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El Escudero De Dios


Enviado por   •  5 de Julio de 2014  •  2.699 Palabras (11 Páginas)  •  706 Visitas

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Terry Nance

El Escudero de Dios,

Resumen:

I. LA REVELACION DE UN ESCUDERO

El fundamento bíblico que se tiene acerca del Escudero lo encontramos en 1 Samuel 16:21 David fue a Saúl y le servía; y Saúl lo amó grandemente y lo hizo su escudero. Según este pasaje de la Escritura, el escudero era el responsable de llevar el escudo de su amo en medio de la batalla, es decir, tenía la responsabilidad de velar por la seguridad del oficial. El espíritu de un escudero es dar su vida por otro u otros, especialmente este espíritu recae en todo aquel cristiano que ha sido llamado a cualquiera de los 5 Ministerios: Apóstol, Profeta, Evangelista, Maestro y Pastor.

Al desarrollar el espíritu de escudero somos liberados de la rebeldía y las contiendas. Y esto se logra cuando nos sabemos someter a nuestro pastor. Quien no se sabe someter a las autoridades que Dios pone aquí en la tierra, difícilmente podrá decir que se somete a Dios.

II. LA FUNCION DE UN ESCUDERO

A continuación el autor expone algunos deberes que todo escudero debe respetar para librarse de cualquier indicio de rebeldía, contienda, competencia y rencor… un escudero:

1. Debe fortalecer a su líder. El escudero siempre demostrará y producirá una actitud de fe y paz. Es de gran alivio para el pastor saber que no tiene que sostener a su asistente física, mental y espiritualmente.

2. Debe tener un hondo sentido de respeto hacia su líder; y aceptación y tolerancia a la personalidad del líder y su forma de hacer las cosas. La forma como mi pastor hace las cosas será diferente a como yo las haría, por lo tanto, esta diferencia no debe causarme problemas entre mi pastor espiritual y yo; estar dispuesto a seguir el plan que siga mi pastor, aunque nuestros métodos sean diferentes, nuestra meta es la misma y habrá unión entre los dos.

3. Debe entender los pensamientos de su líder instintivamente. En lugar de quejarme de las diferencias, comenzaré a concentrarme y a confesar en las áreas donde estemos de acuerdo; “En el Nombre de Jesús, yo entiendo la forma de pensar de mi pastor y estoy de acuerdo con él en el espíritu de entendimiento”.

4. Debe caminar de acuerdo con su líder y estar sujeto a él. Debo tener bien establecido en mi corazón Romanos 13:1,2 “TODA alma se someta á las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas. Así que, el que se opone á la potestad, á la ordenación de Dios resiste: y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí”. Quien no se somete a las autoridades puestas por Dios es rebeldía y la rebeldía es el principio sobre el cual Satanás y su reino operan.

5. Debe hacer que el ascenso de su líder sea su meta más importante. Ser imitadores de Jesucristo que sacrificó sus propios deseos para cumplir la voluntad del Padre. Si yo hago lo mismo, Dios me exaltará, sin importar las circunstancias que pueda enfrentar.

6. Debe poseer una fuerza inagotable para lanzarse, empujar y forzar su camino hacia adelante sin darse por vencido a pesar de ser maltratado. Llegarán momentos que seremos juzgados injustamente, quizá por nuestro pastor, pero no permitiremos que Satanás ponga resentimiento en nuestro corazón; aprender a entregarle la situación al Señor y soportar lo que venga con paciencia; Si fui reprendido por mi pastor injustamente y yo se que tenía la razón de lo que hice, no le daré lugar a la carne y me pondré a orar y quedarme ahí soportándolo hasta que Dios me dé la victoria.

7. Debe seguir las órdenes inmediata y correctamente. Para ser un buen líder tiene que ser un buen seguidor poniendo cuidado a las cosas con rapidez y eficacia: 1º Asegurarme de tomar nota de todo; 2º Pedir a mi pastor o líder que me explique lo que no entienda; y 3º Tratar de que sus órdenes sean prioritarias.

8. Debe apoyar a su líder. El trabajo del escudero es levantar, sostener, mantener y defender a nuestro líder, estando presente para que en momentos de necesidad él se apoye en nosotros. Como escuderos no debemos ser como aquellos líderes que su único deseo y meta es estar delante de la congregación y predicar, porque Dios nos ha llamado para levantar nuestro escudo de fe y protegerlo de las palabras hirientes de la gente y de los dardos encendidos del diablo.

9. Debe ser un gran comunicador. La comunicación es lo más importante para establecer una relación con mi líder; es la única forma de crear confianza entre el pastor y sus líderes. Un principio para una buena comunicación es “nunca esconderle nada a nuestro pastor”. El secreto es una trampa que Satanas le tiene a los ingenuos.

10. Debe tener una disposición buena y ardiente para ganar victorias para su líder. Como escudero dondequiera que vaya y cualquier cosa que haga, estoy representando a mi pastor. El escudero debe esforzarse por representar bien a su pastor ante todo hombre. Un verdadero escudero cada día confía en Dios por un espíritu de humildad, mansedumbre, perdón, pureza y una conciencia clara.

11. Debe tener la habilidad de ministrar fuerza y valor a su líder. El escudero tiene la habilidad de enfrentar dificultades y peligros con firmeza y audacia. Todo escudero debe tener cuidado cuando una parte de la congregación están listos para hacerte capitán en lugar del pastor, según porque tú los guiarás por el camino que ellos quieren ir… CUIDADO!!! Porque esto es un engaño y una tentación de Satanás.

III. ESCUDEROS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

En el Antiguo Testamento encontramos 4 ejemplos de escuderos:

1º El escudero de Abimelec. Abimelec Tomó la ciudad de Tebés, pero al acercarse a la torre donde se habían refugiado algunos de sus habitantes, una piedra de molino que una mujer le dejó caer, le partió el cráneo, al verse herido de muerte pidió a un escudero que lo matara a espada para que no se pudiera decir que una mujer lo había asesinado. La lealtad y obediencia de su escudero le dio el honor a Abimelec (Jueces 9:45-55).

2º El escudero de Saúl. El rey Saúl y su ejército estaban peleando contra los filisteos y estaban perdiendo. Al darse cuenta de que la derrota era inminente, el ejército de Saúl dio la vuelta y huyo. Sus hombres, incluyendo sus hijos, fueron muertos y Saúl fue herido por flechas. El miró a su escudero y le ordenó “Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen y hagan burla de mí. Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Por lo cual Saúl tomó su espada y se echó sobre ella” (1 Samuel 31:4).

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