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Las Representaciones De La Virgen


Enviado por   •  21 de Mayo de 2014  •  7.390 Palabras (30 Páginas)  •  202 Visitas

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Seminario: “Educar para la Libertad”

Trabajo de Investigación

“Las Representaciones de La imagen de La Virgen”

INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo de investigación está dividido en dos partes ya que se manifiesta el trabajo realizado durante el año, en la primera parte comenzamos hablando sobre nuestra identidad mercedaria y redentora, conservando el mandato del Padre León Torres, que debería de servir de brújula que oriente nuestra labor educativa a futuro, con el fin de poder ser actores participes en la formación de diversos valores, tomando como fundamental para el desarrollo del niño, el valor del autoestima, siendo este último el motor que impulsa a triunfar en la vida.

Y para preparar la segunda parte realizamos una investigación teórica acerca de qué son las representaciones, más precisamente en la imagen de la Virgen María, partiendo de una hipótesis en relación a ¿qué representación tienen los niños de 5 años de la Virgen? ¿Cómo ellos la ven?.

RECORRIDO HISTÓRICO DEL ORIGEN, NACIMIENTO Y EXTENSIÓN DE LA ORDEN DE LA MERCED

San Pedro Nolasco nació el 1 de agosto de 1180, en los campos Provenzales. Fue admirado por siglos como el varón elegido por Dios y enviado al mundo para redimir y guiar con el faro radiante de su caridad a un ejército de redentores, que ha sabido dar y consumir su vida para la libertad de los cautivos.

A los 15 años quedó huérfano de padre, y dueño de grandes posesiones. La madre le colaboró en todos sus deseos de hacer el bien y de obtener la santidad.

Estando en edad de casarse hizo una peregrinación a la Virgen de Monserrat y allí se puso a pensar que las vanidades del mundo pasan muy pronto y no dejan sino insatisfacción y que en cambio lo que se hace para la vida eterna dura para siempre. Entonces promedió a la Virgen mantenerse puro y se le ocurrió una idea que iba a ser de gran provecho para muchas personas.

En aquel tiempo la cuestión social más dolorosa era la esclavitud que muchísimos cristianos sufrían de parte de los mahometanos. Estos piratas llegaban a tierras donde había cristianos y se llevaban a todos los hombres que encontraban. Las penalidades de los prisioneros cristianos en las tenebrosas cárceles de los mahometanos sobrepasaban lo imaginable. Y lo más peligroso era que muchos perdían su fe, y su moralidad se dañaba por completo. Según dicen las antiguas narraciones, que una noche de Agosto del año 1218, se apareció la Santa Virgen a San Pedro Nolasco y al rey Jaime de Aragón y les recomendó que fundaran una Comunidad de religiosos dedicados a liberar cristianos que estuvieran esclavos de los mahometanos. Esto fue lo que movió a Pedro Nolasco a gastar su gran fortuna para liberar al mayor número posible de esclavos cristianos.

Una de sus majestuosas obras se concretó el 10 de Agosto de ese mismo año, en el Altar mayor de la Catedral de Barcelona. En presencia del rey Jaime I de Aragón y del obispo Berenguer de Palou, se crea una nueva institución: La Orden de la Merced.

El hecho es que la Virgen María movió profundamente el corazón de Pedro Nolasco para fundarla y formalizar el trabajo que él y sus compañeros hacían ya por 15 años. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la orden mercedaria. Su patrona es La Virgen de la Merced. ("Merced" significa "misericordia").

La nueva orden fue laica en los primeros tiempos. Su primera ubicación fue el hospital de Santa Eulalia, junto al palacio real. Allí recogían a indigentes y a cautivos que regresaban de tierras de moros y no tenían donde ir. Seguían la labor que ya antes hacían de crear conciencia sobre los cautivos y recaudar dinero para liberarlos. Eran acompañados con frecuencia de ex-cautivos, ya que, cuando uno era rescatado, tenía la obligación de participar durante algún tiempo en este servicio.

En esta vivencia redentora fue donde Nolasco se convirtió en un santo cuya caridad trascendió lo heroico para convertirse en carismático. Vivió esta redención de Cristo en carne propia, y en lo más íntimo de su ser desplegó el deseo de que otros la vivieran y así congregó a un grupo de hombre en quienes inculcó el grito de redención, encontrando eco en sus seguidores.

Los mismos hacían, además de los tres votos de la vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, un cuarto: dedicar su vida a liberar esclavos. Al entrar en la orden se comprometían a quedarse en lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, en caso que el dinero no alcanzara a pagar su redención. Este cuarto voto se expresa y se encierra la actividad de la Orden; en él está definida también la esencia del ser de la familia Mercedaria, distinguiendo a esta nueva comunidad.

El Papa Gregorio Nono aprobó la comunidad y San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General. Su intercesión logró muchos milagros y el Sumo Pontífice lo declaró Santo en 1628.La misión redentora la continúa hoy la familia mercedaria a través de sus institutos religiosos y asociaciones de laicos. Es también la misión de todo buen cristiano.

Entonces, ¿Por qué hablar de La Merced y su Carisma Redentor?

La Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos, más conocida como Orden de la Merced es una Orden religiosa católica, fundada en 1218 por San Pedro Nolasco para la redención de los cristianos cautivos en manos de musulmanes. Los mercedarios se comprometen con un cuarto voto, añadido a los tradicionales de pobreza, obediencia y castidad de las demás órdenes, a liberar a otros más débiles en la fe, aunque su vida peligre por ello.

Más tarde, el 19 de abril de 1849, nace en Luyaba, Departamento de San Javier de la provincia de Córdoba, el niño José León Torres, uno de los ocho hijos de cristiano hogar de Don Gregorio Torres y de Doña Margarita Rivero. A los catorce años, José sintió el deseo de trabajar por el Reino de Dios y llama a las puertas del convento mercedario de Córdoba. En este convento, José se prepara en estudios humanísticos, noviciado, profesión simple y solemne, estudios filosóficos y teológicos, y el sacerdocio.

Realizada su profesión religiosa, el Padre Torres inició, en forma paralela, su preparación para el ministerio sacerdotal, motivo

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