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El mito de las cabezas colosales


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2014  •  Ensayos  •  2.279 Palabras (10 Páginas)  •  551 Visitas

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El mito de las cabezas colosales

La historia que se ha contado en torno a la civilización de los olmecas siempre ha estado rodeada de mitos. Los “Habitantes de la región del hule” llamados así por la abundancia de ese árbol, dejaron como huella de su existencia unos cuantos edificios construidos con adobe y las cabezas humanas colosales (de 1.60 a 3 metros de altura) que dieron pauta a la narración de historias fantásticas, como la que nos cuenta que dichas cabezas eran solo el inicio de esculturas aun mas grandes. En 1871 la cultura olmeca volvió a acaparar el interés científico después de que el geógrafo, mexicano J. M. Melgar asegurara en sus investigaciones que dichas cabezas presentaban rasgos negroafricanos.

Hasta ahora, solo se han descubierto 12 de estas obras: cuatro en La Venta, dos en Tres Zapotes y seis en San Lorenzo, todas ellas orientadas hacia el norte (su peso oscila entre 6 y 25 toneladas, dependiendo de su tamaño). Las cabezas, que algunos llaman negroides por sus gruesas facciones (propias de algunos pueblos africanos) o mongoloides por los ojos en forma oblicua (característica de los habitantes de Asia), están cubiertas por una especie de casco que bien pudieran simbolizar a la clase rica y militar dominante de aquella época. Otras esculturas similares de 75 centímetros de altura fueron halladas en la Laguna de los Cerros y portan una mascara de jaguar (animal adorado por esta cultura) que hacen recordar a uno de los mas altos cargos militares de las civilización azteca. Algunos investigadores sugirieren que estas esculturas servirían de recipientes para líquidos (agua o sangre). Según la teoría del antropólogo estadounidense Charles Wicke, las cabezas habrían sido esculpidas una cada 12 años, siendo todas ellas probablemente pintadas con colores vivos (debido a que en San Lorenzo existen fragmentos morados que confirmarían esta hipótesis).

Una segunda teoría propuesta por el antropólogo mexicano Ignacio Bernal asegura que a los niños olmecas se les deformara la cabeza por costumbre, siguiendo un sistema tabular oblicuo que consistía en colocar una tablilla sobre la frente del recién nacido, con lo que moldeaban circularmente el cráneo, así, los supuestos cascos en las esculturas no serian otra cosa mas que moldes para causar dicha deformación.

La tercera y última teoría explicada por Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590): “Y los señores de los cautivos en la guerra, danzando y cantando, llevaban las cabezas de los cautivos asidos de los cabellos, colgadas de las manos derechas”. Esta versión, comparada con una figura aparecida en una estela de Coatepec de hechura olmeca que muestra la decapitación de un enemigo militar y su cabeza como trofeo, hacen pensar que estas gigantescas cabezas eran monumentos para conmemorar triunfos guerreros.

Otra cuestión que contribuyo a la mitificación de los olmecas fueron los pocos vestigios que se han encontrado de casas-habitación, lo que hace supones que, ante la escasez de piedra en la región, construyeron sus casas de madera con techos de palma y los recubiertos con lodo endurecido (quizá algunas otras casas fueron hechas con adobe, posible invento olmeca). Se cree también que, por ser la olmeca una cultura preclásica en vías de progreso, sus habitantes adoptaron un estilo de vida comunitario conocido como “Ciudad dispersa”, la cual era dirigida por un rey o sacerdote y en donde dos o tres familias vivían cerca de las milpas, por lo que cada casa seria una pequeña granja cuyos moradores debían trasladarse a los centros ceremoniales (como La Venta) para cumplir con sus deberes religiosos.

Ubicación de una gran cultura

Durante el siglo XVI a.c. un pequeño pueblo se ubico al sur del estado de Veracruz, iniciando una civilización que hasta nuestros días genera varias interrogantes. La Olmeca, considerada la cultura madre de Mesoamérica, logró influir en regiones alejadas como Oaxaca, Morelos, Estado de México y Guatemala (lugares donde tiempo después se establecerían otras culturas como la maya, la tolteca, la teotihuacana, la mixteca y la azteca).

Los olmecas (palabra que significa “Habitantes de la región del hule”) desarrollaron su civilización en el área comprendida entre el sur de Veracruz y el norte de Tabasco, ocupando unos 18 mil kilómetros cuadrados. Debido a que esta zona estuvo delimitada por el Golfo de México al norte, el macizo montañoso de los Tuxtlas al sur, el rio Papaloapan al oeste y la cuenca del Blasillo-Tonalá al este, la olmeca fue una cultura costera y selvática por excelencia, tomando a las montañas que le rodeaban como murallas naturales de defensa, por ser esta llanura una franja tropical de poca altura, es comprensible que se viera frecuentemente inundada por las corrientes de los ríos Papaloapan, Coatzacoalcos y Alvarado al desbordarse por las fuertes lluvias. Estas condiciones, que si bien eran un peligro para los pobladores, permitieron establecer una cultura aldeana agrícola y comercial con pueblos lejanos, pues los ríos se convertirían en vías de comunicación al interior. Por ello el historiador y antropólogo mexicano Alfonso Caso (1896-1970) afirmó que la zona olmeca pudiera llamarse la Mesopotamia Americana, pues en ninguna otra cultura la hidrografía domino tanto como en ésta.

Su lengua era el Protomayahuasteco, el cual hacia los siglos 4y 2 a.c. se dividió en los dialectos maya y huasteco. Físicamente los olmecas eran de baja estatura tendientes a engordar, de cabeza y cara redonda, nuca abultada, ojos oblicuos, nariz corta y ancha, labios gruesos con las comisuras hundidas, mandíbulas potentes y cuello corto. Esta descripción ha sido difundida por los antropólogos que se han basado en las cabezas colosales y en algunas figuras de barro encontradas en la región, pues hasta el momento no ha podido rescatarse algún esqueleto completo que pudiera confirmar como fueron realmente estos hombres. Solamente se han encontrado pequeños huesos dañados por la humedad y la acidez del suelo que imposibilitan su estudio.

Se piensa que la civilización olmeca llegó a contar con unos 500 mil habitantes repartidos en las ciudades más importantes y zonas periféricas. Se considera que los centros urbanos más importantes de la cultura olmeca fueron la Venta, Tres Zapotes, San Lorenzo, Tenochtitlan, Laguna de los Cerros y el Remolino. La isla de La Venta posee una superficie superior a los 5 km. Cuadrados y en su parte central contiene aún vestigios de edificios ceremoniales (pirámides de hasta 32 m. de altura), construidos con basaltos y que albergan algunas tumbas. El conjunto de Tres Zapotes abarca unos 3.5 km. de extensión sobre el arroyo Hueyapan y su principal característica es la existencia de 50 montículos

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