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Acerca de la equidad de los generos.


Enviado por   •  5 de Octubre de 2016  •  Ensayos  •  3.281 Palabras (14 Páginas)  •  340 Visitas

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¿Qué tipo de equidad de los sexos y planificación familiar defiende el PAP?

Escribe: Rocío Valencia H.

EL PAP ha luchado valientemente desde sus inicios en la vida política peruana por la defensa de los derechos y las libertades de la mujer así como por la igualdad de oportunidades entre ambos sexos. Luchó desde sus inicios a favor del voto a la mujer, ley que fue plasmada durante el gobierno de Odría en 1955. Existe sin embargo una enorme diferencia entre hablar de igualdad de oportunidades para la mujer y la denominada equidad de los géneros, extraño concepto que ha introducido la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de sus distintos organismos y que defienden algunos partidos socialistas de Europa y de América Latina. Pero llamemos a las cosas por su nombre, la campaña que lucha por la igualdad de los géneros es la misma campaña que lucha por la igualdad de los derechos de la mujer y del homosexual. Por eso los ha denominado géneros y no sexos, para poder así incluir a este tercer y tan controvertido “género”. Es en dicha línea que trabaja desde hace mucho tiempo el Partido Socialista Español cuyo gobierno aprobó en julio del 2005 el matrimonio entre parejas homosexuales así como el derecho de estas parejas a  adoptar hijos, ser partícipes de las herencias de sus cónyuges o de divorciarse en los mismos términos que las uniones tradicionales.

Dentro de este contexto resulta preocupante, para muchos apristas y en especial para aquellos que además son católicos tradicionales la tendencia favorable de la cúpula partidaria del PAP a introducir nuevos conceptos subsidiarios de mentalidades extranjeras dentro del ideario aprista. En declaraciones hechas por la c. Mercedes Cabanillas en su artículo “Nuevos retos de la mujer peruana” publicado en el portal oficial del PAP la autora declara que el candidato a la presidencia del PAP ha adquirido los siguientes compromisos:

“Gobernar con firmeza para acabar con la violencia contra la mujer. Dijo que esta situación se tendrá que revertir, impulsando programas permanentes de capacitación y educación orientados a atacar los antivalores tan enraizados en el colectivo humano, producto de una cultura machista en la que se nos enseñó que en el hogar debe haber autoridad y que esa autoridad corresponde al varón”

¿Nos preguntamos por qué este artículo califica de “antivalor” producto de una sociedad machista el hecho que el varón sea quien ostente la autoridad en el hogar? ¿Por que se pone tanto énfasis en atacar y erradicar por completo los valores familiares tradicionales? ¿No será que existe una tendencia dentro de la dirigencia del PAP que pretende reemplazarlos por unos nuevos parecidos a los del PSOE en España?  Si bien es cierto que muchos jefes de familia no cumplen de manera digna su función de padres de familia, ¿acaso quitarles su autoridad o reemplazarlos por una mujer en el hogar va a solucionar el problema a largo plazo? Nos parece en extremo fantasiosa esta presunción sabiendo que si nuestra sociedad produce padres de familia disfuncionales que en lugar de cumplir con sus responsabilidades ejercen el abuso y la violencia doméstica, también es cierto que estos hombres han sido formados a su vez por mujeres y hombres también disfuncionales. Eliminar la autoridad de uno de los dos o tratar a la fuerza que la sociedad peruana reemplace sus valores machistas por valores feministas no solucionará en lo absoluto el problema.

Cualquier educador, psicólogo o inclusive sociólogo sabe que una sociedad no progresa a no ser que reciba la educación que necesita para poder en primer lugar tomar conciencia de sus malos hábitos para luego poder corregirlos. Se trata entonces de educar a las mujeres y también a los hombres; de encontrar un equilibrio buscando la complementariedad de ambos en lugar de contraponer un sexo al otro. Se hace evidente la necesidad de educar a las madres para que de esta manera ellas sean capaces de enseñar a sus hijos a respetarlas desde la más tierna infancia transmitiéndoles mediante su ejemplo valores morales basados en el respeto del otro, el rechazo a la violencia y la defensa de los más débiles. Proponemos se introduzca una campaña de introducción de valores en lugar de fomentar esta guerra entre los sexos. La campaña tiene que estar dirigida a construir nuevos valores dentro de la sociedad, no a destruir la autoridad de los hombres en general. Los hechos demuestran que este viejo discurso político feminista de los años ’60, tan en boga en congresos internacionales de la mujer patrocinados por la ONU, ha fracasado rotundamente en las sociedades donde tuvo eco y se equivocan quienes tratan de actualizarlo en pleno siglo XXI contaminando aún más a nuestra pobremente informada comunidad.

Dentro del citado artículo, “Nuevos retos de la mujer peruana” la c. Mercedes Cabanillas afirma que otro compromiso de AGP si llega a la presidencia del Perú sería el siguiente:

“Las organizaciones sociales de base serán los puntos de referencia para impulsar un programa nacional que permita llevar a todas las mujeres del Perú, con absoluta libertad de elección y con la debida información, los métodos anticonceptivos que forman parte de la planificación familiar”.

 

Parecen contradictorias estas declaraciones ya que la planificación familiar es un término que utilizó por primera vez la Iglesia Católica y nada tiene que ver con los métodos anticonceptivos, de esterilización permanente y algunas veces abortivos que patrocinan y promueven organismos de las Naciones Unidas como la UNICEF [1] a través de sus diferentes políticas llamadas graciosamente de “salud reproductiva”, “derechos reproductivos” y “planificación familiar”. Términos todos acuñados para confundir y tal vez nublar la conciencia de quienes los aplican. Lo importante es señalar que si esto es exacto, el PAP estaría incluyendo dentro de su programa de gobierno las políticas de control de natalidad que desde hace varios lustros vienen aplicando países como Estados Unidos o España con tan nefastos resultados. Según la U.S. News & World Report, España tiene la tasa de natalidad más baja del mundo. La mujer española actualmente tiene 1,15 hijos en promedio. De otro lado, el Ministerio de Sanidad de España ha publicado que finalizó el año 2005 con un aumento en la cifra de abortos que supone el 15,3% de los embarazos registrados. En 2003 se realizaron en España 79,788 abortos, un 3,45% más que el año anterior. Este aumento coincidía con el creciente uso de la píldora del día siguiente, que no había evitado según confirmó esta fuente que crezca la tasa de abortos entre las menores de 19 años.

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