TEORÍAS AXIOLÓGICAS ACERCA DE LOS VALORES
braz93Examen12 de Diciembre de 2013
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TEORÍAS AXIOLÓGICAS ACERCA DE LOS VALORES
Existen fundamentalmente dos posturas o teorías axiológicas: el subjetivismo y el objetivismo axiológico, frente a los cuales afirmamos la objetividad y subjetividad de los valores.
Como se ha dicho, la axiología es la disciplina encargada del estudio del valor, de su naturaleza y esencia, así como de los juicios de valor. Esta disciplina comienza como tal en la segunda mitad del siglo XIX, aunque tiene precedentes remotos en la antigüedad griega y en la modernidad.
EL SUBJETIVISMO AXIOLÓGICO
Lo apoya la constatable diversidad de creencias, gustos y valores. Nos aturde esta ineludible pluralidad y ello nos tienta a decantarnos por un relativismo cuya versión mejor argumentada la tenemos en el subjetivismo axiológico. Éste defiende que el que algo se considere valioso depende de la impresión que origine en el individuo, de ahí que se vea sujeto a las condiciones del momento histórico, personales, etc.
El valor no es absoluto, sino relativo. En realidad, habría tantos valores y sistemas de valores como sujetos. De esta idea parten dos concepciones, que pasamos a caracterizar brevemente:
El valor como experiencia subjetiva
La defiende la Escuela Austriaca y de Praga. Sus representantes principales son Alexius Meinong, Cristian Ehrenfels y John Dewey, cuyas ideas se pueden sintetizar en que, independientemente de si el valor nace del agrado o del deseo, siempre residirá en la reacción subjetiva de agrado ante un objeto existente o posible. Todos ellos esgrimen una concepción subjetivista y relativista del valor, basando éste en el interés, emotividad o deseo que produce.
El inconveniente de esta concepción subjetivista es la eliminación de la obligatoriedad universal de someternos a normas no acordes con los propios intereses. De este modo, implicaría un peligroso “todo vale". Pero, desde un enfoque también subjetivista, la Escuela Neokantiana trata de corregir este peligro y realiza una aportación diferente, matizando que el sujeto puede ser la propia especie humana, la totalidad de sus individuos. Esto, como indica el propio nombre de la Escuela, hunde sus raíces en el idealismo kantiano. Lo exponemos a continuación.
Características del Subjetivismo Axiológico:
1. Los valores existen en si por sí.
2. Como entidades absolutas he independientes no necesitan ser opuestos en relación con los hombres de la misma manera que tampoco necesitan relacionarse con las cosas.
3. El hombre puede mantener diversas relaciones con los valores.
4. Pueden variar históricamente las formas de relacionarse hombres con los valores incluso ser ciegos para percibirlos en una época dada.
ÉTICA SUBJETIVA
La premisa fundamental de la ética subjetiva radica en que la valoración y verdad de cada uno de los juicios morales que establece cada individuo o colectividad son valoraciones más o menos arbitrarias frente al bien y al mal que son los temas éticos por excelencia. Es decir, cada individuo pude opinar acerca de los temas éticos, establecer un juicio que puede ser contrario o contradictorio con el juicio de otro individuo sobre el mismo tema.
El principio más importante sobre el cual se funda es el principio de la autonomía del sujeto en cuanto a sus valoraciones morales. Un sujeto con los elementos de juicio suficiente y con una razón bien educada y perfilada, puede juzgar las actuaciones como buenas y malas según su propio criterio subjetivo.
Es decir que la valoración puramente subjetiva en la cual, no viene de los actos mismo sino de una valoración puramente subjetiva en la cual, no intervienen elementos objetivos. Cada individuo tiene sus propios percepciones y sensaciones de las cosas, que puede diferir de las de otro individuo, por ello la valoración moral es puramente individual, ya que nadie puede sentir lo que siente otra persona, en cuanto a su percepción moral. En síntesis, el bien y el mal se hayan referidos a su estimaciones individuales.
Existen pues, dos clases de éticas subjetiva: una que considera el individuo como el que juzga de forma única en individual los actos morales, y otra de carácter colectivo o social. Esta última vertiente de la ética subjetiva apunta más a referir las apreciaciones morales a o conjunto de individuo, es decir, a una determinada sociedad, tanto espacial como temporalmente. En este sentido cada sociedad según su situación geográfica y/o histórica determina, dentro de su conjunto de valores, que cosas son buenas y que cosas son malas según sus propias creencias, su tradiciones, su cultura y estas estimaciones puede diferir radicalmente entre una sociedad y otra, ya que son apreciaciones de cada una de las sociedades individuales concebidas dentro de un texto especifico.
Se puede identificar el surgimiento de este tipo de concepción ética en la modernidad en el marco de la filosofía empírica inglesa, no obstante tenemos un antecedente importante en Grecia con el filósofo Sofista Protágoras, de quien se dice, acuño la frase “el hombre es la medida de todas las cosas”. Esta frase con su contenido filosófico y lo que ella trae implícito se puede interpretar como el origen de la ética subjetiva. En esta frase podemos interpretar que cada individuo puede valorar las cosas de una manera particular, cada individuo es la medida de todo real.
Pero el origen en sí de la ética subjetiva se rastrea en la modernidad, tanto inglesa, como continental. Ambas modernidades se puede identificar fundamentalmente en que los grandes descubrimientos en el campo de las ciencias naturales y sociales. La revolución industrial y los avances científicos presagiaban en triunfo de la razón no solo para conocer a la naturaleza sino para dominarla como ya lo había dicho atrás Descarte. La razón es capaz de conseguir todas las cosas, desde avances científicos hasta una tica basada única y exclusivamente en ella y en la subjetividad plenamente concebida: La ética Subjetiva. En este contexto, un contexto de gran entusiasmo por los alcance de la razón humana para mejorar las condiciones de vida de las personas, para conocer la realidad y dominarla, un contexto de antropocentrismo, es el punto de partida de la ética propiamente subjetiva.
Desde la perspectiva de la ética subjetiva, el bien debe entenderse como aquello que cada persona considera que lo enriquece o le hace provecho, no es un concepto único objetivo, sino que puede existir pluralidad de bienes según cada individuo o constructo social, hasta estos bienes pueden ser contradictorios unos con otros según distintas consideraciones. De aquí se desprende que los valores son relativos a cada persona y a cada sociedad, su determinación es una construcción cultural propia de cada raza, de cada comunidad o de cada individuo, en este sentido, no hay una escala de valores universal para toda la humanidad.
La libertad es el centro de la ética subjetiva. Si queremos realizar juicios de valor con todo conocimiento y de una manera madura, es necesario cultivar el ejercicio de la razón para lograr el poder de discernimiento necesario para, desde mi propia subjetividad, entender los valores de lo bueno y lo malo con mayores elementos y en síntesis, hacer uso de la libertad. La libertad como autonomía absoluta de un individuo que se auto determina y autolegisla, que se dice a si mismo que es lo bueno u que es lo malo, que es capaz de comprender estos conceptos y vivir bien, se convierten en una persona autónoma, en una persona verdaderamente libre.
El deber puede considerarse como uno de los grandes universales de la ética subjetiva. Si de manera individual consideramos las cosas buenas y malas, es necesario que haya un compromiso para realizar las cosas buenas que consideramos individual o socialmente, este compromiso se da por el deber hacer las buenas, por el sentido del deber, no por uno objetivo, sino por un sentido del deber subjetivo.
De aquí desprende la concepción de virtud, que está muy asociada, en la ética subjetiva, con el deber moral. Las virtudes dependen también de las consideraciones individuales de las cosas, son consecuciones de una fuerte mentalidad asociada con la razón, nos ayuda a autodeterminarnos.
Subjetivismo ético yo soy el único criterio de moralidad. Mi conciencia es la medida de todos mis actos. Los bueno lo malo no tiene fundamentos objetivo. El deseo es la medida de valor, no el valor de medida del deseo, no deseo algo porque es bueno, sino que es bueno porque lo deseo. La conciencia crea las normas, no las normas regulan o crean la conciencia.
SUBJETIVO
Se dice de lo basado en sentimientos personales como la intuición, y no en la observación o razonamiento, y que puede ser influenciado por ideas previas. Que viene más de dentro del observador que de las observaciones del universo externo.
EL SUBJETIVISMO EN LA ETICA
El subjetivismo ético es la idea de que nuestras opiniones morales están basadas en nuestros sentimientos y nada más. Desde esta perspectiva, no existe algo, “objetivamente” correcto o incorrecto.
El subjetivismo ético es cuando hay opinión moral que viene directamente y solamente de los sentimientos. Es cuando lo objetivo desaparece. Todo esto empezó con Humee cuando establece que la moral es cuestión de sentimiento.
La primera etapa del subjetivismo, (subjetivismo simple) creo que es muy fácil puesto que como lo dice el título es realmente “simple”, esto es cuando una persona establece su opinión de modo
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