EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

Don de Plenitud de Cristo

• Los sacramentos de iniciación cristiana son Bautismo, Eucaristía y Confirmación.
• El sacramento de la confirmación debe ser recibido para la plenitud de la gracia bautismal, ya que nos une con la Iglesia y nos fortalece con una fuerza especial del Espíritu Santo.
• Una vez de haber recibido el sacramento, somos auténticos testigos de Cristo y quedamos en la obligación de extender y defender la fe tanto con nuestras palabras y obras.

1. LA CONFIRMACIÓN EN LA ECONOMÍA DE LA SALVACIÓN

• Como se recuerda en el Antiguo testamento, los profetas anunciaron que el Espíritu Santo reposaría sobre el Mesías, y cuando ocurrió el bautizo de Jesús descendió el Espíritu Santo, significando que él era el Mesías, el hijo de Dios.
• La plenitud del Espíritu Santo, no debía permanecer en el Mesías, sino que debía ser comunicada a todo el pueblo mesiánico, es por ello que los apóstoles comienzan a proclamar las maravillas de Dios. Los que creyeron fueron bautizados y recibieron el Don del Espíritu Santo.
• Los apóstoles comunicaban a los recién bautizados, mediante la imposición de las manos, el Don del Espíritu Santo, para así completar la gracia del bautismo, pero esta imposición significaba el origen del sacramento de la confirmación.
• Para darle mayor significado al don del Espíritu Santo, a la imposición de las manos se le añadió la unción del óleo perfumado (crisma), esto existe tanto en Oriente (llamado Crismación) y Occidente (llamado Confirmación, ya que confirma el bautismo y robustece la gracia bautismal)

1. DOS TRADICIONES: ORIENTE Y OCCIDENTE

1. LOS SIGNOS Y EL RITO DE LA CONFIRMACIÓN

• Para este sacramento tenemos el signo de la unción y el sello espiritual. Como sabemos la unción es un simbolismo antiguo y bíblico que significa: abundancia y alegría, purificación y agilidad, y signo de curación, ya que suaviza las contusiones y las heridas, por ende, el cristiano irradia belleza, santidad y fuerza.
• Igualmente tenemos 3 tipos de unción: Unción antes del Bautismo, realizada con el óleo de los catecúmenos y que significa purificación y fortaleza; Unción de los enfermos, que expresa curación y consuelo y la Unción del Crisma, signo de consagración, la cual es brindada para la Confirmación y Ordenación.
• Por medio de esta unción, el confirmando recibe el sello del Espíritu Santo, este sello marca la pertenencia total a cristo, la puesta a su servicio para siempre y nos indica la promesa de la protección divina.

1. LA CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN

• Un momento importante es la consagración del Santo Crisma, el cual es realizado por el Obispo el Jueves Santo, durante la misa crismal.
• En el rito romano, cuando la Confirmación se celebra separada del Bautismo, se inicia con la renovación de las promesas del Bautismo y la profesión de fe de los confirmandos, el cual constituye a la confirmación una prolongación del Bautismo. En este rito, el obispo Extiende las manos sobre los confirmandos, siendo este gesto digno del don del Espíritu Santo.
• En el rito latino, la confirmación es conferida por la unción de Santo Crisma en la frente.
• En el rito bizantino, la unción del Santo Crisma es realizada después de la oración de la epíclesis sobre las partes más significativas del cuerpo como: frente, ojos, nariz, labios, oídos, pecho, manos, pies y espalda.
• El rito de la confirmación concluye con el beso de la paz, que significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles.

1. EFECTOS DE LA CONFIRMACIÓN

• Efusión especial del Espíritu Santo.
• Nos introduce profundamente a la filiación divina.
• Nos une firmemente a Cristo.
• Aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo.
• Se crea el vínculo perfecto con la Iglesia.
• Nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo.
• Imprime en el alma una marca espiritual indeleble.

1. ¿QUIÉN PUEDE ADQUIRIR ESTE SACRAMENTO?

• Todo bautizado no confirmado, porque sin la Confirmación y la Eucaristía, el sacramento del Bautismo sería válido y eficaz, pero no quedaría completa la iniciación cristiana.
• La costumbre latina, tiene como punto de referencia para poder recibir la confirmación y es la edad del uso de la razón, aunque se encuentre en peligro de muerte se debe confirmar a los niños incluso si no han alcanzado la edad del uso de la razón.
• La preparación de este sacramento tiene como meta conducir al cristiano a una unión más íntima con Cristo, a una familiaridad más viva con el Espíritu Santo, con sus dones, acciones y sus llamadas, con el finde poder asumir mejor las responsabilidades apostólicas de la vida cristiana.
• Para poder recibir la Confirmación, es preciso hallarse en un estado de alegría y si es necesario hay que recurrir al sacramento de la Penitencia para ser purificado.

1. EL MINISTRO DE LA CONFIRMACIÓN

• El ministro originario es el obispo.
• En Oriente el ministro es el presbítero quien bautiza y confirma en una sola celebración, pero lo realiza con el Santo Crisma consagrado por el obispo o patriarca.
• En el rito latino, el ministro originario de la confirmación es el obispo, pero en caso de necesidad puede conceder a presbíteros la facultad de administrar dicho sacramento y eso es porque los obispos son los sucesores de los apóstoles y han recibido la plenitud del sacramento del orden.
• Si un cristiano está en peligro de muerte, cualquier presbítero puede darle la Confirmación.

EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y DE LA RECONCILIACIÓN

La forma más significativa de la reconciliación con Dios y con la Iglesia, es la confesión personal.

1. EL NOMBRE DE ESTE SACRAMENTO.

Este sacramento tiene 5 definiciones, entre ellas tenemos: Sacramento de conversión: la llamada de Jesús a la conversión, ya que este se había alejado por el pecado. Sacramento de la penitencia: proceso personal y eclesial de conversión, arrepentimiento y de reparación para el pecador. Sacramento de la confesión: la confesión de los pecados ante el sacerdote, como misericordia para el pecador. Sacramento del perdón: a través del sacerdote, Dios te absuelve y te concede el perdón y la paz. Sacramento de reconciliación: se le otorga al pecador el amor de Dios.

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