JESUS SALVA

HE AQUIí buenas noticias de gran gozo y paz para usted. El mundo entero está bajo el maligno por causa de sus pecados pero Dios ha redimido a todo el mundo con la sangre de su Hijo unigénito Jesús a quien Dios envió a morir por nuestros pecados para que todo aquel que crea en Jesús no se pierda mas tenga la vida eterna. Dice el Señor Jesús: "Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo." (Juan 6:51)

Jesús dio su vida para darle vida al mundo, porque "él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo." (1 Juan 2:2). Propiciación significa "limpiar, purificar, perdonar". Jesús con su sangre limpió, purificó y perdonó todos nuestros pecados, por lo que tan solo se tiene que creer en Jesús y se es salvo. El Señor Jesús dijo: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él." (Juan 3:16-17)

Por lo que no hay otro salvador ni otro mediador entre Dios y los hombres sino Jesús, pues, Jesús es el Hijo unigénito de Dios por medio de quien Dios hizo todas las cosas y Dios ha constituido a Jesús en Rey sobre toda su creación y heredero y propietario de todas las cosas. Y Jesús no solo murió por nuestros pecados sino que también resucitó al tercer día de los muertos para liberar del poder de la muerte a todo aquel que crea en él. Y Jesús dice: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente." (Juan 11:25-26)

Jesús es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen misma de la sustancia de Dios, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder y habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todo aquel que crea en él. Por tanto, fuera de Jesús no hay ni habrá salvación y solo aquel que se arrepiente de sus pecados y cree en Jesús es salvo; mas el que no cree en Jesús permanece en condenación, muerte y bajo la potestad de Satanás.

Todo el que no cree en Jesús esta condenado no porque Jesús quiera condenarlo sino porque Jesús es la justicia de Dios, todo aquel que desprecie la justicia de Dios está condenado y el que no cree en Jesús esta en muerte porque Jesús es la vida eterna; por lo que todo el que no tenga a Jesús no tiene la vida. Y todo el que no cree en Jesús esta bajo la potestad del maligno porque el pecado esclaviza al hombre bajo la potestad de Satanás pero

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