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Los Beneficios De La Sangre


Enviado por   •  6 de Marzo de 2014  •  1.688 Palabras (7 Páginas)  •  316 Visitas

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Los beneficios de la sangre

Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Hebreos 9:13-14.

INTRODUCCIÓN

El Antiguo Pacto establecía diversos tipos de sacrificios, en general, suponía en el ofrendante, la conciencia de que la muerte a causa del pecado estaba sobre él, por ello había que ofrendar el sacrificio para que le fuera aceptado de parte de Dios. La sangre del sacrificio debía ser rociada, porque representaba la vida misma (Lv.

17:11).

DESARROLLO

Jesucristo, como el “Cordero de Dios” que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29), se presentó como el sacrificio perfecto y su sangre, a diferencia del antiguo pacto, no cubre sino limpia completamente todo pecado. Por ello el hombre perdido y sin esperanza puede ser salvo por medio de la sangre, que fue derramada en la cruz del Calvario por el Cordero de Dios, Cristo Jesús. La Biblia declara que el cristiano es elegido por Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre (1 P. 1:2-3).

1. PURIFICA. El cristiano debe conocer y experimentar los beneficios de esa sangre bendita, puesto que desde que recibió a Jesucristo en su corazón, empiezó a actuar en la nueva vida hasta ser presentada puro delante del Señor, y vivir para siempre con Dios. La ley dada por medio de Moisés establecía que todo pecado debía ser purificado con sangre, a través de un sacrificio (Lv. 14:25), y en el libro de Hebreos, se dice que casi todo es purificado con sangre, conforme a la ley de Moisés (He. 9:22a). La palabra

”purificado”, viene del griego Katharizo, que significa: limpiar y liberar de toda mezcla (Strong 2511), lo que indica que la sangre de Cristo limpia cualquier tipo de pecado (2 Co. 5:17).

2. EN ELLA HAY REDENCIÓN. La palabra “redención” viene de la raíz griega Lutroo que quiere decir: liberar contra recepción de un rescate (Strong 3084), esto significa liberar mediante el pago de un precio de rescate, por eso la obra de Jesucristo redimió a los hombres de toda iniquidad (Tit. 2:14), Él nos rescató de la vana manera de vivir que se heredó de los padres (1 P. 1:18), de la esclavitud de la tradición, y el único pago de rescate fue la preciosa sangre de Jesucristo.

3. QUITA EL PECADO. En el Nuevo Testamento se enseña que la sangre de los toros y de los machos cabríos no pueden quitar los pecados (He. 10:4), sino que sólo la de Cristo, quien realizó una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados (He. 10:12) de toda la humanidad (1ª. Jn. 2:2). La sangre de Cristo quita el pecado, porque en Él no hay pecado. (1 Jn. 3:5). La palabra “quitar” viene del griego airos que significa levantar, llevar, tomar arriba o afuera (Strong 142), por lo que Cristo llevó nuestros pecados sobre su hombro, los tomó para que ya no los cargara el creyente.

4. LIMPIA DE TODO PECADO, 1 Juan 1:7. Cuando se habla de limpiar se refiere a la palabra griega Katharizo que significa: hacer limpio, limpiar de la contaminación del pecado y declarar limpio (puro) (Strong 2511), lo que indica que la sangre de Cristo limpia al creyente de todo pecado, e incluso enfermedades, como al leproso que le dijo a Jesús que si Él quería podía limpiarlo (Mat 8:2).

5. LIMPIA LA CONCIENCIA, Hebreos 9:14. La sangre de Cristo limpia la conciencia de obras muertas, lo cual permite al creyente servir a Dios. La conciencia se refiere, según el diccionario VINE, a “aquella facultad mediante la cual se llega a saber la voluntad de Dios, como aquello que está dispuesto a gobernar la vida, por ejemplo: el sentido de culpa delante de Dios” (He. 10:2), y por otra parte, la conciencia es “aquel proceso de pensamiento que distingue lo que considera moralmente bueno o malo, alabando lo bueno, condenando lo malo, y así impulsando a hacer lo primero y a evitar lo último”. Utilizando estas definiciones comprendemos que la sangre de Cristo es suficiente para limpiar el pensamiento del creyente, fortaleciéndole la conciencia para que distinga claramente (1 Co. 8:7), entre lo que proviene de Dios y no dejarse influenciar por lo que

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