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¿ El mensaje central de la Biblia gira en torno a Jesús tanto en el Antiguo testamento como en el Nuevo ?


Enviado por   •  23 de Marzo de 2019  •  Ensayos  •  1.535 Palabras (7 Páginas)  •  1.071 Visitas

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¿ El mensaje central de la Biblia gira en torno a Jesús tanto en el Antiguo testamento como en el Nuevo ?

Podemos ver a Cristo en toda la biblia, desde principio a fin, de génesis hasta apocalipsis, podemos verlo desde un comienzo con la expresión del carácter de Dios, el Dios trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, la escritura comienza diciendo; "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas." (Gn 1:1); " Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra" (Gn 1:26).

Estoy de acuerdo que la biblia no solo gira en torno a Jesús, sino que también la biblia trata de Jesús, desde el principio como el texto anterior lo evidencia, podemos ver el acto de Cristo en la creación del hombre, su mano poderosa estuvo en la confección de cada organismo del universo y cada célula de nuestro cuerpo, lo que nos enseña su total y completa soberanía desde el principio, ya que las cosas fueron hechas por él y para él. En el evangelio de Juan 1:1-4 nos dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres." En Romanos 11: 36 la palabra nos dice: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén." Es muy importante destacar que Jesús no solo interviene en el acto de la creación, sino que también en el plan de redención para la humanidad que como Dios trino acordaron para cuando la gran caída ocurriese.

Este plan comienza con la promesa de Dios, estableciendo que vencerá a Satanás mediante aquel hijo que vendría a pisar la cabeza de la serpiente, “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el talón”( Gn 3:15). Claramente, esta es una metáfora que en su contexto debe ser contrastada con el golpe que la serpiente recibe (la herida en su cabeza), y lo que esta acción involucra: el derramamiento de sangre en sustitución, porque la paga del pecado es muerte (He.9:22). Génesis 3:15 transita por todo el Antiguo Testamento, creando la expectativa de un Redentor quien sería descendiente (la “simiente”) de Adán y Eva.

El redentor es el clímax de la bendición que Dios hiso a Abraham en Génesis 12:2-3: "Y te bendeciré  y serán benditas en ti todas las familias de la tierra", desde el momento en que Dios prueba con fuego la fe de Abraham con su hijo Isaac, donde le indica lo siguiente: "Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré" (Gn 22: 2). Misteriosamente en este pasaje Dios revela la forma en que moriría su Hijo amado, el Cristo, el Redentor, la perfecta Trinidad, Dios mismo, entregado como sacrificio para pagar la deuda del pecado y así con ello anular la maldición de Génesis 3:14-17.  

Cristo es la dulce bendición de Dios otorgada a la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob, la que también resplandece en la vida de David, el Rey de Israel escogido por Dios, prometiendo que el trono de su reino estará firme para siempre y que de su linaje vendría el Rey ungido, el Mesías, el Salvador del mundo, mi salvador, Jesucristo.

En la historia del Antiguo Testamento, Jesús no puede ser obviado, quitado o separado como el centro y el foco de las líneas de cada página de la escritura, no se puede olvidar la bendición de Dios planeada en Cristo para el pueblo de Israel y la futuras generaciones, ya que por consecuencia de la desobediencia de Israel ante Dios, su idolatría a otros dioses, y el alejamiento constante con su Señor, sufren la destrucción de la nación, la división del reino, la destrucción del templo, invasiones y el tormentoso exilio, descritos en la mayoría de los libros del Antiguo testamento. Los libros proféticos del A.T, nos muestran como Dios renueva su bendición y pacto usando a los profetas para expresar su mensaje, su voz era exhalada a través de ellos, con la tonalidad y esencia del éxodo, ya no con Moisés como Director de Orquesta, si no que con aquel siervo sufriente relatado en Isaías 42 al 43, el rey ungido con el Espíritu de Dios, quien gobernara por siempre con sabiduría y justicia. ¡Jesucristo el Rey!

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