Jacob y Esaú: una versión moderna
Luna SolBiografía26 de Junio de 2019
937 Palabras (4 Páginas)388 Visitas
Jacob y Esaú
Sala de una casa. El padre (Anciano) entra lentamente y se sienta a leer el diario. Suena el teléfono.
Padre - ¿Aló?... (Mientras escucha se pone de pie con dificultad y comienza a pasearse preocupado) Pero, eso no puede ser, si apenas ayer firmamos en contrato… ¿Por qué?... Bueno, ya déjalo, voy a ver al cliente personalmente. (Cuelga)
Esposa – (Entra con una bandeja con un vaso de agua y botecitos de medicina) Pero, amor ¿A dónde vas? El doctor dijo que tenías que descansar, tu corazón ya no es el de antes.
Padre – Ya sé, pero hay problemas en la oficina… (Se vuelve a sentar con la mano en la frente)
Esposa – ya lo ves, te pusiste mal, ¿verdad?
Padre - No importa, es mi negocio y no lo puedo abandonar.
Esposa – para eso tienes hijos, ¿no? Jacob está preparado para hacerse cargo de la empresa.
Padre - ¿Jacob? No, es muy joven, además ha sido tradición en mi familia hace muchos años dejar al frente al hijo mayor, y así lo haré yo.
Esposa – No te entiendo, tú mismo has dicho muchas veces que Jacob es maduro para su edad y que sería un gran administrador.
Padre - Ya no hablemos más, dame mis pastillas y me voy. (Toma la medicina con agua y se va caminando ya cansado)
Esposa – (Cuando el padre ha salido) ¡Jacob! ¡Jacob, hijo, ven!
Jacob – Dígame madre, ¿En qué le puedo ayudar?
Esposa – Hijo mío, va a pasar algo que no puedo permitir. Amo a mis dos hijos, pero veo mejor que tu padre tus aptitudes y voy a hacer valer una promesa que Dios me hizo y que ha llegado la hora de que se cumpla.
Jacob – Madre no le entiendo.
Esposa – Ahora mismo no, pero ven, te voy a explicar.
Salen hablando muy bajo.
El padre entra hablando con Esaú.
Padre - Como ves, las cosas no andan del todo bien y yo ya estoy viejo, no creo que me quede mucho tiempo.
Esaú - No diga eso, padre.
Padre – Ahora no pensemos en eso. Te quiero pedir algo, ve a hablar con ese cliente. Cuando vuelvas aquí con el contrato firmado, la dirección de la empresa será tuya.
Esaú - Como usted diga padre.
El padre sale y Esaú se queda solo en el escenario.
Esaú – Hace años, cuando mi hermano y yo éramos unos adolescentes, yo quería ir a la fiesta de graduación, pero mi padre me había encargado unos asuntos de la oficina. Como a mí entonces no me importaba heredar la empresa de mi padre, dejé a mi hermano Jacob que hiciera el trabajo por mí, le prometí que cuando mi padre me heredara yo le dejaría todo a él. Pero eso pasó cuando éramos niños y ahora pienso que yo debo ser el director de la empresa, así que iré por ese contrato sin decirle nada a mi hermano, al fin, que aquello no era en serio. (Se va)
Entran la madre y Jacob.
Jacob – Madre, tengo miedo de hacer esto. Mi padre se dará cuenta y hasta puedo ir preso, es algo muy grave.
Esposa – Yo sé, hijo, pero no temas yo te protegeré. Ahora ve y lleva eso a tu padre.
Jacob - Madre, este contrato lo consiguió usted, no yo.
Esposa - Voy a traer a tu padre, por favor, sólo hazlo, ¡obedece!
Jacob - (Baja la cabeza) Si, madre. (La madre sale) No sé por qué, pero me emociona que mi padre al fin mi padre me tome en cuenta. Yo he estudiado mucho desde que era casi un niño y me he involucrado en la empresa, pero mi padre sólo piensa en mi hermano Esaú. Hace pocos años, Esaú sólo pensaba en andar por ahí tonteando y hasta hace muy poco se ha interesado de verdad en la empresa. Yo iba muy en serio cuando le hice aquel trabajo a mi hermano para que fuera a su fiesta y me diera la dirección de la empresa, era en lo único que he pensado desde muy niño y ahora que estoy cerca tengo que hacerlo.
...