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Cristianismo


Enviado por   •  30 de Abril de 2014  •  2.633 Palabras (11 Páginas)  •  170 Visitas

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Cristianismo:

Es una religión abrahamica monoteísta de orígenes semíticos que se basa en el reconocimiento de Jesús de Nazaret, como su fundador y figura central. Sus seguidores creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el antiguo testamento, muriendo en redención de los pecados del género humano y resucitado después de su muerte.

Surgimiento:

El cristianismo surgió del judaísmo, por ello es que se hace necesario abundar en el mundo político-religioso judío con el fin de encontrar los comienzos del Cristianismo.

En medio de la confusión y de los conflictos de Judea, Jesús de Nazaret empezó su predicación pública. Jesús creció en Galilea, importante centro de los militantes zelotes. El mensaje de Jesús, era muy simple y básicamente dio seguridad a sus hermanos judíos de que no intentaba minar su religión tradicional:

“No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles cumplimiento”.

Según Jesús, lo importante no era el rígido fanatismo de la letra de la ley y el sometimiento a las reglas y a las prohibiciones, sino la transformación de lo íntimo de la persona a través del amor.

Básicamente era haz a los demás lo que te gustaría que los otros te hicieran, porque esto resume la ley y los profetas”.

"amar a Dios y al prójimo".

El mandamiento de Dios era muy sencillo, amar a Dios y al prójimo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente y con toda tu fuerza. El segundo mandamiento es: ama a tu prójimo como a ti mismo”.

En el Sermón de la montaña, Jesús manifestó los conceptos éticos —humildad, caridad y amor fraterno— que conformarían las bases del sistema de valores de la civilización occidental medieval. Como está claro, no coincidían con los valores de la clásica Civilización greco-romana.

Para las autoridades romanas de Palestina y sus aliados locales, el nazareno era un revolucionario en potencia capaz de transformar las esperanzas judías de un reino mesiánico en una revuelta contra. Roma. Por consiguiente, Jesús se descubrió como objeto de dificultades en diversos ámbitos, y al final fue entregado a las autoridades romanas.

El procurador Poncio Pilatos ordenó su crucifixión. Pero, esto no resolvió el problema, al contrario. Unos pocos fieles seguidores de Jesús difundieron la noticia de que Jesús había vencido la muerte, había resucitado y luego había ascendido a los cielos. Creer en la resurrección de Jesús se volvió un dogma importante de la doctrina cristiana. Jesús era aclamado ahora como el “ungido” (Cristo en griego), el Mesías, quien regresaría e instauraría el reino de Dios en la tierra.

El cristianismo comenzó como un movimiento religioso dentro del judaísmo, y así lo vieron las autoridades romanas durante muchas décadas. Aunque la tradición dice que Pedro, fundó la iglesia cristiana en Roma, el personaje más importante de los primeros tiempos del cristianismo —después de Jesús— fue Pablo de Tarso. Pablo se acercó a los no judíos y transformó el cristianismo de una secta judía en un movimiento religioso más amplio.

Si bien hubo gente que acepto a Jesús como el Mesías que salvaría a Israel de la opresión y establecería el reino de Dios sobre la tierra, Jesús habló de un reino celestial, y no de un reino terrenal:

“Mi reino no es de este mundo”.

Muchas veces saltaron revueltas anticristianas, llegando estas comunidades a separarse irremediablemente cuando los cristianos no apoyaron el levantamiento judío del año 66 d.C. Antioquía, considerada la cuna del cristianismo, extendió su influencia hacia el norte y el este. En el siglo I se levantaron iglesias en Roma y al parecer en España. A mediados del siglo II, éstas se habían diseminado a las provincias orientales del imperio y aparecían en el valle del Rhin y al norte de África. La importancia que cobró el cristianismo atrajo la atención de escritores como Plinio el Joven y Tácito, que describió cómo Nerón utilizó a los cristianos para desviar la hostilidad que había contra su persona. En el siglo III, al decaer los cultos tradicionales, el cristianismo se convirtió en una fuerza considerable. Cuando el emperador Constantino decidió aceptar el cristianismo, a principios del siglo IV, sus motivos fueron más bien políticos, pero significaron una decisión trascendental. El año 313 el Edicto de Milán consigna la libertad religiosa y la igualdad de derechos para los cristianos, la devolución de bienes expropiados a la iglesia y la abolición del culto estatal. Luego, el cristianismo fue establecido como religión oficial del imperio. Los acontecimientos que modificaron la posición de la iglesia fueron las invasiones de los germanos en Europa occidental durante el pontificado del papa León I (440-461) y el rapidísimo avance de Islam a partir del 635. A principios del siglo VIII la situación empeoró. En lugar de tener una iglesia unida, las disputas entre Roma y Constantinopla por obtener la primacía comprometieron la autoridad de la iglesia y en muchas regiones (Galia y España) las iglesias eran casi independientes.

Creencias:

El criterio general para basar las creencias se encuentra en sus escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, siendo la única fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular las de corriente protestante.

Otra fuente doctrinal importante son los credos, aunque no poseen necesariamente la unicidad de criterios para su aceptación, ya que pueden ser aceptados total o parcialmente, o rechazados en su totalidad, dependiendo de la denominación. Algunas tradiciones cristianas, tales como los bautistas y las Iglesias de Cristo, aceptan estas creencias, pero no el credo mismo, debido a que los credos son considerados en estos grupos como no pertenecientes a las escrituras. Todo lo anterior sucede también con otros escritos aunque no poseen tanta aceptación como la Biblia.

Existen enormes diferencias en las creencias de aquellos que se identifican como cristianos, aun así es posible plantear afirmaciones generales las que describen las creencias de una gran mayoría, entre las que destacan:

-Cristo crucificado, de Diego Velázquez Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo Testamento y el hijo de Dios. Las corrientes principales del cristianismo aseguran que es completamente Dios (o divino) y completamente humano: dos naturalezas en una persona.

-La Trinidad, La Trinidad, esto es, que Dios es un ser único y eterno

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