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El Casi Cristiano


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2014  •  16.962 Palabras (68 Páginas)  •  272 Visitas

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EL CASI CRISTIANO(SERMON JUAN WESLEY)

Por poco me persuades a ser cristiano (Hechos 26:28).

Existen muchas almas que hasta este punto llegan: pues desde que se estableció en el mundo la religión cristiana, ha habido un sinnúmero, en todas épocas y de todas nacionali¬dades, que casi se han decidido a ser cristianos. Mas viendo que de nada vale ante la presencia de Dios, el llegar tan só¬lo hasta este punto, es de la mayor importancia que conside¬remos:

Primero, lo que significa ser casi cristiano.

Segundo, lo que es ser cristiano por completo.

1. (I). 1. El ser casi cristiano quiere decir: en primer lugar, la práctica de la justicia pagana; y no creo que ninguno ponga en duda mi aserción, supuesto que la justicia pagana abraza no sólo los preceptos de sus filósofos, sino también esa rectitud que los paganos esperan unos de otros y que muchos de ellos practican. Sus maestros les enseñan: que no deben ser injustos ni tomar lo que no les pertenece sin el consentimien¬to de su dueño; que a los pobres no se debe oprimir ni hacer extorsión a ninguno; que en cualquier comercio que tengan con ellos, no se ha de engañar ni defraudar a ricos ni a pobres; que no priven a nadie de sus derechos y si fuere posible, que nada deban a ninguno.

2. Más aún: la mayoría de los paganos reconocían la ne¬cesidad de rendir tributo a la verdad y a la justicia y aborre¬cían, por consiguiente, no sólo al que juraba en falso, ponien¬do a Dios por testigo de una mentira, sino también al que acusaba falsamente a su prójimo calumniándolo. En verdad que no tenían sino desprecio para los mentirosos de todas clases, considerándolos como la deshonra del género humano y la peste de la sociedad.

3. Además: esperaban unos de otros cierta caridad y

misericordia; cualquier ayuda que se pudieran prestar sin de¬trimento propio. Practicaban esta benevolencia, no sólo al prestar esos pequeños servicios humanitarios que no causan al que los hace gusto ni molestias, sino también alimentando a los hambrientos; vistiendo a los desnudos con la ropa que les sobraba, y en general, dando a los necesitados lo que no les hacía falta. Hasta tal punto llegaba la justicia de los paga¬nos; justicia que también poseen los que casi son cristianos.

(II). 4. La segunda cualidad del que casi es cristiano, es que tiene la apariencia de piedad, de esa piedad que se menciona en el Evangelio de Jesucristo, que tiene las señales exteriores de un verdadero cristiano. Por consiguiente, los que casi son cristianos no hacen nada de lo que el Evangelio prohíbe: no toman el nombre de Dios en vano; bendicen y no maldicen; no juran jamás, sino que sus contestaciones son siempre: sí, sí; no, no; no profanan el día del Señor ni permi¬ten que nadie lo profane, ni aun el extranjero que está den¬tro de sus puertas; evitan no sólo todo acto de adulterio, for¬nicación e impureza, sino aun las palabras y miradas que tienden a pecar de esa manera; más aún toda palabra ociosa, toda clase de difamación, crítica, murmuración, “palabras torpes o truhanerías,” e?t?ape??a, cierta virtud entre los mora¬listas paganos; en una palabra, se abstienen de toda clase de conversación que no “sea buena para edificación” y que por consiguiente, contrista “al Espíritu Santo de Dios con el cual estáis sellados para el día de redención.”

5. Se abstienen de beber vino, de fiestas y glotonerías, y evitan hasta donde les es posible, toda clase de contención y disputas; procurando vivir en paz con todos los hombres. Si se les hace alguna injusticia, no se vengan ni devuelven mal por mal. No injurian, no se burlan ni se mofan de sus prójimos por razón de sus debilidades. Voluntariamente no lastiman, ni afligen, ni oprimen a nadie, sino que en todo ha¬blan y obran conforme a la regla: “Todas las cosas que qui-sierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos.”

6. En la práctica de la benevolencia, no se limitan a obras fáciles y que cuestan poco esfuerzo, sino que trabajan y sufren en bien de muchos, a fin de proteger eficazmente a unos cuantos por lo menos. A pesar de los trabajos y las penas todo lo que les viene a la mano lo hacen según sus fuerzas, ya sea en favor de sus amigos o ya de sus enemigos; de los buenos o de los malos, porque no siendo “perezosos” en este o en cualquier otro “deber,” hacen toda clase de bien, según tienen oportunidad, a “todos los hombres;” a sus almas lo mismo que a sus cuerpos. Reprenden a los malos, instruyen a los ignorantes, fortifican a los débiles, animan a los buenos y consuelan a los afligidos. A los que duermen espiritualmen¬te procuran despertar, y guiar a aquellos a quienes Dios ya ha movido, al “manantial abierto…para el pecado y la in¬mundicia,” a fin de que se laven y queden limpios; amones¬tando también a los que ya son salvos por la fe a honrar en todo el Evangelio de Cristo.

CONTINUA....

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Re: EL CASI CRISTIANO(SERMON JUAN WESLEY)

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Publicado: ‎07-06-2009 11:42 PM

7. El que tiene la forma de la santidad usa también de los medios de gracia, de todos ellos y siempre que hay la oportunidad. Con frecuencia asiste a la casa de Dios y no co¬mo algunos, quienes se presentan ante el Altísimo cargados de cosas de oro y joyería, mostrando vanidad en el vestido y, ya sea por sus mutuas atenciones, impropias de la ocasión, o su impertinente frivolidad, demuestran que no tienen la for¬ma ni el poder de la santidad. Pluguiese a Dios que no hu¬biera entre nosotros algunas personas de esta clase, que en¬tran al templo mirando por todas partes y con todas las se¬ñales de indiferencia y descuido; si bien algunas veces pa¬rece que piden la bendición de Dios sobre lo que van a hacer; quienes durante el culto solemne se duermen o toman la pos¬tura más cómoda posible, o conversan y miran para todas partes, como si no tuvieran nada serio que hacer y Dios es¬tuviese durmiendo. Estos no tienen ni la forma de piedad;

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