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Desigignio De Amor De Dios Para La Humanidad

reynarojas0413 de Febrero de 2013

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EL DESIGNIO DE AMOR DE DIOS PARA LA HUMANIDAD.

I. LA ACCION LIBERADORA DE DIOS EN LA HISTORIA DE ISRAEL.

a) La cercanía Gratuita de Dios:

En todas las tradiciones culturales, las experiencias religiosas tienen una intuición del Misterio, es decir, una facultad de comprender las cosas al instante, sin necesidad de realizar complejos razonamientos, mostrando con frecuencia algún rasgo de Dios, es decir, la palabra de Dios se encuentra en cualquier cultura, y se manifiesta en distintas formas, mostrando el camino y las condiciones que debemos adquirir. Las formas en que Dios se muestra ante nosotros, lo hace de dos maneras 1) como origen de lo que es y 2) como medida de lo que debe ser.

El hecho de que Dios es el origen de todo, muestra que él ha puesto a disposición del hombre todos los bienes (algunos en forma de dones), que garanticen unas condiciones fundamentales de vida. Como don también nos entregó los mandamientos, enseñándonos a vivir de modo que nuestra sociedad alcance la realización y la felicidad a la cual está llamada.

Los diez mandamientos, que constituyen un extraordinario camino de vida e indican las condiciones más seguras para una existencia liberada de la esclavitud del pecado, contienen una expresión privilegiada de la ley natural. Enseñan la verdadera humanidad del hombre, ponen de relieve los deberes esenciales, los derechos fundamentales de la persona humana. En fin, constituyen las reglas primordiales de toda la vida social.

Sobre esta experiencia religiosa se destaca también, la revelación que Dios hace de Sí mismo al pueblo de Israel, de una manera sorprendente por la búsqueda humana de lo divino, en donde se manifiesta el amor de Dios por el hombre.

En esa cercanía gratuita de Dios se manifiesta la liberación de la esclavitud originando así la identificación colectiva del pueblo del señor a través de la conquista de la libertad y de la tierra que Dios le dona.

El hecho de que Dios es el camino de lo que debe ser, muestra a su vez, las condiciones que debe tener el actuar humano en el uso de los bienes (y dones) que él nos ha dado, condiciones que se manifiestan de manera personal y social, las condiciones personales se muestran a través de la confianza en sí mismo, el fiarse en uno mismo, sin necesitar de la aprobación de una fuerza externa, donde el individuo determine su propia conducta basada en su propia conciencia y no en leyes sociales que determinen como debe comportarse y actuar; las condiciones sociales se ven reflejadas en el amor al prójimo, el amor que debemos sentir por el hombre como un hermano, siendo todos hijos de Dios.

Cuando en las líneas anteriores se decía que “las experiencias religiosas tienen una intuición del Misterio, mostrando con frecuencia algún rasgo de Dios”, se puede decir, que uno de esos rasgos es el don que Dios le ha dado al hombre, como el don de la gratuidad, que se muestra en cualquier experiencia humana en su objetivo de convivencia con el resto del mundo. Dios y la Iglesia han buscado que el hombre utilice los dones de manera responsable y convival para lograr la plena felicidad de la sociedad. Es por ello que al hombre le llega del misterio la interpretación más clara y exacta de como alejarse del camino equivocado que lleva a la destrucción social: “todo lo que quieras que te hagan a ti, hazlo tu a ellos”

Dios pone de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los derechos fundamentales inherentes a la naturaleza de la persona humana y “Connotan la moral humana universal”

b) Principio de la creación y acción gratuita de Dios:

El principio de la creación por parte de Dios, se torna una reflexión profética y de sabiduría, mostrado a través del Credo de Israel, de manera teórica, referido a la creación de todas las cosas (Génesis 1-2,2) y otra que va, más allá del horizonte, referido a que la misma creación del Señor lo ha hecho en un actuar gratuito y de misericordia a la humanidad. Además de crear el universo, crea el ser y la vida para ocupar dicha creación, y es allí donde hace al hombre a su imagen y semejanza. Es por ello que el hombre debe reflejar un signo de gratuidad porque Dios le ha mostrado que él lo ha hecho de la misma manera.

Según lo expuesto anteriormente en el actuar gratuito de Dios Creador está inmersa la creación, y en ella la experiencia del pecado, que ha ido oscurecido y distorsionado los dones divinos de Dios. El pecado original, viene dado por la tentación y el desorden. El desobedecer a Dios, implica apartarse de su mirada de amor, y esto a su vez implica una ruptura consigo y con el resto de la humanidad. Es entonces, la ruptura originaria con Dios donde debe buscarse la raíz de todas las situaciones que acechan a las relaciones sociales, en contextos de la vida económica y política atentan contra la dignidad de la persona, contra la justicia y contra la solidaridad.

II. JESUCRISTO. CUMPLIMIENTO DEL DESIGNIO DE AMOR DEL PADRE

Es tan fuerte el actuar de Dios, que cuando se ofrece una interpretación de su misericordia, se vuelven tan cercanos que asumen los rasgos del hombre en Jesús, el Verbo hecho carne.

Reconocer el amor del Padre significa para Jesús inspirar su acción en la misma gratuidad y misericordia de Dios, generadoras de vida nueva, y convertirse así, con su misma existencia, en el ejemplo y modelo para sus discípulos.

Jesús se sitúa, en la línea del cumplimiento, no sólo porque lleva a cabo lo que había sido prometido para el pueblo de Israel, sino también, porque en Él se cumple el evento decisivo de la historia de Dios con la humanidad, la llegada del Mesías, salvador de la humanidad. Jesús se manifiesta tangiblemente y muestra de forma definitiva quién es Dios y cómo se comporta con la humanidad.

Jesús, hijo de Dios, vive profundamente y busca comunicar para todos los hombres, el amor de Dios, que es el mismo que existe en su unión intima con el Padre. Él anuncia la misericordia liberadora de Dios en relación con los pobres, los marginados, los pecadores, e invita a seguirlo porque Él es el primero que obedece al designio de amor de Dios como su enviado en el mundo.

La conciencia que Jesús tiene de ser el Hijo expresa que Él ha recibido todo, gratuitamente, del Padre: Todo lo que tiene el Padre es mío. Es por ello que el hijo de Dios, vino al mundo en busca de cultivar ese don divino, que Él recibió por parte de su Padre, el don de la gratitud y misericordia de Dios, para convertirse entonces en un ejemplo y modelo para sus discípulos. Y luego de su muerte y resurrección, enseñarnos a vivir en Él y para Él.

a) La revelación del Amor trinitario:

Existen distintos testimonios a través de la historia donde se muestra el Amor infalible e infinito de Dios Trinitario para el hombre, donde se muestra la revelación de Dios y el significado de la misión y encarnación de su Hijo Jesús.

El rostro de Dios, revelado progresivamente en la historia de la salvación, resplandece plenamente en el Rostro de Jesucristo Crucificado y Resucitado. Dios es Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, realmente distintos y realmente uno, porque son comunión infinita de amor. El amor gratuito de Dios por la humanidad se revela, ante todo, como amor fontal del Padre, es decir, un amor de parte de quien es la fuente, el origen del amor.

Realmente, el amor de Dios, como aparece en el Nuevo Testamento, es inefable, es decir no se puede explicar con palabras humanas. Que el amor de Dios es insondable, nos dice San Pablo, es decir, es tan profundo, que si se lanzara una sonda para encontrar hasta dónde llega, la sonda no tocaría fondo. Por eso nuestra incapacidad para comprender el amor de Dios, porque excede todo conocimiento

El mandamiento del amor recíproco, que constituye la ley de vida del pueblo de Dios, debe inspirar, purificar y elevar todas las relaciones humanas en la vida social y política: Humanidad significa llamada a la comunión interpersonal porque la imagen y semejanza del Dios trino son la raíz de todo, cuyo vértice es el mandamiento del amor. El moderno fenómeno cultural, social, económico y político de la interdependencia, que intensifica y hace particularmente evidentes los vínculos que unen a la familia humana, pone de relieve una vez más, a la luz de la Revelación”, un nuevo modelo de unidad del género humano, en el cual debe inspirarse en última instancia la solidaridad.

III. LA PERSONA HUMANA EN EL DESIGNIO DE AMOR DE DIOS

a) El Amor Trinitario, origen y meta de la persona humana.

La sociedad está llamada a vivir la unidad a través del amor, ya que el amor que forja el poder Trinitario: Padre, hijo y Espíritu Santo, son la comunión de un solo Dios, un Dios único y verdadero. El hombre no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás.

En el primer libro de la Sagrada Escritura se describe la creación del hombre y de la mujer a imagen y semejanza de Dios, ello encierra una enseñanza fundamental acerca de la identidad y la vocación de la persona humana.

Nos dicen que la creación del hombre y de la mujer es un acto libre y gratuito de Dios; que el hombre y la mujer constituyen, por su libertad e inteligencia, el tú creado de Dios y que solamente en relación con Él pueden descubrir y realizar el significado auténtico y pleno de su vida personal y social; que ellos, en su complementariedad y reciprocidad, son imagen del Amor trinitario en el universo creado; que a ellos, como cima de la creación, el Creador les confía la tarea de ordenar la naturaleza creada según su designio.

El libro del Génesis nos propone algunos fundamentos

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