ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cristianismo


Enviado por   •  14 de Marzo de 2015  •  1.417 Palabras (6 Páginas)  •  188 Visitas

Página 1 de 6

La Ética del cristianismo

El cristianismo: causas de su aparición y su éxito. - El cristianismo como Religión de la pobreza. - Cristianismo y budismo. - Diferencia fundamental entre estas religiones y las precedentes. - Ideal socia1 del cristianismo. -Transformaciones del cristianismo primitivo.

Echando una ojeada sobre la Ética precristiana en la antigua Grecia, vemos que, no obstante la diversidad de ideas morales, los pensadores griegos estaban de acuerdo en un punto: veían la fuente de la moral humana en las inclinaciones naturales del hombre y en la razón. No se daban cuenta exacta de la verdadera naturaleza de estas inclinaciones, pero enseñaban que merced a su razón el hombre, al vivir en sociedad, desarrolla y fortalece las inclinaciones morales útiles para el mantenimiento de la vida social y no trataban de buscar un apoyo externo en las fuerzas sobrenaturales.

Tal fue la doctrina de Sócrates, de Aristóteles y en parte la de Platón y los primeros estoicos. Tan solo Platón introdujo en la moral un elemento semirreligioso. Pero por otro lado Epicuro, tal vez como contrapeso a la idea de Platón, proclamó un nuevo principio: la aspiración racional del hombre a la felicidad, al placer; en esta aspiración veía la fuente principal de la moral en el hombre pensante.

Al afirmar que, bien comprendida, la aspiración a la felicidad personal, a una vida íntegra, constituye la plenitud moral,Epicuro estaba en lo cierto: un hombre que ha comprendido que la sociabilidad, la justicia, la benevolencia para con sus semejantes conduce a cada uno y a toda la sociedad a la felicidad, no puede ser un hombre inmoral; en otras palabras, un hombre que ha reconocido la igualdad para todos e identifica sus goces con los de la comunidad, puede indudablemente encontrar en esta idea un apoyo para su moral. Pero al afirmar que la aspiración razonable a la felicidad conduce al hombre de por sí a tratar a los demás según los principios de la moral, Epicuro empequeñecía sin necesidad alguna las bases reales de la moral. Olvidaba que, a pesar de su egoísmo, tiene el hombre inclinaciones a la sociabilidad, posee un concepto de justicia, tiene una consciencia del ideal y de la belleza moral que en formas más o menos vagas se encuentra aún en los seres de más bajo nivel ético.

De este modo Epicuro disminuía la importancia de los instintos sociales del hombre. Por otro lado, no prestaba atención a la influencia del medio ni a la división en clases que es contraria a la moral, puesto que la estructura piramidal de la sociedad autoriza a unos lo que prohibe a otros.

En efecto, los discípulos de Epicuro, bastante numerosos en el imperio de Alejandro de Macedonia y más tarde en el Imperio romano, pudieron justificar su indiferencia ante los males sociales en la ausencia de un ideal ético basado en la igualdad y en la justicia (1).

Era inevitable que contra los males sociales de la época surgiera una protesta y ésta surgió abriéndose camino, como ya hemos visto, en las doctrinas de los estoicos y más tarde del Cristianismo.

Ya en el siglo V antes de nuestra era empezaron las guerras entre Grecia y Persia y estas luchas produjeron, poco a poco, la decadencia completa de las libres Repúblicas griegas, en las cuales habían alcanzado el arte y la Filosofía tan alto grado de desarrollo. Luego, en el siglo IV, se formó el reino macedónico y se iniciaron las expediciones militares de Alejandro el Magno hacia el centro del Asia. Las democracias independientes y prósperas de Grecia fueron sometidas al nuevo régimen de conquista. Alejandro, al traer de Oriente los esclavos y las riquezas de los pueblos saqueados, trajo consigo también la idea de la centralización y como consecuencia inevitable de ésta el despotismo político y el espíritu mercantil. Además, el encanto de las riquezas que había traído del Oriente despertó la envidia en los vecinos occidentales de Grecia y al final del siglo III antes de J. C. se inauguró la conquista de Grecia por parte de Roma.

Aquel foco de ciencia y de arte que fue Grecia quedó así convertido en una provincia del Imperio romano conquistador. El faro de la ciencia encendido en la Hélade, se apagó por varios siglos, mientras Roma, plagiando el centralismo

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com