Las Sectas
Enviado por rossigajardof • 30 de Enero de 2014 • 443 Palabras (2 Páginas) • 206 Visitas
Opinión de la iglesia sobre las sectas.
Las sectas a partir del siglo XX se comenzaron a definir como “Nuevos movimiento religiosos” y la iglesia católica ante el impacto de este nuevo fenómeno se ve mayormente dificultada para la trasmisión de la fe, puesto que las sectas tienen un crecimiento variable en su proporción.
La iglesia aunque no está de acuerdo con estos nuevos movimientos religiosos, coinciden en que es inútil tratar de evitarlo, por ello se enfocan en la formación de la fe y transmitir la información necesaria sobre estos nuevos grupos, a través de la catequesis, así es expuesto por El Papa JUAN PABLO II (S/F) “Hay grupos religiosos que siembran confusión en América Latina… Falsean la Biblia… Atacan las raíces de la cultura católica de nuestro pueblo en agresivas campañas proselitistas. Son nuestros enemigos domésticos. Para contrarrestarlos se necesita una constante catequesis, sin descanso y sin cansancio a todos los niveles y en todos los lugares”.
Así mismo alega la iglesia que no han faltado ni faltan dificultades que obstaculizan el camino del pueblo de Dios en la escucha de su Señor. También por motivos económicos puesto que estas sectas siempre tratan de conseguir algo más que la fe en sus seguidos y aportan que existen regiones donde tienen falta material del Texto bíblico, de su traducción y difusión lo que lleva a una falta de información y por ende falta de seguridad en sus creencias.
El Arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz expone su opinión advirtiendo que “Los católicos que dan culto a la santa muerte están cometiendo un pecado grave, a la vez que exponen que personas interesadas en generarse ingresos económicos han inventado y promovido estas creencias”
Según la legislación de la Iglesia, los fieles tienen derecho a fundar asociaciones. Corresponde a los obispos y a la Santa Sede el deber de examinar las nuevas comunidades y los nuevos movimientos, se habla también de nuevos carismas y, si es el caso, reconocer su autenticidad. La autoridad eclesiástica debe promover y sostener el espíritu que es motivado en la Iglesia. También debe intervenir y corregir, si se producen errores o desviaciones en la doctrina. Aquí radica la gran diferencia con una secta, la cual no tiene y no reconoce una autoridad exterior, mientras que los grupos eclesiales se someten conscientes y libremente a la autoridad de la Iglesia, siempre dispuestos a aceptar las correcciones que pueda hacerles.
En la teología católica una secta se caracteriza sobre todo por el abandono de la verdad bíblico-apostólica común y de los contenidos centrales de la fe. Por eso, a juicio de la Iglesia, la secta siempre está vinculada con la herejía y el cisma.
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