LA TOLERANCIA

TOLERANCIA

La tolerancia para mí significa que respetemos las ideas de los demás aunque no esté de acuerdo con su idea. Que respetemos los diferentes cultos, religiones y formas de pensar de los demás. Es una forma de mostrar la educación de uno y eso nos ayuda a no tener dificultades con las personas.

Yo creo que para tener tolerancia es bueno desarrollar la empatía y ponernos en el lugar de la otra persona, ayuda mucho a ser tolerante tratar de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona, quizá no compartamos su forma de actuar o no lo haríamos igual, pero podemos entender por qué lo hace, pues entendamos que cada persona es un mundo y los demás no piensan y actúan como nosotros y a la inversa. Cuando yo trato con los demás intento escuchar al otro, interpretarlo sin prejuicios, hablar con él, busco el diálogo.

Es importante que entendamos que la tolerancia no es igual a la pasividad, ya que, no prestarle atención o negar los valores que defiende el prójimo no son actitudes tolerantes, porque la tolerancia implica respeto y entendimiento. Una persona pasiva no le presta atención a lo ocurrido, deja que simplemente los hechos pasen, sin incluirse en ellos ni hacer nada al respecto, en cambio cuando practicamos la tolerancia, nos involucramos en sus ideas, respetamos su opinión y tratamos de entenderla, de escucharla, nos hacemos partícipes de su punto de vista, comprendemos sus valores y compartimos sus pensamientos.

Considero generalmente a la tolerancia como una virtud, pues nos ayuda a evitar los conflictos, ya que nos proporciona el arte de ser feliz en compañía de otros.

Generalmente me considero una persona tolerante, pero también depende de la situación y de las personas, pues reconozco que hay veces que me tengo que morder la lengua para evitar problemas mayores, no me gustan las discusiones y prefiero tolerar eso, si lo puedo evitar y pasar de largo mucho mejor. Pero cuando alguien acaba de plano con mi paciencia simplemente me alejo de esa persona, porque es mejor, ya que en ocasiones tales ideas me llegan a provocar estrés, y eso no lo puedo permitir, pues ante todo mi tranquilidad.

Hay que ser tolerante para muchas cosas, pero para muchas otras como la perversidad, la ignorancia, el abuso, la prepotencia, es mejor ser intolerantes, pues de otra forma nos contaminaríamos.

Estoy convencida que para practicar la tolerancia es necesario recordar que cada uno de nosotros en conjunto somos parte de esta humanidad, hay rasgos de las personas que tenemos en común, pero también hay otros rasgos que nos diferencian de las personas y nos definen nuestra personalidad. Por eso debemos aprender a respetar y aceptar las costumbres de cada sociedad, de cada cultura, de cada religión, porque todo ello son expresiones de la población, que, aún cuando no estemos de acuerdo con ello, debemos tratar de tomar lo positivo, tener

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