituir el objetivo de todo programa de salud mental. Las personas maduras no son solo saludables, sino también autoeficaces en la promoción de la salud.
Características de las personas con salud mental positiva:
• Adecuado nivel de logro y aspiración.
• Percepción realista del mundo.
• Balance emocional.
• Funcionamiento socioafectivo integrado.
• Ajuste social satisfecho.
• Sentimiento de utilidad.
• Adecuado nivel de autoestima y autoeficacia.
DSM-IV.
MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES (de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría)
Contiene una clasificación de los trastornos mentales y proporciona descripciones claras de las categorías diagnósticas, con el fin de que los clínicos y los investigadores de las ciencias de la salud puedan diagnosticar, estudiar e intercambiar información y tratar los distintos trastornos mentales. Por esto, no tiene la pretensión de explicar las diversas patologías, ni de proponer líneas de tratamiento farmacológico o psicoterapéutico, como tampoco de adscribirse a una teoría o corriente específica dentro de la psicología o de la psiquiatría.
La utilidad y credibilidad del DSM-IV exigen que se centre en objetivos clínicos, de investigación y educacionales, y se apoye en fundamentos empíricos.
Una concepción errónea muy frecuente es pensar que la clasificación de los trastornos mentales clasifica a las personas; lo que realmente hace es clasificar los trastornos de las personas que los padecen.
El DSM-IV debe poder usarse en diferentes situaciones: pacientes ingresados, pacientes ambulatorios, hospital de día, psiquiatría de enlace, consulta privada y asistencia primaria. Se trata también de un instrumento necesario para poder llevar a cabo y dar a conocer estudios estadísticos sobre salud pública. Afortunadamente, todos estos usos son compatibles.
Diagnóstico a través del DSM-IV
El DSM-IV es una herramienta de diagnóstico que propone una descripción del funcionamiento del paciente a través de 5 «ejes», con el objeto de contar con un panorama general de diferentes ámbitos de funcionamiento:
Eje I: Se describe el trastorno o trastornos psiquiátricos principales o sintomatología presente, si no configura ningún trastorno. (Por ejemplo: trastorno depresivo, demencia, dependencia de sustancias, esquizofrenia, fobia social, fobias específicas, hipocondrías, etc.).
Eje II: Se especifica si hay algún trastorno de personalidad en la base (o rasgos de algún trastorno), algún trastorno del desarrollo o retraso mental (por ejemplo, trastorno de personalidad limítrofe, retraso mental moderado, etc.).
Eje III: Se especifican otras afecciones médicas que puede presentar el paciente.
Eje IV: Se describen tensiones psicosociales en la vida del paciente (desempleo, problemas conyugales, duelo, etc.).
Eje V: Se evalúa el funcionamiento global del paciente (psicológico, social y ocupacional), a través de la EEAG (escala de funcionamiento global).
El DSM es el sistema de clasificación de trastornos mentales con mayor aceptación, tanto para el diagnóstico clínico como para la investigación y la docencia y es importante tener presente que siempre debe ser utilizado por personas con experiencia clínica, ya que se usa como una guía que debe ser acompañada de juicio clínico además de los conocimientos profesionales y criterios éticos necesarios.
CIE-10
CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES, DÉCIMA VERSIÓN
Es el acrónimo de la Clasificación internacional de enfermedades, décima versión correspondiente a la versión en español de la (en inglés) ICD, siglas de International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems) y determina la clasificación y codificación de las enfermedades y una amplia variedad de signos, síntomas, hallazgos anormales, denuncias, circunstancias sociales y causas externas de daños y/o enfermedad.
La CIE fue publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se utiliza a nivel internacional para fines estadísticos relacionados con morbilidad y mortalidad, los sistemas de reintegro y soportes de decisión automática en medicina. Este sistema está diseñado para promover la comparación internacional de la recolección, procesamiento, clasificación y presentación de estas estadísticas. La CIE es la clasificación central de la WHO Family of International Classifications (WHO-FIC) (en español, la Familia de Clasificaciones Internacionales de la OMS).
La CIE-10 constituye uno de los estándares internacionales más usados para elaborar estadísticas de morbilidad y mortalidad en el mundo.
El propósito de la CIE es permitir el registro sistemático, el análisis, la interpretación y la comparación de los datos de mortalidad y morbilidad recolectados en diferentes países o áreas, y en diferentes momentos. La clasificación permite la conversión de los términos diagnósticos y de otros problemas de salud, de palabras a códigos alfanuméricos que facilitan su almacenamiento y posterior recuperación para el análisis de la información.
La CIE puede utilizarse para clasificar enfermedades y otros problemas de salud consignados en muchos tipos de registros vitales y de salud. Originalmente su uso se limitó a clasificar las causas de mortalidad tal como se mencionan en los registros de defunción.
Estructura básica y principios de clasificación con la CIE-10
La CIE-10 es un sistema de clasificación de eje variable. Su estructura se ha desarrollado a partir de la propuesta por William Farr en la época en que comenzaron las discusiones internacionales sobre la estructura de una clasificación. Su esquema fue que, para todos los propósitos prácticos y epidemiológicos, los datos estadísticos relativos a las enfermedades debieran agruparse de la manera siguiente:
Enfermedades epidémicas
Enfermedades constitucionales o generales
Enfermedades localizadas ordenadas por sitios
Enfermedades del desarrollo
Traumatismos.
TRASTORNOS MENTALES
Las enfermedades mentales son alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. Se puede tratar de alteraciones en el razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la vida.
Concepto.
El concepto enfermedad mental aglutina un buen número de enfermedades de muy diversa índole, por lo que es muy difícil de definir de una forma unitaria y hay que hablar de cada enfermedad o trastorno de forma particular e incluso individualizada ya que cada persona puede sufrirlas
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