Test Del Arbol
17 de Octubre de 2013
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EL TEST DEL DIBUJO DEL ÁRBOL
E
l test llamado HTP -por las iniciales de las palabras inglesas: house, tree. person, casa, árbol, figura humana- elaborado desde 1948 por Buck se propone interpretar el dibujo de los tres elementos citados. El sujeto elabora los tres dibujos en papeles separados. La elección de los tres objetos del dibujo se ha hecho de acuerdo con los temas que se repiten en la temática infantil que constituyen los puntos principales de contacto con el mundo. Son símbolos de lo primero que se presenta a nuestra experiencia y siguen conservando, más adelante, todo su encanto y emotividad.
Aparte de que "el test del árbol" refleja en sí todas las leyes psicológicas sobre las cuales y de modo esencial se funda la grafología, tiene por el simbolismo del árbol en sí una profunda elocuencia subjetiva de nuestro modo de ver la vida y de proyectarnos hacia el futuro.
El árbol tiene para el hombre una gran fuerza simbólica. En los tiempos antiguos fue objeto de culto religioso y, según las más remotas supersticiones, posee virtudes divinas y poderes mágicos. Los rudos germanos talaban un círculo inmenso en la selva espesa y enmarañada y en el centro dejaban un solo abeto, el más alto. A su alrededor, agrupábanse los guerreros y el jefe de la tribu entonaba oraciones. Cristianizados, los teutones introducen la costumbre en sus nuevas creencias, sensiblemente estilizada y con resabios de balbuceo infantil: el árbol de Navidad.
Plinio nos recuerda que entre los griegos y los romanos los primeros templos eran árboles. Se consagraban especialmente a la adoración los que tenían formas humanas, los cuales eran considerados como imágenes de los dioses.
Entre los griegos, cada árbol estuvo consagrado a una divinidad. El milenario olivo estuvo consagrado a Minerva, diosa de la sabiduría y de la Guerra; el haya y la encina a Júpiter; el laurel y la palmera a Apolo; el mirto a Venus. el álamo a Hércules y el pino a Neptuno; la higuera fue el árbol predilecto de Baco y el ciprés lo fue de Plutón.
En nuestros días aún quedan reminiscencias de la adoración al árbol y su simbolismo. Podríamos añadir, si hablásemos en tono psicoanalítico, que el árbol es todavía un arquetipo, una gestalt, una imagen ancestral que llevamos con nosotros y por la que sentimos amor, aversión o un cierto respeto, creándose así lo que podríamos llamar el "simbolismo del árbol", ya que según sea su forma, se le han atribuido determinadas condiciones y varios atributos. De esta forma, si el ciprés simboliza la espiritualidad, el eucalipto la elegancia; el almendro en flor, la distinción; el olivo centenario, la tragedia; la palmera, la esbeltez; el sauce llorón, el desfallecimiento y decaimiento. . .
Lo curioso del caso es que cada uno de nosotros, según sea su temperamento más o menos afín a uno y otro. sentimos predilección por el ciprés, por el olivo, por el pino, por el roble, etc.
AUTORES MÁS IMPORTANTES
Fueron los psicoanalistas infantiles los que hicieron hincapié en el carácter privilegiado del dibujo, como modo de expresión del inconsciente.
Fue Emile Jucker, consejero de orientación profesional en Zurich (Suiza) el que usó por primera vez el dibujo del árbol a partir de 1928, pidiendo a los niños que acudían a la consulta que dibujaran árboles que él mismo trataba de estudiar de forma intuitiva. Algunos aspectos de la problemática del sujeto eran claramente determinadas por las semejanzas antropomórficas.
Hurlock y Thomson, en 1934, y con el objeto de evaluar la evolución de la percepción en niños de 4 a 8 años, y por Schliebe (1934) que intentó establecer un sistema de diagnóstico de personalidad.
Buck, alumno de Florence Goodenough- en 1948 estudió el H.T.P. (casa, árbol, figura humana) como método de estudio de la personalidad.
Pero ha sido Charles Koch, psicólogo y grafólogo suizo quien se considera que realmente es el creador y divulgador del test del árbol, obra que edita en 1949.
Pedía “Dibuje un árbol lo mejor que pueda”. Koch clasificó hasta 58 items o características.
Otra autora de gran prestigio y especializada en el árbol es Renée Stora, considerada la mayor especialista francesa. Su obra es una continuación a la de Koch introduciendo algunas ideas nuevas, diferenciadas de Koch.
PLANO FORMAL
Se pide dibujar un árbol sin pretensiones artísticas. No sirven palmeras ni abetos. Algunos autores piden, además, dibujar un árbol loco. Para la confección del árbol, también se pueden ofrecer tres papeles de diferente tamaño, para comprobar la adaptación al espacio.
Entregar el papel en sentido vertical. Si lo cambia. hablaría de tendencia a la oposición. Ésta es la forma de hacerlo. pero ¿cuándo es el mejor momento? Varía según a quién se haga. A los niños lo mejor es comenzar con dibujos, pues al niño dibujar le afloja la tensión general. Por el contrario a los adultos, no conviene pasar las pruebas gráficas al principio. Conviene dar una charla de preámbulo para "entrar en calor" y luego proponerle que haga el dibujo. Toda pregunta detecta un problema. También es importante estudiar las zonas del dibujo en las que el dibujante se detenga y vacile, parezca que va a dibujar algo y luego retroceda y piense. Ni que decir tienen las enmiendas, tachaduras, sombras,
añadidos finales, etc. que muestran zonas de conflicto, que será preciso tener en cuenta al interpretar los dibujos.
A pesar de la favorable situación del test, no puede esperarse una proyección total de la personalidad. Raras veces los resultados alcanzan para proveer una imagen íntegra de la personalidad, pero procuran valiosas aportaciones. Su método intrínseco lo revelan al combinarse con otros métodos. Son valiosos, no sólo en sí mismos, sino importantes, además, por arrojar muchas veces una luz sobre la significación de los resultados de otras investigaciones.
ESQUEMA DEL ÁRBOL
El esquema fundamental del árbol es una cruz. No es una proyección introducida desde afuera. Hacia arriba y hacia abajo, la cruz de cuatro miembros o ramas es análoga, tanto al árbol como a la figura humana con los brazos extendidos. Ambos radican en el mismo simbolismo, o sea algo que trasciende ampliamente lo individual. Max Pulver utiliza la cruz para su explicación de la teoría zonal. Aunque la rosa de los vientos es más adecuada para descubrir la situación de la persona.
Es experimentalmente demostrable que, por lo menos, la opinión de que el origen se halla a la izquierda y el porvenir a la derecha, es general. Se demuestra mediante el test de colocación -Legetest-. Son 10 pruebas distintas. He aquí una de ellas: ante el sujeto se pone una hoja rectangular, colocada a lo ancho, es decir, no vertical. Si le doy al sujeto un pequeño disco diciéndole que éste le representa a sí mismo y la hoja, a su vida, y si le invita a colocar el disco, es decir, a sí mismo, sobre el punto de la hoja donde él cree encontrarse en el momento actual de su vida, entonces resultará una colocación que puede ser muy diversa de acuerdo a la edad y madurez de la persona. Supongamos que el disco está colocado el primer tercio de la diagonal que une el ángulo izquierdo inferior con el superior derecho. En respuesta a la pregunta, ¿de dónde viene el disco al punto actual? y, ¿adónde irá cuando siga su camino? obtendremos ya una línea y una dirección que, en la mayor parte de los sujetos, sigue el sentido del ángulo inferior izquierdo al superior derecho. Esta línea se denomina la línea de la vida.
EVOLUCIÓN DEL ÁRBOL
El primer escalón de la experiencia gráfica del niño lo encontraremos en los garabatos, que Mina Becker trató de explicar grafológicamente ya en el año 1926.
Pasada una primera etapa, el niño empieza a dar significado a sus garabatos dando nombres a sus figuras, aunque generalmente a posteriori. Sólo a partir de ese momento, el niño relaciona desde el comienzo del dibujo, una intención con el objeto expresado. A los 5 años, el 80% de los niños ya cuando dibujan tienen una intención representativa mostrando una marcada ventaja (100 contra 60%) las niñas sobre los varones. A los 6 años, dibujar significa representar en todos los casos.
El niño que dibuja se interesa, ante todo, en la figura humana, luego en animales, casas, flores, paisajes con sol y nubes y, después‚ en el árbol. Éste generalmente en combinación con otra cosa. Es obvio que la flor se dibuja antes del árbol. De algún modo el niño la siente más cercana a sí mismo.
Para fines diagnósticos, la expresión infantil en el dibujo del árbol es de escaso valor durante la primera infancia. A pesar de ello es de sumo interés el examen esquemático de las rudimentarias formas tempranas. El conocimiento del desarrollo de las figuraciones gráfica es indispensable para llegar a un juicio serio acerca del estado de madurez psíquica, como así también‚ para descubrir los llamados retrasos y regresiones.
Para llegar a la comprensión de ciertos problemas aislados, nos hemos servido del dibujo en estado hipnótico. La hipnosis nos da la posibilidad no sólo de poner al sujeto en ciertos estados psíquicos preconcebidos sino, además de comprobar sus efectos en distintas "edades"
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