EL SANTO ROSARIO
firhelly5 de Octubre de 2012
3.124 Palabras (13 Páginas)917 Visitas
Cuando se reza el Rosario entre dos o más personas, hay un guía y los demás responden. Se alterna el modo de rezar los Padrenuestros y las Ave María: en el primer misterio el guía empieza y todos dicen la segunda parte; el siguiente se hace al revés, todos comienzan la oración y el guía responde, y así sucesivamente.
El "Gloria", las jaculatorias, las últimas oraciones y las letanías, siempre las inicia el guía.
* Se inicia con la Señal de la Cruz: por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos, señor, dios nuestro en el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo. amén.
* Se hace un acto de contrición: Senor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón de haber pecado, porque te ofendí a ti, que eres tan bueno y que tanto me amas, y a quien yo quiero amar sobre todas las cosas. Propongo firmemente, contu gracia, enmendarme y alejarme de las ocasiones de pecar, confesarme y cumplir la penitencia. Confío en que me perdonaras por tu infinita misericordia. Amén.
Guía: Abre, Señor mis labios.
Todos: Y mi boca proclamará tu alabanza.
Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Todos: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
* El guía menciona la intención con la que se reza el Rosario (dar gracias por algo, pedir por una necesidad, por el alma de un ser querido, etc…) Se anuncian los misterios que tocan reflexionar y se dice el correspondiente: ejemplo: "Primer misterio gozoso… La Encarnación…."
* Se reza un Padre Nuestro y diez Ave Marías, concluyendo con el "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo….."
* Luego una jaculatoria, ejemplo:
"Oh dulce corazón de María, sed la salvación del alma mía…
Sagrado corazón de Jesús, en voz confío…
María, es Madre de gracia y madre de misericordia… En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora".
“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno llevad al cielo todas las almas socorred especialmente a las más necesitadas de vuestra misericordia.”
* En el rosario por los difuntos la jaculatoria es:
Guía: Dales, Señor, el eterno descanso…
Todos: Y brille para él {ella} la luz perpetua.
Guía: Que descanse en paz…
Todos: Así sea.
Al concluir los cinco misterios, se rezan tres Ave Marías especiales, pidiéndoles a la Virgen Hija, Madre y Esposa, nos ayude a perseverar en las virtudes de la fe, esperanza y caridad, como sigue:
Guía: Dios te salve María, Hija de Dios Padre, virgen purísima y castísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia…..
Todos: Santa María, Madre de Dios…
Guía: Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, virgen purísima y castísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia….
Guía: Dios te salve María, Esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima y castísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia….
Guía: Dios te salve María Santísima templo y sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin mancha del pecado Original. Amén.
Dios te Salve…
Todos: Reina y Madre, madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ¡Ea! Pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, ¡Oh Clemente! ¡Oh Piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amen.
Guía: Y ahora, vamos a pedir a la Virgen que interceda por nosotros, invocándola con los títulos más bellos que durante siglos, el pueblo cristiano ha ido descubriendo en su honor
Se rezan luego las letanías, que significan súplica o ruego, ruegos públicos. Se inician con un acto de reconocimiento a Dios, por quien vivimos, nos movemos y existimos (Hch 17, 28). Confesando nuestra dependencia absoluta a Dios. Las siguientes proclaman la presencia de Dios (Jn 4,16). Y, finalmente las letanías a la Virgen, con las que se exaltan todas sus virtudes, sus atribuciones y los nombres que se le dan en distintos lugares. Se termina haciendo una oración a Dios Padre, por su Hijo Jesucristo.
Guía:
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo Ten piedad de nosotros
Santa Trinidad que eres un solo Dios Ten piedad de nosotros
Santa María Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes Ruega por nosotros
Madre de Jesucristo Ruega por nosotros
Madre de la Iglesia Ruega por nosotros
Madre de la Divina Gracia Ruega por nosotros
Madre purísima Ruega por nosotros
Madre castísima Ruega por nosotros
Madre inmaculada Ruega por nosotros
Madre Virgen Ruega por nosotros
Madre amable Ruega por nosotros
Madre admirable Ruega por nosotros
Madre del Buen consejo Ruega por nosotros
Madre del Creador Ruega por nosotros
Madre del salvador Ruega por nosotros
Virgen prudentísima Ruega por nosotros
Virgen venerable Ruega por nosotros
Virgen laudable Ruega por nosotros
Virgen poderosa Ruega por nosotros
Virgen clemente Ruega por nosotros
Virgen fiel Ruega por nosotros
Espejo de justicia Ruega por nosotros
Trono de la Sabiduría Ruega por nosotros
Causa de nuestra alegría Ruega por nosotros
Vaso espiritual Ruega por nosotros
Vaso insigne de devoción Ruega por nosotros
Vaso precioso de la Gracia Ruega por nosotros
Rosa mística Ruega por nosotros
Torre de David Ruega por nosotros
Torre de marfil Ruega por nosotros
Casa de oro Ruega por nosotros
Arca de la Alianza Ruega por nosotros
Puerta del cielo Ruega por nosotros
Estrella de la mañana Ruega por nosotros
Salud de los enfermos Ruega por nosotros
Refugio de los pecadores Ruega por nosotros
Consuelo de los afligidos Ruega por nosotros
Auxilio de los cristianos Ruega por nosotros
Reina de los Angeles Ruega por nosotros
Reina de los Patriarcas Ruega por nosotros
Reina de los Profetas Ruega por nosotros
Reina de los Apóstoles Ruega por nosotros
Reina de los Confesores Ruega por nosotros
Reina de las Vírgenes Ruega por nosotros
Reina de todos los Santos Ruega por nosotros
Reina concebida sin pecado original Ruega por nosotros
Reina llevada al cielo Ruega por nosotros
Reina del santísimo Rosario Ruega por nosotros
Reina de la paz Ruega por nosotros
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo óyenos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo ten piedad y misericordia de nosotros
Guía: OREMOS
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies las oraciones que te hacemos en nuestras necesidades. Antes bien, líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oh Dios, cuyo Unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida eterna: concédenos a quienes recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Cuando se rezan los misterios gozosos:
Te rogamos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María seamos libres de las tristezas presentes y gocemos de las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Cuando se rezan los misterios luminosos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Cuando se rezan los misterios dolorosos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Cuando se rezan los misterios gloriosos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.
Guía: Ave María Purisima…
...