Investigación sobre la poligamia

Esta propuesta pretende definir las líneas generales de un trabajo de investigación sobre la poligamia. El punto de partida será la poligamia como ampliación de las libertades del individuo, considerando que la actual situación social y legal que acepta sólo la monogamia se debe a la influencia de factores culturales y externos como sería la religión católica en nuestro país. Por lo tanto, un estado laico y aconfesional no debería restringir las libertades individuales según criterios religiosos, y de este modo, regular otras uniones y otros tipos de familias, como ya se han regulado las uniones homosexuales pretendiendo no discriminar a individuos por su orientación sexual.

Para ello, a lo largo del ensayo se intentará alcanzar una definición de poligamia que sea respetuosa con los derechos de todos los individuos implicados (cónyuges e hijos), intentando definir su situación y su rol dentro del modelo alternativo de familia que se propone. Con este objetivo, se estudiarán y discutirán los modelos familiares y sociales que existen en otros lugares del mundo, desechando los aspectos negativos de dichos modelos e intentando extraer los positivos para así conseguir un nuevo modelo de poligamia que sea compatible con los derechos ya existentes en nuestra sociedad.

Finalmente se pretenden discutir las dificultades que este nuevo modelo de familia tendría para su aceptación en la sociedad española. También se discutirá si todos los modelos de familia poligámica producirían el mismo rechazo/aceptación (poliginia: un hombre/varias mujeres, poliandria: una mujer/varios hombres, matrimonios grupales: varios hombres/varias mujeres).

Mi interés por este tema lo despertó una crónica publicada en elmundo.es el día 16 de octubre de 2005 titulada: Poligamia. ¿Provocación o primer paso? El primer trío “casado” en Holanda. Narraba la historia de un holandés llamado Víctor de Brunjin y sus dos novias: Bianca y Mirjam. Víctor y Bianca estaban casados y conocieron a Mirjam, aseguran que los tres se quieren y han firmado un contrato de cohabitación que regula la convivencia del trío y sus posesiones. Este contrato no tiene el rango de matrimonio a efectos legales, pero ellos acudieron a firmarlo vestidos de novios para dar la imagen de una boda porque para ellos es lo que significa: que están casados, aunque en Holanda los matrimonios polígamos están prohibidos y penados. Si querían casarse legalmente tenían que hacerlo en un país islámico como Marruecos.

Este caso nos muestra que la poligamia, aunque de forma minoritaria, es un hecho en países occidentales en los que sólo se reconocen como legales los matrimonios monógamos. Y, en mi opinión, igual que se legalizaron los matrimonios homosexuales, deberían aceptarse también las uniones polígamas o grpales, abriéndose el modelo de familia para que quepan en él los intereses y aspiraciones de personas que, como los integrantes de este trío, eligen la convivencia grupal.

En la misma página web también hay un artículo, escrito por Ana M. Ortiz, titulado Bodas polígamas en España.En él se describe la situación de inmigrantes islámicos que se casaron en sus países con varias mujeres. Se encuentran con dificultades como la reagrupación familiar, el hombre que ya está legalmente en España sólo puede traer a una de sus esposas y debe decidir entre traer a las demás de forma ilegal o abandonarlas. No se sabe cuántos inmigrantes pueden estar conviviendo con varias mujeres en nuestro país, donde es ilegal la poligamia.

¿Por qué en España sólo es legal la opción del matrimonio monógamo y no del polígamo? ¿Es sólo herencia de la unión Iglesia Católica-Estado? Si es así, como España es un país laico, ¿no deberían aceptarse los matrimonios polígamos para no discriminar a los individuos cuya religión les permite unirse a varias personas o al menos regularizar la situación de matrimonios polígamos unidos en países donde sí es legal?

Dar cabida en la legalidad a las familias de núcleo polígamo no constituye ningún tipo de perjuicio a las familias de núcleos monógamos pero sí deja al margen la moral cristiana y su concepto de familia para abrirlo a otras posibilidades. Debería contemplarse la posibilidad de elección por parte de los ciudadanos de un modelo de familia distinto.

La monogamia no es la tendencia natural del hombre. Según un artículo de elmundo.es publicado el 20 de agosto de 2003 titulado La monogamia, una tendencia “reciente”, apareció hace sólo 20.000 años. Son factores sociales y culturales como la religión o el concepto de propiedad privada y pertenencia los que condicionan los modelos de familia en las distintas sociedades.

...