COLOQUIOS PROPEDÉUTICOS SOBRE EL SACERDOCIO

CENTRO BÍBLICO TEOLÓGICO PASTORAL PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (CEBITEPAL)

Diplomado en Teología y Pastoral Presbiteral

“COLOQUIOS VOCACIONALES SOBRE EL

MINISTERIO SACERDOTAL COMO SERVICIO”

Por:

P. Jancy Jossimar Ordóñez Bautista MMSM

Bogotá, 2017[pic 1]

INTRODUCCIÓN

Los “Coloquios Vocacionales sobre el Ministerio Sacerdotal como servicio”, son una serie de diálogos de dos jóvenes con inquietud vocacional, llamados Andrés y Martín, con su párroco el Padre Ricardo. El objetivo general de estos coloquios es mostrar el Ministerio Sacerdotal como Servicio para los hermanos. Los objetivos específicos son: 1. Recuperar la dimensión de la diaconía, como parte esencial del ministerio y 2. Presentar una propuesta del ser y hacer del Sacerdote.

Este trabajo utilizará, el método del VER, JUZGAR Y ACTUAR, que sabiamente nos propone la Iglesia. Por ello, se divide en tres capítulos y cada capítulo en dos coloquios, en el primer capítulo, hablaremos del “Llamado al servicio”, aquí veremos la situación común de tantos jóvenes con muchas inquietudes vocacionales, sus dudas y aspiraciones; en el segundo capítulo reflexionaremos sobre el “Ministerio Sacerdotal como diaconía”. Aquí entramos en la etapa del juzgar, lo cual lo haremos a través de la Sagrada Escritura, Magisterio y Tradición de la Iglesia, además de la reflexión teológica; desde estas perspectivas descubriremos la dimensión diaconal del ministerio, de una manera sencilla para los jóvenes. Finalmente nuestro tercer capítulo se titula: “Sacerdote: ¿Quién eres?; ¿Qué haces?”; así entramos en la fase del Actuar, por ello lo que pretendo humildemente es brindar una propuesta sobre cómo debe ser el “ser y actuar del sacerdote en nuestro tiempo”. Básicamente me baso en lo que he aprendido desde mi corta experiencia como sacerdote, las lecciones impartidas en este diplomado de “Teología y Pastoral Presbiteral”, así  como de la abundante y profunda riqueza del magisterio del Papa Francisco. Las conclusiones del presente trabajo, estarán integradas en el último coloquio, para ser fiel a este modelo que quise seguir.

El motivo de estos coloquios es dirigirlos a los jóvenes vocacionados, pero también a los seminaristas y sacerdotes sobre todo los más jóvenes; para invitarlos a redescubrir el amor de servicio del Ministerio al que estamos llamados y hemos recibido. Solo pido a Dios que les sirva de algún modo, como a mí me ha servido.

ÍNDICE

CAPÍTULO I

LLAMADOS AL SERVICIO

Domingo, 07 de julio de 2017

Coloquio I: Sobre las inquietudes

Era una hermosa mañana soleada, en la parroquia San Juan María Vianney, donde tuvo lugar la reunión semanal del grupo juvenil “Jóvenes mensajeros de la paz”. Los seminaristas Jorge y Juan los habían visitado y reflexionaron con los jóvenes sobre la vocación sacerdotal. Esto produjo inquietudes entre Andrés y Martín, quienes ya tenían 5 años en el grupo.

Martín:         Andrés, me alegra que hoy hayas venido al grupo. Y dime ¿cómo sigues de salud? Me dijeron que estabas un poco enfermo.

Andrés:        Si amigo, estuve con gripe, pero ya mejore y pude venir a la reunión, que por cierto estuvo muy interesante, ¿a ti, qué te pareció?

Martín:        Para mí, fue como si los seminaristas supieran lo que estaba pensando, porque desde hace algún tiempo que vengo a la iglesia, he descubierto que me agrada mucho hacerlo, me agrada estar aquí, reflexionar la Palabra de Dios y vivir de la Santa Eucaristía. Por ello últimamente siempre me viene pensamientos, sobre si mi vocación será la de ser sacerdote.

Andrés:        Bueno Martín, debo confesarte que yo también lo he pensado, sobre todo lo he pensado aún más desde que mis amigos en la universidad, desde que se han enterado que pertenezco a este grupo y vengo mucho a la iglesia, me dicen que ¿cuándo me hago curita?. Al principio solo lo tomaba en broma, pero ahora lo estoy pensando seriamente.

Martín:        Oye Andrés, que te parece si buscamos al padre Ricardo, y le contamos lo que hemos hablado.

Andrés:        Sí, está bien vamos.

Coloquio II: Sobre el servicio

Los jóvenes fueron en búsqueda del Padre Ricardo (párroco), al cual lo encontraron en su despacho y se acercaron.

Andrés:        Hola Padre, ¿qué tal, cómo está?

P. Ricardo:        Hola muchachos, yo estoy muy bien gracias, y ustedes ¿cómo están? ¿A qué debo su grata visita?

Martín:        Gracias padre, también nos encontramos bien, aunque con algunas inquietudes. Vera le explico, hoy llegaron dos seminaristas al grupo, como usted ya lo sabe, y ellos nos hablaron sobre la vocación sacerdotal y nosotros lo hemos pensado.

Andrés:        Si es verdad padre, por ello acudimos a usted. En mi caso, aunque yo siento una inquietud por la vida sacerdotal, también creo que son importantes mis estudios universitarios y mis padres confían en mí. Eso, crea en mi dudas padre, ¿No sé si Dios me llama?

P. Ricardo:        Bueno Andrés y Martín, me alegra que hayan venido y se estén haciendo estas preguntas. Pero déjenme decirles que Dios siempre nos llama; nos llama en primer lugar a la vida^[1], así nos lo dice la biblia en el libro del Génesis, que Dios nos creó a su imagen; es decir nos llamó a la vida, y no a cualquier vida, sino a su vida, a la vida de Dios, porque fuimos creados a su semejanza. Por ello jóvenes, no tengan duda, de que Dios los llama, y somos tan importantes que desde antes que naciéramos, ya nos amó y llamó^[2].

Martín:        Padre, que hermoso es saber que somos tan importantes para Dios, que antes de nacer ya nos llama. Es realmente importante para mí, porque ahora mismo me siento valioso a los ojos de Dios. Y si tantos jóvenes supieran esto seguramente habría menos deprimidos, solitarios y desorientados, ansiando tanto y logrando a veces nada.

P. Ricardo:        Sí jóvenes, en realidad somos tan valiosos, que Dios envió a su único Hijo por nosotros^[3]. El vino a este mundo para Salvarnos del pecado; para Enseñarnos sobre el Reino de Dios, y para que nos diéramos cuenta que sólo Él, es el único Rey, el único Señor, en nuestra vida. Que sólo Él es el único camino, verdad y vida^[4], como dice el mismo en su palabra. Es decir lo que quisiera que les  quede claro por este momento, es que a este Camino que es Jesús mismo estamos llamados todos, absolutamente todos. Ustedes también por su puesto.

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