Acuérdate De Tu Creador Antes De

Eclesiastés 12:2-5 acuérdate de tu creador antes de:

“Acuérdate” que no eres tu propio dueño; eres propiedad de Dios; porque él te creó

Los días malos. No se refieren a la muerte, sino a los días difíciles en la vejez

12:2 el sol, y la luz, y la luna y las estrellas -- se refieren a las facultades del alma (entendimiento, mente, juicio, voluntad, emociones),

-- y vuelvan las nubes tras la lluvia -- se espera el sol después de la tormenta de lluvia. Durante la juventud los problemas pasan pronto y el gozo vuelve, pero en la vejez la aflicción es seguida de más aflicción y se halla poco gozo físico.

12:3 cuando temblarán los guardas de la casa -- las manos que tiemblan, manos que se usaban para ganarse la vida, ahora están incapacitadas.

-- se encorvarán los hombres fuertes -- las piernas.

-- los que miran por las ventanas -- los ojos.

12:4 y las puertas de afuera se cerrarán -- los oídos.

-- se levantará a la voz del ave -- se batalla para dormir, cualquier cosa lo despierta..

-- las hijas del canto serán abatidas -- oídos no oyen, pulmones débiles, cuerdas vocales deterioradas, garganta débil.

Ver. 5 -- temerán de lo que es alto -- pierden el equilibrio, no caminan donde haya peligro de caer.

-- terrores en el camino -- no pueden ver, piernas no confiables, perros amenazan, tiempo frío o caliente, lo que era fácil ahora es terror.

-- florecerá el almendro -- canas.

-- la langosta será una carga -- ni puede cargar una langosta.

-- se perderá el apetito -- todos los deseos físicos.

--porque el hombre va a su morada eterna—se aproxima la muerte

6. el cuenco de oro de la lámpara corresponde al cráneo, que, por la preciosura vital de su contenido, puede llamarse “de oro,” dorado;

la “cadena de plata” es la médula espinal, y se liga con el cerebro.

La fuente de donde se saca el agua con un cántaro y una soga puesta sobre una rueda; como, rotos el cántaro y la rueda, no se pueda sacar más agua, así la vida cesa cuando se agotan las energías vitales.

7 Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.

8 Yo, el Predicador, repito: ¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión!

...