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Biografía De San Juan Bosco

Orianagabb20 de Marzo de 2014

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San Juan Bosco

Infancia y primeros estudios.

Juan Melchor Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Becchi, un caserío en el municipio Murialdo, no muy lejos de la gran aldea de Castelnuovo, más allá de la cueal se encuentra la Ciudad de Chieri, y finalmente Turín.

El padre de Juan fue Francisco Luis Bosco, un granjero pobre; y su madre fue Margarita Occhiena, una mujer devota y de los más altos valores morales. Juan tenía dos hermanos mayores, Antonio, de la primera esposa de Francisco, y José. Antonio le hacía pasar malos ratos a Juan; José, en cambio, lo trataba con gran cariño. Cuando Juan tenía dos años, su papa murió de una pulmonía. Margarita, quien entonces tenía veintinueve años, tuvo que hacerse cargo de los niños. Pasaron tiempos duros y difíciles. Juan comenzó a ayudar en las tareas de la granja a los cuatro años. Su inclinación en convertirse en sacerdote de manifestó temprano en su vida, pero la necesidad de ayudar a su madre, y la pobreza en que Vivian parecían ser dificultades imposibles para que Juan siguiera su vocación. Fue entonces, a la edad de nueve años, que Juan tuvo su primer sueño extraordinario, en el cual se le prometió a la guía divina. Esta es su narración:

(...) Cuando tenía nueve años, tuve un sueño... ¡Este sueño me acompañó a lo largo de toda mi vida! Me pareció estar en un lugar cerca de mi casa, era como un gran patio de juego de la escuela. Había muchos muchachos, algunos de ellos decían malas palabras, Yo me lancé hacia ellos golpeándoles con mis puños. Fue entonces cuando apareció un Personaje que me dijo: «No con puños, sino con amabilidad vencerás a estos muchachos» Yo tenía sólo nueve años. ¿Quién me estaba pidiendo a hacer algo imposible? Él me respondió: «Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día. Mi Nombre pregúntaselo a mi Madre». De repente apareció una Mujer de majestuosa presencia. Yo estaba confundido. El me llevó hacia ella y me tomó de la mano. Me di cuenta que todos los niños habían desaparecido y en su lugar vi todo tipo de animales: perros, gatos, osos, lobos... Ella me dijo: «Hazte humilde, fuerte y robusto… y lo que tú ves que sucede a estos animales, tú lo tendrás que hacer con mis hijos». Miré alrededor y vi que los animales salvajes se habían convertido en mansos corderos ... Yo no entendí nada… y pregunté a la Señora que me lo explicara... Ella me dijo: «A su tiempo lo comprenderás todo».

El sueño terminó, pero desde aquel momento Juan Bosco comprendió que su vocación era ayudar a los niños pobres. Empezó a leer a sus amigos los libros prestados y alcanzó gran éxito, todos disfrutaban escuchándole durante seis horas sus narraciones, las cuales empezaba y terminaba con la señal de la cruz y el rezo del Avemaría. Al llegar la primavera las historias de Juan ya no atraen y tiene que hacer algo al respecto, aprende y practica los secretos de los equilibristas y los trucos de los prestidigitadores, el cuenta que a los once años hacía juego de manos, daba el salto mortal, caminaba con las manos, saltaba y bailaba sobra la cuerda como un profesional.

Anunció Juan su primer espectáculo, y corre la voz de casa en casa todos ríen y aplauden, hasta su hermano iba a ver los juegos y a veces se burlaba de sus acrobacias, tras horas de diversión cesaban los juegos y cada uno volvía a su quehacer.

En la pascua Juan hizo la primera comunión, ese día no hizo ningún trabajo material, se dedicó a leer y rezar, Dios hizo posesión de su corazón.

Al llega el invierno, murió la abuela, la violencia de su hermano Antonio era más frecuente y gracias a la agilidad de Juan se salvo de varias golpizas hasta que un día su madre tomó la decisión de que se fuera de su casa.

Pasaron tres años de arduo trabajo en la granja de los Moglia, Juan desempeñaba su trabajo con mucha dedicación, y también se daba tiempo para leer sus libros y entregarse a Dios con la idea de que algún día sería cura, porque todos le decían que necesitaba mucho dinero para realizar ese sueño y el respondía que dios resolvería esas dificultades. Es así que en esa temporada Juan aprendió a hablar con Dios.

La permanencia de Juan en la granja llego a su fin, su madre Margarita hizo arreglos para que su tío Miguel le ayudara con sus estudios, la ayuda llegó del sacerdote Calosso que pidió a Margarita que Juan se ponga a estudiar sin perder más tiempo, es así que Juan recibe la confianza paterna, sentido de seguridad y esperanza.

Los estudios progresaban rápidamente, así como el aprecio del sacerdote hacia Juan, que prometió resolver su porvenir aun cuando el falte, sin embargo una mañana le ataco un mal grave y casi sin hablar le entrego una llave que contenía 6 mil liras, para que terminase sus estudios, llegaron los sobrinos de Don Calosso y Juan les devolvió todo el dinero quedando a sus quince años sin dinero, sin planes para el futuro.

Con la perspectiva del matrimonio de su hermano Antonio, su madre Margarita divide la propiedad y deja la casa de Becchi a su hijastro mientras ella va a vivir con José a Sussambrino una granja en la que trabaja su hermano José le ayuda a pastar las vacas tiempo que aprovecha en leer es así que decide irse a Chieri pero no tienen en dinero suficiente por lo que Juan decide ir a pedir dinero a todos los caseríos y granjas diseminadas.

El 4 de noviembre parte Juan Bosco en compañía de su paisano Filippello rumbo a Chieri, en el camino le cuenta las peripecias pasadas y el deseo de convertirse en párroco, los jóvenes en su larga trayectoria no conocen de las luchas de la población contra la miseria de los salarios y los inhumanos horarios de trabajo.

Una vez en la escuela y luego de estar dos meses fue admitido para pasar el examen de la quinta clase, y luego a la cuarta, se destacó por su memoria y su dedicación al estudio, también por soñar acontecimientos que dejaban perplejos a todos, como en su pueblo de origen convencía a sus compañeros de clase en ser más responsables, formó una pandilla llamada la Sociedad de la Alegría, donde el mismo terminaba con oraciones. Llego un saltimbanqui que desafiaba a los jóvenes más ágiles a correr y saltar y amenazaba a las tardes de los domingos con sus compañeros entonces decidió desafiar al saltimbanqui ganándole en todas las apuestas devolviéndole el dinero apostado.

Formación sacerdotal.

Preocupado por sus escasos recursos económicos que le imposibilitaban seguir la formación sacerdotal, Juan presenta su solicitud en los franciscanos para la entrada a la orden, es aceptado con todos los votos, ya que cumple con todos los requisitos pedidos. Sin embargo su decisión cambió radicalmente debido a un sueño en donde veía frailes que lo desaconsejaban de ello. Con la orientación del padre José Cafasso y la ayuda del padre Cinzano, Juan ingresó en el Seminario Diocesano de Chieri.

El 25 de octubre Juan se quita la ropa de la gente corriente y viste una sotana negra entregándose por completo a la verdadera santidad, escribió siete propósitos que señalaban todo un camino de vida. Al ingresar al Seminario su madre le pidió que practique la virtud y si un día dudase de su vocación no deshonre el hábito.

Al ingresar al seminario imperaba un horario que se debía cumplir minuciosamente, el único momento en el que se podían relajar de tanta tensión era los recreos donde de daban apasionadas partidas de barajas en las que siempre ganaba por lo que decidió dar punto final al juego de cartas. Los días jueves se rompía la monotonía y recibía una bocanada de oxígeno porque le visitaba los socios de la sociedad de la alegría eran muchos jovencitos que le contaban novedades, se entretenía y hablaba con todos entre alegres risotadas.

En el siglo XIX, la Iglesia Católica europea estuvo fuertemente influenciada por un movimiento espiritual y teológico conocido como el Jansenismo fundado en el siglo XVII por el obispo Cornelio Jansen (1585 - 1638) y que creó un fuerte rigorismo moral basado en una interpretación literal de los textos de Agustín de Hipona. La ascética era la base de su espiritualidad que los alejaba de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía mientras promulgaban por un rigorismo moral extremo. Cuando Juan ingresó al Seminario de Chieri, esta posición teológica estaba en su apogeo en el Piamonte y al mismo tiempo era objeto de combate por notables personajes como el padre Cafasso, quien fue confesor de Don Bosco y por parte de los jesuitas, los que lograron que la Iglesia condenara dicha tendencia teológica.

Si bien el joven Juan Bosco sufrió el rigor del jansenismo en su formación sacerdotal en Chieri al someterse él mismo a penitencias extremas, ascetismo, la abstención al deporte y la elección limitada de amigos, la búsqueda diaria de la comunión desaconsejada por dicha corriente (sacrificaba el desayuno por ir a comulgar a la Iglesia de San Felipe) es visto como una muestra de que el joven seminarista tenía otra percepción de la Gracia en ámbito teológico católico. Una prueba de ello expuesta por sus biógrafos es que al final de su formación sacerdotal escoge entre sus propósitos a San Francisco de Sales como modelo de amabilidad. El Santo Obispo de Annecy, con la teología espiritual salesiana, fue una de las más destacadas respuestas al rigorismo jansenista en la época del apogeo de dicha corriente y sería uno de los pilares fundamentales del apostolado de Don Bosco al punto de darle su nombre a la Congregación que fundaría posteriormente en favor de los jóvenes.

De esta manera el joven seminarista Bosco de Asti fue ordenado sacerdote el 5 de junio

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