Entierra El Pasado

ENTIERRA EL PASADO Y CUMPLE PROPOSITO

La gran mayoría de personas que nacieron con el propósito de servirle a Dios realizando una tarea específica, que marque la historia de muchas personas, ministerios y naciones, fueron primero marcadas a través de acontecimientos dolorosos, difíciles y trascendentales aun desde su niñez. El propósito de tales experiencias, aunque nunca nacieron en el corazón de Dios, fueron permitidas porque es la manera más efectiva de poner el corazón en lo que hacemos. NO PODEMOS SER CONSIDERADOS EN MEDIO DEL DOLOR, LA ANGUSTIA, EL SUFRIMIENTO, LA PERDIDA, LA CULPA Y LA DESESPERACION, SI NO HUBIESEMOS ESTADO SUMIDOS EN ALGUNO DE ESTOS SENTIMIENTOS EN ALGUN MOMENTO DE NUESTRA VIDA. Cabe aclarar, que el cumplimiento del propósito no determina como obligación el vivir malas experiencias, pero el pasarlas, tampoco nos puede quitar el privilegio de servir a Dios y dejar huella en la tierra donde Dios nos puso.

Durante esta semana veremos algunos ejemplos de personas que superaron PASADOS dolorosos, críticos y difíciles y sirvieron al Señor con todo su corazón, Superando los niveles de CULPA, DOLOR, RESENTIMIENTO Y ODIO. En esta ocasión hablaremos de Jefté

TEXTO: JUECES 11:1-3

Estos tres versículos, aunque cortos, narran a cabalidad la vida difícil y dolorosa que enfrentó Jefté durante la etapa de su niñez y adolescencia.

A NIVEL FAMILIAR: Hijo natural de un hombre llamado Galaad, que nunca le dio su lugar como hijo primogénito, ni lo hizo respetar como parte de su familia. Vr. 2

A NIVEL SOCIAL: Vr. 1 - Hijo de una prostituta, despreciado y rechazado socialmente a causa del oficio poco decoroso al que se dedicaba su madre.

A NIVEL PERSONAL: Vr. 3 – La difícil niñez y la presión que sufrió de parte de sus hermanos, quienes lo despreciaron, lo humillaron y lo echaron de su casa, el poco respaldo de su padre y la imposibilidad de su madre para intervenir, lo convirtieron en una persona CONFLICTIVA, REBELDE, DESPRECIABLE, DURO, OCIOSO, POCO CONSIDERADO Y RESENTIDO SOCIAL.

La Biblia no registra un acontecimiento extraordinario o sobrenatural a través del cual Jefté haya tenido un encuentro con Dios que le representara un cambio de naturaleza, pero su cambio a nivel de carácter y habilidades fue tanto, que sus propios hermanos tuvieron que reconocer su potencial para liderarlos en la guerra que Israel estaba librando contra sus enemigos. Podríamos decir que el llamado a Jefté de parte de Dios le llega a través de sus hermanos, debido a la necesidad que había en el momento. Asunto que definitivamente tocaba las fibras más profundas del pasado de Jefté.

Los versículos 7,8 y 9 – Nos muestra la confrontación que hace Jefté a sus hermanos, lo que indica que hasta ese momento el pasado doloroso y triste a causa del maltrato y rechazo de sus

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