Victor frankl
psicojesus13 de Junio de 2012
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Victor frankl
En su obra “Psicoanálisis y Existencialismo” dedica un apartado a la discusión de lo que el trabajo representa en la vida del hombre. Menciona el concepto de misión al cual plantea como un llamado existencial a convertirse en un ser responsable, el cual se concreta en la realización de una labor profesional. Cabe mencionar que dentro de la definición de misión aclara que no hay que confundirla con la profesión que el individuo elige o encuentra con el fin de poder ganarse el sustento.
El sentido del trabajo es pues, permitir que una persona cumpla con una misión y, en un planteamiento personal mío, es el medio para cumplir con la vocación, la cual puede ser definida el términos existenciales como un llamado a ser responsable.
La neurosis del desempleo
Para ayudar a aclarar el concepto de misión Frankl describe lo que el llama la “neurosis del desempleo” como el fenómeno producido por la apatía generalizada que surge en aquel que pierde el modo de ganarse el sustento y se queda inmovilizado sin hacer nada por remediar su situación, dejando pasar los días, en oposición a quien, aun sin tener una forma de ganar una remuneración por su empleo dedica el tiempo a una labor que le de sentido a su existencia.
Tenemos así al voluntario que da su tiempo al servicio de la comunidad, a quien se dedica a producir arte o al ama de casa que da significado a su sacrificio en la crianza, formación y educación de sus hijos estando en antítesis de aquella mujer que se la pasa soñando en buscar su realización saliendo de su casa pero que se queda encerrada entre los cuatro muros sin luchar y sólo saboteando la tranquilidad y el equilibrio emocional de su familia.
La vocación
En este momento quisiera agregar otro planteamiento con respecto a ese llamado a ser responsable. En mis años de experiencia como orientador escolar he observado como los jóvenes que estudian preparatoria y se encuentran en las últimas fases de su formación a este nivel se preocupan mucho por la carrera que elegirán para continuar estudiando y la llaman su vocación. Bueno, pues en realidad no existe la vocación por ser un ingeniero administrador de sistemas o licenciado en relaciones internacionales o dentista. Es la persona la que le da sentido a su labor cuando la hace en favor de la comunidad, entendiendo por ésta el común de los hombres. En un sentido evangélico, es encontrar a Cristo en cada uno de mis semejantes, en el vecino y el niño que lava los cristales en el crucero. Así pues el hombre que se desempeña como ingeniero industrial puede buscar esta realización comunitaria poniendo todo su empeño por que el producto del que está supervisando su producción tenga las óptimas condiciones de calidad y al menor costo posible porque ello va a beneficiar tanto al consumidor final como a la empresa y ambos son su comunidad.
Incluso el matemático, filósofo o físico teórico que realizan un trabajo inmaterial y sólo conceptual dan sentido a su trabajo si lo consideran no como una búsqueda del saber por saber, un saber estéril, sino la saga del saber para el servicio de la comunidad, el saber fecundo.
Una de las ocupaciones a las cuales el hombre le dedica más tiempo en su vida es al trabajo. Definimos el trabajo como aquella actividad en la cuál realizamos un quehacer significativo, en la cuál afianzamos nuestra identidad y que funciona como un espacio de “desarrollo existencial”.
Desde la teoría motivacional Frankliana se define al hombre como un buscador de sentido; por tanto es esperable y natural que el hombre encuentre y se pregunte por el sentido del trabajo que realiza.
Una palabra orientativa para reflexionar sobre el sentido que el hombre puede descubrir en su trabajo puede ser la palabra “Oportunidad”; el trabajo se presenta
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