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Teoria del apego contexto digital

Fernanda Arely Hernández RamirezApuntes22 de Octubre de 2025

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Contenido

INTRODUCCION        1

MARCO DE REFERENCIA        2

1. Marco teórico y conceptual        2

2. Marco histórico        3

3. Marco empírico        3

4. Marco situacional        4

5. Ausencia de un marco jurídico        4

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA        5

JUSTIFICACIÓN        5

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN        5

HIPOTESIS        6

OBJETIVO GENERAL        6

OBJETIVOS ESPECIFICOS        6

METODOLOGIA        7

CRONOGRAMA        7

Bibliografía        8

INTRODUCCION

En un mundo cada vez más interconectado, las relaciones interpersonales se han adaptado a los entornos digitales, donde las redes sociales y las aplicaciones de citas facilitan nuevas formas de interacción y comunicación. Estas plataformas permiten a los usuarios proyectar una imagen de sí mismos y establecer vínculos con otros de manera virtual, lo que plantea nuevas oportunidades y desafíos en el ámbito de las relaciones y la salud mental. En este contexto, se hace necesario comprender cómo factores psicológicos previos, como los estilos de apego desarrollados en la infancia, influyen en el comportamiento y en las relaciones en estos entornos digitales.

La teoría del apego, desarrollada por John Bowlby y ampliada por Mary Ainsworth, sostiene que las experiencias tempranas con los cuidadores forman patrones de apego que pueden perdurar y afectar la vida adulta, especialmente en términos de relaciones y estabilidad emocional. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones se han centrado en los efectos del apego en relaciones presenciales, mientras que su influencia en las dinámicas relacionales virtuales sigue siendo un área poco explorada.

El presente estudio busca abordar esta brecha, examinando cómo los distintos estilos de apego afectan la autoimagen y las relaciones en plataformas digitales. En particular, se pretende analizar cómo los estilos de apego inseguros pueden relacionarse con una mayor necesidad de aprobación, mayor sensibilidad al rechazo virtual y patrones específicos en la formación de vínculos en redes sociales. Este enfoque permitirá una comprensión más profunda de las implicaciones del apego en un contexto actual, aportando conocimiento valioso para el desarrollo de intervenciones que promuevan interacciones digitales más saludables y emocionalmente satisfactorias.

MARCO DE REFERENCIA

1. Marco teórico y conceptual

La Teoría del Apego fue desarrollada por John Bowlby con la idea central de que los seres humanos tenemos una tendencia innata a formar vínculos emocionales con nuestros cuidadores, especialmente durante la infancia. Estos vínculos no son solo un reflejo de necesidades básicas como la comida, sino que son cruciales para el desarrollo emocional y psicológico a largo plazo. Bowlby sugirió que el apego es una forma de asegurar que el niño cuente con una “base segura” desde la cual pueda explorar el mundo sin miedo. En otras palabras, si un niño se siente protegido y amado, será más propenso a interactuar de manera saludable con su entorno​.

Harlow explica que “el apego surge de un instinto afectivo” (Bruno, 1995, p. 32). Este concepto fue ampliado por Bowlby, quien sostiene que el apego infantil hacia la madre tiene un papel esencial en la supervivencia, y su teoría no contradice los hallazgos previos de Harlow (Bruno, 1995, p. 32).

Mary Ainsworth, una colaboradora de Bowlby, desarrolló más adelante el famoso experimento de la "situación extraña". Este estudio permitió clasificar el apego en tres grandes tipos: apego seguro, apego evitativo y apego ambivalente. Los niños con apego seguro tienen confianza en que su cuidador estará disponible cuando lo necesiten, lo que les permite explorar el entorno sin ansiedad. En contraste, los niños con apego evitativo suelen desconfiar de sus cuidadores y prefieren distanciarse emocionalmente, mientras que aquellos con apego ambivalente están en una constante búsqueda de cercanía, mostrando ansiedad incluso cuando están junto a su cuidador​.

Más tarde, se identificó un cuarto tipo, el apego desorganizado, que se observa en niños que han tenido experiencias traumáticas o relaciones inconsistentes con sus cuidadores. Estos niños no tienen una estrategia clara para manejar la cercanía o la separación, lo que puede llevar a problemas emocionales más serios en la adultez.

2. Marco histórico

La teoría del apego tiene sus raíces en el siglo XX, cuando Bowlby comenzó a observar que los lazos afectivos entre el niño y su cuidador no solo eran cruciales para su supervivencia, sino también para su desarrollo emocional. Según se menciona:

El concepto de Harlow ha prevalecido sobre los puntos de vista de Freud y Watson. En años      más recientes, John Bowlby, un científico con una perspectiva evolutiva, ha propuesto que el apego del niño con la madre tiene un valor de supervivencia. Por lo tanto, la mayoría de los niños normales tienen una fuerte tendencia a vincularse con la madre (Bruno, 1995, pp. 31-32).

Ainsworth, a través de su trabajo en Uganda y Estados Unidos, fue pionera en identificar los diferentes tipos de apego. Su experimento de la "situación extraña" revolucionó la forma en que se entendía el desarrollo infantil, ya que demostraba que la calidad de los primeros vínculos afecta profundamente la manera en que las personas se relacionan con los demás a lo largo de su vida.

Con el tiempo, la investigación sobre el apego se expandió para incluir no solo a los niños, sino también a los adultos. Investigadores como Mary Main desarrollaron herramientas como la "Entrevista de Apego en Adultos" (AAI) para explorar cómo los patrones de apego en la infancia influyen en las relaciones de pareja, amistad y familia en la adultez​.

3. Marco empírico

Desde el punto de vista empírico, la situación extraña de Ainsworth fue clave para validar la teoría del apego. Al observar a los niños en situaciones de separación y reunión con sus cuidadores, fue posible identificar cómo responden emocionalmente a estas circunstancias, lo que permitía predecir cómo serían sus relaciones en la vida adulta. El apego seguro se asocia con niños que exploran el entorno con confianza, mientras que los niños con apego evitativo o ambivalente mostraban más inseguridad y ansiedad.

Los estudios longitudinales han confirmado que el tipo de apego que una persona forma en la infancia tiende a mantenerse estable a lo largo de la vida. Los adultos con apego seguro tienden a tener relaciones de pareja y de amistad más saludables y satisfactorias, mientras que aquellos con apegos inseguros son más propensos a enfrentar dificultades emocionales como la ansiedad y la depresión. En particular, el apego desorganizado ha sido asociado con una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos, debido a la incapacidad de estos niños para encontrar consuelo en sus cuidadores.

Además, el apego ha sido un elemento central en la terapia psicológica, especialmente en enfoques como la Terapia Centrada en las Emociones, donde se trabaja para que los adultos reestructuren sus patrones de apego inseguros, logrando así relaciones más seguras y equilibradas.

4. Marco situacional

El contexto en el que se forman los tipos de apego tiene un impacto significativo en el desarrollo de la personalidad. El ambiente familiar, la calidad del cuidado recibido y las experiencias traumáticas influyen en la forma en que el niño percibe y responde a los demás. Un niño que crece en un entorno de amor, apoyo y seguridad emocional, tendrá más probabilidades de formar un apego seguro, mientras que aquellos que enfrentan negligencia, abuso o inconsistencia emocional pueden desarrollar apegos inseguros o desorganizados.

En la actualidad, el apego es un tema crucial en ámbitos como la adopción, el acogimiento familiar, y los procesos de divorcio y custodia. Los estudios han demostrado que los niños que pierden a sus cuidadores primarios, o que experimentan múltiples cambios de hogar, son más vulnerables a desarrollar apegos inseguros. Por ello, las políticas de bienestar infantil en muchos países se han enfocado en proporcionar estabilidad emocional a los niños en situaciones de riesgo.

5. Ausencia de un marco jurídico

A pesar de la importancia psicológica y social de la teoría del apego, no existe un marco jurídico específico que aborde los tipos de apego de manera formal. Sin embargo, en casos legales, como disputas por la custodia de menores o en situaciones de abuso infantil, el bienestar emocional del niño, en gran medida influenciado por su apego, puede ser considerado por jueces y trabajadores sociales. Aunque no existe una normativa que regule los tipos de apego, el impacto emocional de las separaciones familiares suele ser un factor clave en las decisiones judiciales relacionadas con los niños.

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