Edad Media

El Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla, incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose en dicho movimiento también en todas las artes. En general se puede decir que es una actitud vital que se manifiesta en todos los aspectos de la vida y sus formas, en el arte, la política, la religión, la literatura, la poesía, y la música entre otros. Este movimiento nace en Europa en el último cuarto del siglo XVIII, inicialmente en Inglaterra y en Alemania y pasar a la primera década del XIX en Francia donde tiene su mayor florecimiento y desde donde se extendería a España, Italia, Rusia entre otros. Fue el argentino Esteban Echeverría quien, influido por su estadía en Francia, introduce el Romanticismo en nuestra América a través de la lírica con su poema Elvira o la novia del Plata de 1832. El Romanticismo se expandió también y renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del Neoclasicismo dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media en vez de en Grecia o Roma, su inspiración. Podemos decir también que es una reacción frente a las formas rígidas del clasicismo y del neoclasicismo. Se busca la libertad en las imágenes, en las ideas, en los Sentimientos, en la expresión y en los temas, buscando lo humano, lo nacional, lo heroico, lo divino y lo extraordinario. Con respecto al movimiento del Romanticismo se dice que su originalidad no sólo está en la expresión literaria sino también en su forma de vestir, léxico, en sus actitudes frente a la vida, en sus relaciones sociales y principios relativos al amor, el matrimonio y la muerte. Se considera a los contemporáneos retrasados en sus principios morales, sociales y artísticos, a estos se les llaman burgueses, tenderos y filisteos, de ahí, cierto tono anti burgués que estuvo presente con mayor o menor intensidad en la obra de un buen número de escritores románticos. Hoy en día la protesta del Romanticismo señala la inconformidad frente a todo lo existente y el anhelo de algo mejor. El papel de la razón como inspiración y como guía ha desaparecido para los románticos, solo queda el predominio de la imaginación y de la sensibilidad. Pero el romanticismo no fue sólo un fenómeno literario, nació ligado igualmente a otras corrientes de pensamiento político y social, el Liberalismo, el Socialismo y el Comunismo y se aferra a una profunda voluntad de trascendencia histórica. El romanticismo europeo y el latinoamericano aunque partieran de las mismas bases, se puede concluir que no eran las temáticas lo que diferenciaba a los dos romanticismos sino el uso de estas. Mientras que los europeos querían verse independientes de sus reyes y la iglesia, lo americanos querían expresarse después de estar reprimidos tanto tiempo y también dar duras criticas a diferentes personajes o ideologías. Usaban sus herramientas a su conveniencia pero siempre de una manera adecuada. Algunas veces los escritos expresaban críticas y otras veces halagos o sencillamente hablaban de lo hermoso que es el mundo con su naturaleza y los sentimientos del ser humano. La nacionalidad por ejemplo, es un aspecto que es igualmente tratado importante en Europa que en América pero el uso es diferente. En Europa hablan de la raza, antiguas batallas y fundaciones de pueblos y ciudades mientras que en Colombia usando el mismo tema y dándole la misma importancia, el uso es distinto. En América se recopilan cuentos indígenas y leyendas que reviven la alergia de otros tiempos y recuerdan la nacionalidad. El romanticismo, más que un movimiento es un nuevo modo de vida en todos los aspectos a saber en lo social, lo político, lo literario, lo filosófico y todo lo que tenga que

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