ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Duns Escoto

Dul9429 de Septiembre de 2014

647 Palabras (3 Páginas)392 Visitas

Página 1 de 3

INTRODUCCIÓN

Llamado por sus contemporáneos "Doctor sutil" por la fineza y la profundidad de su doctrina, Juan Scoto nació en la aldea de Duns en Escocia en 1266, cuando Tomás de Aquino y Buenaventura de Bagnoregio estaban en el ápice de su producción científica.

DESARROLLO

Se formó y actuó en los dos mayores centros de estudios: Oxford y París. En la Universidad Oxford, caracterizada por la tradición "científica" de Grossatesta, de Roger Bacon y Peckham, aprendió una concepción extremadamente rigurosa del "procedimiento demostrativo"; en París, centro de la polémica entre tomistas, averroístas y agustinianos, maduró la necesidad de ir más allá de dichas contradicciones, apuntando, de una parte, a la autonomía y los límites de la filosofía y, de otra, al ámbito específico y la riqueza de problemas teológicos.

Alumno del convento franciscano de Haddington, Scoto vistió el hábito de san Francisco en 1278 de manos de su tío Elias. Estudió teología en Northampton, en Inglaterra, en donde fue ordenado sacerdote en 1291. Enviado a París en los años 1291-1296 para profundizar los estudios filosóficos y teológicos, volvió a Inglaterra, al estudio de los Hermanos menores anexo a la Universidad de Cambridge, en donde comenzó a comentar las Sentencias de Pedro Lombardo. De Cambridge pasó a Oxford (1300-1302) y de ahí a París (1302-1303). Habiendo rechazado junto con otros profesores de la Universidad el llamamiento del Felipe el Hermoso al concilio contra el papa Bonifacio VIII, fue obligado a dejar a París y a regresar a Oxford.

Escoto señala que, así como el objeto propio de la Teología es Dios en cuanto Dios, el objeto propio de la Metafísica es el ser en cuanto ser. Por eso la Metafísica no puede alcanzar a Dios sino en cuanto éste es ser. Pero si bien la Metafísica estudia al ser en cuanto ser y no a un tipo de ser en particular, se ve limitada para abordar su objeto al contar sólo con el conocimiento sensible. No conoce de modo directo a los seres inmateriales (ángeles, Dios). Para salvar esta desproporción entre el objeto de conocimiento de la Metafísica (el ser en cuanto ser) y su fuente de conocimiento (lo sensible), Escoto considera que se debe dar una noción de ser tan completamente abstracta que pueda aplicarse a todo ser en un mismo sentido (sentido unívoco). Por otro lado, esta noción de ser es la primera de todas, ya que el ser es lo primero que conoce el entendimiento.

Para alcanzar a Dios hemos de buscar la causa del ser (sentido unívoco) y no la causa del ser sensible, porque por este último camino llegamos a un primer motor que es él también parte del mundo. De ahí que sus demostraciones, si bien parten de nociones tomadas de la experiencia, prescinden de lo sensible y operan en el plano de lo posible, universal y necesario; ya que lo que vale para lo posible vale también para lo real, peno no se da necesariamente lo mismo a la inversa.

Escoto distingue distintos modos de ser, de entre los cuales los dos primeros son lo finito y lo infinito. Esta división es anterior incluso a la de las diez categorías de Aristóteles, puesto que las categorías, al implicar determinación (limitación), corresponden al ámbito de lo finito. Para demostrar la existencia de Dios, el metafísico debe probar la existencia del ser infinito.

En 1304, el Ministro General de la orden, Corza Hispano, que había sido su profesor, lo presentó a la Universidad de París para la consecución de la licencia en Sagrada Teología, que le fue conferida en 1305 y poco después la regencia del Estudio minorita. Pero, dadas las crecientes tensiones entre el emperador y el papa, Scoto fue llamado al Estudio de Colonia. Allí, luego de un año de enseñanza, murió en 1308 y fue sepultado en la Iglesia de san Francisco de esa ciudad. El dístico, esculpido sobre su tumba,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com