Sigmund Freud
asr080886Informe12 de Diciembre de 2011
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FREUD
DOS HIPOTESIS FUNDAMENTALES
El psicoanálisis es una disciplina científica que Sigmund Freud inicio hace unos sesenta años.
Abarca tanto el funcionamiento mental normal como patológico, consiste en el tratamiento de las personas mentalmente enfermas o perturbadas.
Dos de tales hipótesis que han sido sobradamente confirmadas son el principio del determinismo psíquico o casualidad (el sentido de este principio es que en la mente como en el mundo físico, nada ocurre por casualidad o a la aventura) y la proposición de que la conciencia es más bien un atributo excepcional y no regular de los procesos psíquicos (para expresar esta afirmación podríamos decir que de acuerdo con la teoría psicoanalítica, los procesos mentales inconscientes son de frecuencia e importancia extraordinaria en el funcionamiento mental tanto normal como anormal).
Freud comprendió con la ayuda de su nuevo método, la importancia de los procesos inconscientes en l vida psíquica de todo individuo, mentalmente sano o enfermo.
En 1885, Freud había ido a Paris, donde estudio durante varios meses en la clínica de Charcot. Se familiarizo con la hipnosis como método para descubrir los síntomas histéricos y para prescribir su tratamiento así como con el síndrome de histeria, tanto como petite que Charlot había delimitado.
Freud hallo que la hipnosis no es tan fácil de ser inducida; que los buenos resultados propendían a ser transitorios y que algunas de sus pacientes femeninas se sentían sexualmente atraídas hacia él durante el curso del tratamiento hipnótico, hecho que a él le resultaba poco agradable.
Freud arguyó, sobre dicha base, que el también debía ser capaz de borrar la amnesia histérica sin hipnosis, y se aplico a hacerlo. Desde estos comienzos desarrollo la técnica psicoanalítica, cuya esencia consiste en que el paciente decide comunicar al psicoanalista todos los pensamientos que asomen a su mente, sin excepción, cuidándose de no ejercer sobre ellos una orientación consiente o una censura.
Al considerar los fenómenos mentales inconscientes, Freud dividió dos grupos: el primero comprendía pensamientos, recuerdos, etc., que con facilidad podían hacerse consistentes por un esfuerzo de la atención. Tales elementos psíquicos tienen fácil acceso a la consciencia y Freud los denomino pre conciencia, consiente; el grupo más interesante de los fenómenos inconscientes, sin embargo comprende aquellos elementos psíquicos que solo pueden adquirir conciencia por la aplicación de esfuerzo considerable lo llamo inconsciente.
LAS PULSIONES
En la psicoanalítica también se le llama instintos, lo que llamamos pulsión, entonces es un constituyente psíquico, genéticamente determinado que, cuando actúa, produce un estado de excitación psíquica o como se dice a menudo, de tensión. La excitación o tensión impele al individuo a una actividad que también está determinada genéticamente en forma general, pero que puede alterarse considerablemente por la experiencia individual. Esta actividad debe llevar a algo que podemos llamar cesación de la excitación, tensión o gratificación. La primera seria la terminología más objetiva y la ultima, la subjetiva.
El atributo que poseen los impulsos de instigar al individuo a la actividad, le resulto a Freud análogo al concepto de energía física. Freud utilizo la palabra catexia como la cantidad de energía psíquica que está orientada hacia o unida a la representación mental de una persona o cosa. Es decir, que la pulsión y su energía se consideran como fenómenos puramente intrapsiquícos.
Freud en 1920 propuso responder de los aspectos instintivos de nuestra vida mental suponiendo la existencia de dos pulsiones, la sexual y la agresiva. En todas las manifestaciones incisivas que podemos observar, normales o patológicas, participan ambas pulsiones, la sexual y la agresión. Para empelar la terminología Freud, las dos pulsiones están habitualmente fusionadas aunque no necesariamente en cantidades iguales.
En nuestra teoría actual distinguimos la sexual o erótica (libido) y la agresiva o destructora (agresión).
LA PULSION SEXUAL O ERÓTICA
Freud describió la secuencia típica de las manifestaciones de la pulsión sexual desde la infancia y la dividió en tres ensayos sobre la sexualidad:
Durante el primer año y medio de vida: sus deseos, así como sus gratificaciones, son primordialmente orales.
En el año y medio siguiente: el ano se constituye en el lugar más importante de tensiones y gratificaciones sexuales, junto con la expulsión y retención de heces.
En el tercer año de vida comienza por los genitales, el pene es el objeto principal de interés de el niño de uno y otro sexo. El segundo lugar, consideramos que el órgano de la excitación y el placer sexual en la pequeña durante este periodo es el clítoris. Estas son entonces, las tres etapas de desarrollo psicosexual en el niño, oral, anal y fálica, la última de las cuales penetra la parte de organización sexual adulta en la pubertad.
De acuerdo con nuestras teorías hay un flujo de libido de objeto y de uno a otro modo de gratificación durante el curso de desarrollo psicosexual.
La persistencia de la catexia libidinal de un objeto de la infancia o de la niñez en la vida posterior se le llama fijación de la libido, puede ser inconsciente total o parcialmente, también puede producirse un reflujo determinado regresión. La regresión instintiva señala el retorno a un modo u objeto primitivo de gratificación. Suele ser a un objeto o modo de gratificación al cual el individuo ya está fijado.
La descarga de la tensión agresiva ¿también ocasiona placer? Freud piensa que no (1920).
EL APARATO PSIQUICO
Freud construyo un modelo del aparato psíquico en la interpretación de los sueños en 1900, lo describió similar a un instrumento óptico compuesto como un telescopio o un microscopio, que está constituido por muchos elementos en forma consecutiva.
Una parte del aparato reaccionaba a estímulos sensoriales; otra parte, estrechamente relacionada al activarla producía el fenómeno de la conciencia; otras almacenaban los trazos del recuerdo y los reproducían y así sucesivamente.
Freud hizo un nuevo intento de establecer una topografía de la mente mediante la visión de sus contenidos y operaciones sobre la base de que fueran o no consientes. En esta formulación distinguió tres sistemas mentales que denomino inconsciente (no define en nada esencial de lo que puede ocurrir en la consciencia en un momento cualquiera. Sus elementos pueden hacerse conscientes por un simple esfuerzo de atención), preconsciente (no son conscientes difieren del primero en que no pueden hacerse conscientes por un simple esfuerzo de la atención) y consciente.
Fue sobre esta base funcional como Freud diferencio entre los dos sistemas que denomino ICS y Pcs. A los contenidos y procesos psíquicos impedidos para alcanzar la conciencia los llamo ICS; a los que se podían alcanzar la conciencia mediante un esfuerzo de la atención, los llamo Pcs. El sistema Cs designo, claro lo que era consciente en la mente.
Así propuso una nueva hipótesis con respecto a los sistemas mentales (Freud 1923), y se le conoce como hipótesis estructural, se asemeja a sus predecesoras en que intenta agrupar procesos y contenidos mentales que están relacionados funcionalmente y distinguir entre los diversos grupos sobre la base a diferencias funcionales. Cada una de las estructuras mentales que Freud propuso en su nueva teoría es en realidad un grupo de procesos y contenidos mentales que están relacionados unos con otros funcionalmente y entre los cuales considero la existencia de tres, que denomino el ello, el ego y el superego.
El ello abarca las representaciones psíquicas de las pulsaciones; el ego consiste en aquellas funciones que tienen que ver con la relación con el medio social, y el superego comprende de los preceptos morales de nuestra mente, así como nuestras aspiraciones ideales.
Vale la pena decir ni el ego ni el superego, se desarrollan sino hasta algún tiempo después del nacimiento.
Los estudios de Freud le llevaron a afirmar que la diferenciación del superego no se inicia sino hasta los cinco o seis años y que es probable que no quede firmemente establecida hasta varios años después quizá no antes de los diez u once años. Por otra parte, la diferenciación del ego comienza alrededor del sexto u octavo mes de vida y queda bien establecida a la edad de dos o tres años.
En la infancia la actitud del pequeño es muy simple y eminentemente practica: ¡denme lo que quiero! o ¡hagan lo que quiero! la única importancia subjetiva para el niño es la de ser una fuente posible de gratificación o descarga para sus deseos, necesidades y tensiones psíquicas que surgen de sus pulsaciones y que constituyen el ello, lo negativo es decir el ambiente también resulta importante como posible fuente de dolor o incomodidad, en cuyo caso el niño, lógicamente trata de evitarlo.
Todas las funciones del ego (control motor, percepción, memoria, afecto y pensamientos) comienzan en una forma a preliminar y primitiva y solo evolucionan gradualmente a medida que el niño crece. Y los factores responsables del desarrollo progresivo se pueden dividir en dos grupos. El primero de ellos es el crecimiento físico, que en este caso significa primordialmente el desarrollo del sistema nervioso central determinado por razones genéticas y el segundo es el de la experiencia o si se prefiere los factores experienciales.
Uno de los aspectos de la experiencia considerado por Freud (1911) de fundamental importancia en
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