El dogma dice que en Cristo hay una sola persona, la persona divina del logos (el Verbo de Dios, Palabra de Dios) y dos naturalezas, subsistentes las dos en una misma persona divina.

Teología II:

TEMA ESPECIAL LA UNION HIPOSTATICA

LA DOCTRINA DE LA IGLESIA LA UNIDAD DE LA PERSONA DE CRISTO

La naturaleza divina y la humana se hallan en Cristo unidas hipostáticamente, es decir, en unidad de persona (de fe).

El dogma dice que en Cristo hay una sola persona, la persona divina del logos (el Verbo de Dios, Palabra de Dios) y dos naturalezas, subsistentes  las dos en una misma persona divina.

Cristo con su propia carne es un ser único, es decir una sola persona, es Dios y hombre al mismo tiempo.-

Cristo no es portador de Dios sino Dios verdaderamente.-

La unión de las dos naturalezas no es sustancial (el cuerpo y alma unida forman una substancia, eso en los hombres, la nuestra es substancial), en cambio a Jesús se le adosa la naturaleza divina  (se une por la persona que es él, que es el hijo de Dios). No es ni más hombre ni más Dios. Ambas naturalezas se van alternando, no predomina una sobre otra, si en algún momento ocurre es por un tiempo determinado.

Ejemplos:

De naturaleza humana: oración en el huerto de los olivos, sudor de sangre al hablar con su padre, es una reacción química al miedo, siente su pasión, le pide al Padre si puede pasar por alto u obviar la pasión que está por venir.

Padre por qué  me abandonaste: desgarramiento emocional, grito al  momento de la muerte.

Demuestra su naturaleza Divina, cuando cura, hace milagros, predice.-

Las propiedades humanas y divinas de que nos hablan las Sagradas Escrituras y los Santos Padres no deben repartirse entre dos personas o hipostasis ( el hombre Cristo y el Logos-Dios), sino que deben referirse al único Cristo, el Logos encarnado. El Logos divino fue quien padeció en la carne y fue crucificado, muerto y resucitó.

La Santísima Virgen María es Madre de Dios porque pario según la carne al Logos-Dios encarnado.

El concilio de Calcedonia precisa mas la unión de las dos naturalezas definiendo que constituyen una sola persona y una sola hipostasis.

PRUEBA POR LAS FUENTES DE LA REVELACION

1. Doctrina de las Sagradas Escrituras: según la enseñanza dogmatica Cristo es Verdadero Dios y verdadero hombre.  El Logos Divino se hizo hombre sin dejar de ser Dios ( ppio de inmutabilidad, Dios siempre es Dios, no muta en otra cosa, no cambia). Por lo tanto, después de la encarnación, el Logos es poseedor de la naturaleza divina y al mismo tiempo de la naturaleza humana;  o sea, es Dios y verdadero hombre. La absoluta inmutabilidad de Dios no permite entender la kenosis como renuncia a la naturaleza divina, sino únicamente como desasimiento de la majestad divina, se despoja de la superioridad que tiene sobre toda la creación. Por lo tanto Dios se despoja de los atributos divinos (omnipresencia –está en todas pates-, omnisencia-lo sabe todo) en el momento de la encarnación, no de su naturaleza divina. Entonces el Cristo que se manifiesta en forma de siervo es una persona divina que posee una naturaleza divina y una humana.
2. Testimonio de la tradición: los santos padres citan los símbolos de fe católica en los cuales se dice de un mismo Jesucristo que es hijo de Dios y que ha nacido de Maria Virgen (el Credo). La Iglesia utiliza el termino substancia (traducido a veces también por esencia o naturaleza) para designar el ser divino en su unidad; el termino persona o hipostasis para designar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en su distinción real entre si; el termino relación para designar el hecho de que su distinción reside en la referencia de cada uno a los otros. La Trinidad es una, no confesamos tres dioses, sino un solo Dios en tres personas: “la Trinidad consubstancial”. Las personas divinas no se reparten la única divinidad sino que cada una de ellas es enteramente Dios. Cada una de estas tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina. El acto de la unión hipostática fue realizado en común por las tres divinas personas (de fe). El símbolo del concilio XI de Toledo declara: “es necesario creer que la encarnación del Hijo de Dios es obra de toda la trinidad, porque las obras de la Trinidad son inseparables. La encarnación activa, es decir la realización de la misma, es atribuida al Espíritu Santo, que es el amor personal de Dios: “fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo”.

La segunda persona de la Trinidad es la única que se hizo hombre (de fe).

A pesar de la consubstancialidad de las tres divinas personas, al ser estas distintas entre sí, no están unidas a la naturaleza humana directamente; sino que lo hacen indirectamente mediante la persona del Logos.

EL COMIENZO DE LA UNION HIPOSTATICA

La unión hipostática de la naturaleza humana de Cristo con el Logos Divino tuvo lugar en el instante de la concepción (de fe).

DURACION DE LA UNION HIPOSTATICA:

1. La unión hipostática no se interrumpió jamás ( sentencia cierta). La muerte de Cristo rompió la unión de su cuerpo y su alma, pero no rompió la unión que había entre su divinidad y su humanidad (o las partes de estas). El cuerpo y el alma aun después de su separación mutua siguieron estando unidos hipostáticamente con el Logos Divino.
2. La unión hipostática no cesara nunca ( de fe). La ininterrumpida duración en el futuro de la unión hipostática se halla testimoniada en Lucas I, 33: “y reinara en la casa de Jacob por siempre; y su reino no tendrá fin”. La carta a los hebreos da testimonio de la eterna duración del sacerdocio de Cristo: “mas este (Cristo), por cuanto permanece para siempre, posee un sacerdocio inmutable” (7,24). Y Cristo es precisamente sacerdote como Dios-Hombre.

Hay diversas doctrinas que se oponen a lo descripto hasta aquí. Por ejemplo:

1. El origenismo: según esta herejía el alma de Cristo preexistía ya antes de la encarnación y estaba unida con el Logos Divino.
2. La concepción gnóstica: según la cual el Logos no bajo al hombre Jesús sino hasta el momento del Bautismo. Esta doctrina herética prometía a sus seguidores conseguir un conocimiento intuitivo, misterioso y secreto de lo divino.
3. Doctrina herética opuesta: el nestorianismo. Acá se pone de manifiesto que el hijo de la virgen Maria es distinto al Hijo de Dios. Hay dos naturalezas en Cristo y también existen en El dos sujetos o personas distintas. Santo Tomas rechaza esta doctrina como herética por reducir a una unión simplemente accidental la unión hipostática entre las dos naturalezas de Cristo.
4. Doctrina herética opuesta: el monofisismo. Manifiestan que en Cristo no había más que una sola persona y una única naturaleza. Los partidarios de esta doctrina estaban en desacuerdo con que la divinidad y la humanidad estén unidas para formar una sola naturaleza. Unos proponían  que la naturaleza humana se transformaba en la naturaleza divina o que era absorbida por ella; otros preferían recurrir a una fusión de las dos naturalezas en una tercera y nueva naturaleza; otros enseñaban la composición de ambas naturalezas en forma semejante a como están unidos el cuerpo y el alma del hombre.
5. Doctrina herética opuesta: el monotelismo. Con respecto a la dualidad de voluntades y operaciones, esta doctrina plantea que si bien hay dos naturalezas, hay una sola voluntad, que es la divina, y un solo género de operación, de esta forma, la naturaleza humana no tiene otra significación que la de un instrumento sin voluntad en manos del Logos Divino.

CARÁCTER SOBRENATURAL Y ABSOLUTAMENTE MISTERIOSO DE LA UNION HIPOSTATICA

1. LA UNION HIPOSTATICA COMO GRACIA: La asunción de una naturaleza creada a la unidad con una persona divina, es algo  absolutamente sobrenatural. Es una gracia en el plenísimo sentido de la palabra, lo cual significa que es un don sobrenatural de Dios.
2. LA UNION HIPOSTATICA COMO MISTERIO: La unión hipostática es misterio de fe, cuya realidad no podía alcanzarla la razón humana antes de la revelación, y cuya posibilidad intrínseca tampoco se puede demostrar positivamente después de la revelación. Es el misterio central de la fe cristiana al cual se ordenan todos los otros misterios.

La unión hipostática como misterio estrictamente, supera la capacidad de la razón humana, pero no se opone a ella, pues existe perfecta armonía entre el saber y la fe.

CONSECUENCIAS DE LA UNION HIPOSTATICA

Jesucristo aun como hombre es hijo natural de Dios. La Sagrada Escritura no llama jamás al hombre Cristo hijo adoptivo de Dios, sino hijo propio y unigénito de Dios; Juan 3,16 dice: “Tanto amo Dios al mundo que le dio su hijo unigénito”.

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