Village Life

El espacio rural es cada vez más importante para los habitantes de este planeta, pues las ciudades dependen de la región donde se encuentran. Aspectos definitivos de la vida humana, como el agua potable, la calidad del aire y la calidad de esparcimiento, dependen de la provisión que el territorio rural hace a las ciudades. Los ecosistemas naturales y los ecosistemas rurales transformados prestan de manera distinta servicios ambientales a las ciudades. El servicio ambiental es la provisión de un flujo de bienes y servicios que se hacen a los habitantes urbanos.

La calidad y la permanencia de dichos servicios ambientales dependen de la forma como el ADR administre los espacios naturales donde los servicios se generan. El eje de la relación ciudad – campo está definido por los servicios ambientales que los espacios rurales les proveen a las ciudades. Esta relación es importante como la que se establece para la provisión de alimentos. El concepto de ciudad sostenible exige una relación armónica y estable entre el casco urbano y su área circunvecina, donde hay influencia y dependencia mutua.

Para que estos servicios ambientales se conserven y no sean destruidos, se requiere el pago por la prestación de los mismos, desde el casco urbano a la región que los suministra. Si la franja productiva y las ciudades no transfieren recursos financieros a la región para que esta garantice el uso del paisaje de acuerdo con los requerimientos urbanos, lo mas probable es que la región, al no tener un incentivo para prestarle el servicio ambiental a la ciudad, termine transformando el paisaje, destruyendo la base natural que genera el servicio ambiental y provocando altos costos sociales y económicos.

El costo de generar el servicio ambiental está relacionado con la gestión de conservación y el costo de oportunidades de no adelantar las actividades agropecuarias que podría soportar el área. Si no se hacen las inversiones para conservar los páramos y subpáramos, lo mas seguro es que estos valiosos ecosistemas se transformen en campos de cultivo de papa y ganaderías.

Las cuencas conservadas no solo son espacios de generación de servicios ambientales en términos hídricos para el ADR, sino de uso y recreación para los habitantes urbanos.

Antes de destruir un ecosistema natural, debemos valorar el servicio ambiental que dicho sistema presta a la sociedad y negociar para que se den las transferencias justas, de quienes hacen uso del servicio ambiental a quienes con su acción pueden garantizar la permanencia del mismo, para así asegurar la conservación del sistema natural y sus servicios asociados.

Las acciones que se recomiendan son:

Incentivar la incorporación de procesos de producción agrícola y agroindustrial ambientalmente sustentables que mejoren la capacidad productiva de los recursos naturales (ej. siembra directa). Conservación de

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