UNA BUENA EDUCACION

PABLO LATAPI SARRE

UNA BUENA EDUCACION: REFLEXIONES SOBRE LA CALIDAD

SINTESIS

El autor maneja cuatro rasgos para una buena educación, que se deberían de tomar en cuenta para lograr una utopía de una educación de calidad. En el plano de la experiencia humana son inseparables, están fundidos e integrados que son considerados vertientes de la búsqueda de la ¨buena educación, estas y se van adquiriendo a través de un largo proceso de maduración, los cuales son: Carácter, inteligencia, sentimientos y la libertad.

Lo primero que se valora en una educación de calidad es el carácter, lo cual se refiere a una palabra síntesis en la cual engloba valores, principios, hábitos y maneras de ser de la persona, así como la aceptación del esfuerzo necesario, lo que se traduce en una disciplina en el uso del tiempo y frecuentemente en una capacidad para organizar las actividades propias como la de los demás. En si es crear la convicción de que la vida es para algo y que hay una razón de ella, que se cree una consciencia de que hay un sentido de la vida, un sentido para todo, lo que lo hará aprender a vivir.

La inteligencia debe ser educada. En donde nos menciona que la inteligencia debe ser educada en primera hacia los conocimientos fundamentales (cultura general) necesaria para ubicarse en el mundo, una interpretación consciente del pasado que permita entender mejor el presente, todo lo ha adquirido en el pasado para poder utilizarlo en el hoy, en segunda, haber adquirido destrezas intelectuales para asimilar la formación de los ideales y por último la de adquirir conocimientos más especializados para desempeñar trabajos productivos.

La educación de los sentimientos abarca un plano en el cual se vería el cultivo de la imaginación y la creatividad, el desarrollo de la intuición, la modulación de la sensibilidad y la educación para la compasión, una educación que ignore la compasión será terrible, pues producirá gente insensible al dolor y prepotente.

Como se integre el complejo universo de los afectos de la persona y lograr una armonía entre principios, convicciones y normas.

Lo que conocemos como ¨sentido humano¨ en el cual tenemos la capacidad de vibrar con la desgracia ajena, de indignarnos ante la injusticia o de desprendernos de lo que tenemos para regalarlo a quien lo necesita, que todos encuentren el sentimiento de nuestra propia vulnerabilidad y la de los demás.

La libertad, educar para la libertad posible y para la libertad responsable es finalidad ineludible de una buena educación, por ella nos instalamos en el mundo ético, donde nos construimos a nosotros mismos y construimos con otros la sociedad. La educación de las motivaciones, los ideales para darle sentido a la vida y seguir conservando la capacidad

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