La Historia De Los Arcángeles

Cada país en el mundo suele ser representado y conocido globalmente por sus comidas típicas. Japón y el sushi, Italia y la pasta, Estados Unidos y la hamburguesa… En lo que a la gastronomía respecta a Londres y el Reino Unido, una de las cosas más conocidas es el famoso english breakfast (desayuno inglés).

El típico desayuno inglés, incluye huevos fritos, revueltos o escalfados, bacon frito o a la plancha, tostadas, zumo de naranja y té. Pero para ser un verdadero english breakfast, también debe incluir salchichas, tomates fritos o a la plancha, champiñones y alubias blancas.

A través de la historia, este tipo de desayuno era típico de las áreas rurales de Inglaterra, donde las personas se preparaban para sus labores de todo el día, ya que no se alimentaban hasta la cena… pero, en realidad, fueron las clases medias y altas en la época victoriana que por primera vez perfeccionaron el arte de tomar el desayuno. En la década de 1800 estaban acostumbrados en la primera hora del día a comer una amplia selección de diferentes platos mientras bebían té o café.

Estos magníficos desayunos consistían de jamón de york, tomate frito, champiñones fritos, rollitos crujientes de bacon, platos de huevos revueltos o huevos fritos, salchichas de cuatro condados de Inglaterra, pan, mantequilla, mermeladas, gran variedad de dulces y de frutas.

Pero eso no quiere decir que este tipo de desayunos estaba solamente limitado a las clases más ricas; la idea de sentarse a tomar un desayuno completo y abundante era una de las costumbres que las clases medias disfrutaban en igual medida. En 1859 una mujer llamada Isabella Beeton escribió un libro llamado "Libro de la gestión del hogar", que promovió la idea de un desayuno completo como una manera de prepararse para un largo día de trabajo.

Típicamente los ingredientes utilizados en el desayuno eran siempre frescos y productos solamente de Inglaterra, incluyendo tocinos curados locales y salchichas mezcladas con hierbas propias de la región. Para las clases media y trabajadora, la excentricidad del desayuno que disfrutaban sus vecinos más ricos no era posible.

Para estas familias menos pudientes, el desayuno completo inglés normalmente consistía en carne de cerdo, huevos, pan y patatas a veces. Con estos ingredientes ampliamente disponibles y relativamente baratos, hacían su versión del desayuno completo inglés que, años más tarde, fue conocido como el desayuno tradicional inglés con el que los hogares de Gran Bretaña y cafés disfrutaban en todo el país.

La expansión de este tipo de desayuno por todo el territorio inglés fue debido a que las personas comenzaban a trabajar cada vez más lejos de sus casas y a pasar el día entero fuera de ellas.

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