El abrazo de Dios

El abrazo de DIOS

¿Cuanto necesitamos de un abrazo del Padre?

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HÉCTOR DANIEL GOMEZ HERNANDEZ

JEREMÍAS 33:3 “CLAMA A MÍ Y YO TE RESPONDERÉ Y TE ENSEÑARE COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TU NO CONOCES”

La palabra de Dios es clara, este versículo es claro, recuerdo que fue el primero que memoricé y tiene cierto valor de importancia que es de lo que quiero compartir con ustedes.

Hoy teniendo 18 años puedo entender este versículo, aunque me han causado ciertas dudas que quizá a ti también te ha confundido y no son dudas que crecen leyendo este versículo, si no día tras día nos vamos preguntando cada vez más, una de las preguntas que yo me he planteado es ¿Cuándo debo clamar a Dios? Es algo sencillo, siempre debes clamar a ÉL no es necesario tener problemas, no es necesario que tus finanzas estén quebradas, Dios es Dios en todo momento, Dios es nuestro padre, Dios nos ama por igual, es el mismo Dios de Abraham, pero ¿Dónde están los hombres como Abraham? Si recordamos un pasaje de la biblia cuando Dios mandó a Abraham a sacrificar a su hijo Isaac, Abraham entró en una fuerte toma de decisiones ¿Ustedes creen que para Abraham fue fácil? En el sigo XXI tenemos a Madres o Padres desesperados en hospitales esperando que

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sus hijos sean atendidos, primeramente, les preocupa demasiado, ahora imagínense tomar una decisión tan difícil, yo no soy padre pero tan solo al ver a mi madre correr por mi cuando enfermo, me doy cuenta de lo difícil que fue para Abraham tomar esta decisión, así muchas veces Dios nos manda pruebas que nos fortalecen, que nos cuesta avanzar, pero Él, está a la espera que soportemos y estemos firmes en su palabra.

Como lo mencionaba anteriormente tengo 18 años, mis padres se separaron cuando yo tenía 6 años exactamente, tengo fotografías todavía cuando salía del Kínder donde en mi cara se reflejaba disgusto, al no ver a mi papá y no recuerdo ver a mi mamá para serles sinceros, ella pasó un proceso muy difícil al grado de encerrarse en su cuarto a llorar por días, porque el hombre que amó lo había perdido, hasta hoy en día ella sufre de un problema por consecuencia de la crisis que ella pasó, en pocas palabras corría riesgo de que el jugo gástrico empezara a destrozar su esófago, algo totalmente terrible.

No recuerdo muchos momentos con mi padre y en memoria solo tengo 3 recuerdos muy claros, el primero fue cuando por primera vez me llevaba a la feria del fraccionamiento, ustedes no se imaginan mi emoción, pero al final todo termino mal, el me termino llamando inútil, que no servía para nada, imagínense, El supuesto héroe de mi vida me decía

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esas cosas. El segundo recuerdo que tengo es cuando en el carro venían discutiendo mis padres de una manera tan terrible y la tercera que es la que me impacta todavía, es cuando entré al cuarto de mis papas cuando peleaban y pude ver como mi papá azotaba en la pared la cabeza de mi mamá, hasta el día de hoy no he visto esa cara de desesperación, de dolor, de angustia de mi mamá, aún recuerdo con que intensidad, con que fuerza, con que ira se escuchaban esos golpes, me quebranta tanto el corazón.

En todo ese tiempo, pasaron tantas cosas, en el carro yo confundía a mi padre con cualquier persona, yo pensaba que lo encontraría o se acordaría, quizá era porque el sentía temor de hablarnos, imaginaba que el entraría por la puerta principal para darme un abrazo o para cargarme en sus brazos.

En el año 2012 después de 6 años, llamaron por teléfono a mis hermanos para avisarles que mi padre estaba grave, hospitalizado en terapia intensiva, después de mis años de crecimiento hablaron para darnos esa noticia.

Para eso en los 6 años que pasaron yo estaba en primaria siendo un destacado niño por extrovertido, líder y muy hablantín (hasta la fecha) en esos 6 años crecí con niños de la anterior iglesia con los que me llevaba súper bien, salíamos de viaje con todos los hermanos, en esa iglesia nací y crecí, recuerdo que en esa iglesia un día que me dijeron que oraría en

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frente un 31 de Diciembre, por la mañana fueron a comprarme camisa, pantalón, corbata, zapatos, camiseta nueva y así llego la noche, pase en frente pero hubieron ciertos detallitos, los nervios y no sé cómo empecé a temblar y a llorar, fue un día inolvidable, pero desde ahí empezaba mi noción por llevar el evangelio, haciéndome predicador en uno de los escalones de mi casa , en ingles, en chino y aun espero lograr ese ministerio, el compartir la palabra de Dios.

Como decía, en 2012 me entero de la mala noticia, fuimos, estuvimos orando, no sabía qué hacer, porque no me dejaban entrar porque era terapia intensiva. Pasaron 2 días y aun el seguía ahí, recuerdo que presente mi examen en la secundaría preocupado, desanimado, pero puse todo mi esfuerzo en ese examen.

Después de eso, un día por la mañana me sacaron de la escuela para decirme que mi padre había tenido un paro cardiaco, fue algo terrible ver a mis tíos a mis abuelos llorar por la vida de mi papá. Al siguiente día le harían unos estudios que tenía que salir del hospital, saldría de terapia intensiva y después de tanto tiempo podría verlo, me dijeron que no podría ir en la ambulancia, pero que si podía verlo en el trayecto. Cerca del hospital viven familiares de mi mamá, así que fuimos con mi mamá, comí lo más rápido, me bañe y me fui, lamentablemente él ya había salido pero regresaría y mientras lo esperaba,

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pensé por un momento que se romperían especulaciones de cómo era su aspecto después de tanto tiempo de no verlo, llegaron dos ambulancias e imaginé que era él pero no, cuando por fin, llegó, mis pies empezaron a temblar como la primera vez que pase a dar un discurso, como cuando intenté orar enfrente de la iglesia, mis ojos se llenaron de lágrimas en ese momento al ver bajar a mi papá de la ambulancia en la camilla, súper acabado, entubado, súper mal con grandes ojeras, sin fuerzas, sin palabras y mis únicas palabras fueron “Papá” y ya con voz quebrantada “Tu puedes” fue tanto mi impacto que en cuestión de segundos ya había entrado.

Mi papá salió de esa, se recuperó, mi abuela nos pidió perdón por alejarse de nosotros porque fue muy grande

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