Los dos cimientos.

      Los dos cimientos.

En la actualidad mucha de la gente tenemos la pregunta sobre como dirigir nuestra vida en este mundo tan cambiante, ya que día a día nos topamos con situaciones que se salen de control o que están fuera de lo que nosotros imaginábamos como posible décadas atrás. Una de las alternativas para guiar y fundamentar nuestra vida a través del paso por este mundo es una de las parábolas expresadas en Mateo 7:24-29 llamada “Loso dos cimientos”

Y bien es una comparación entre un hombre prudente y uno considerado insensato.

El hombre prudente es el que oye las palabras y las hace, pero la pregunta obligada es cuales palabras? Las de su conciencia, las de los amigos, las de la sociedad tan cambiante, las de la familia o las que Dios ha establecido en la Biblia?

Si se escucha las palabras de la conciencia y está esta distorsionada, presionada o agobiada por los desatinos de esta vida, difícilmente serán buenas decisiones las que se tomen basadas en las palabras de la sola conciencia.

Si se escucha las de los amigos o la familia, tal vez sean en ocasiones, sea lo que se quiere escuchar, tal vez expresaran lo que esperan o lo que desean que suceda a nuestro alrededor. O inclusive hablaran de acuerdo a como la situación se presente con adulaciones o en ocasiones de manera despectiva.

Pero si se escucha lo que la voz de Dios dice en la Biblia se centrara en la palabra correcta y adecuada independientemente de la situación e independientemente de las expectativas, será la palabra adecuada y correcta según dice Heb. 4:12 que la “palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que espada de dos filos. . .discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”

El llamado no solo es a oír, sino a oír y hacer, que es la parte más difícil pero también más interesante. Dijo aun cantante por ahí, “Jesús es verbo no sustantivo” haciendo alusión a que el camino de Jesucristo es más que palabras y dichos es acción. Es más que tener un acervo de conocimientos por demás revelador. Es más bien esa multitud de conocimientos ponerlos por práctica, para que produzcan fruto.

Este tipo de personas son personas comprometidas con la causa de Jesucristo, con su Palabra y con su encomienda.

Ahora bien los insensatos son considerados de esta manera porque solo se limitaron a oír, no fueron más allá de sentarse en una silla y escuchar lo que el Maestro les estaba impartiendo. No tomaron acción, no tomaron la determinación de ponerlo por práctica. Son el tipo de personas que no quieren un compromiso formal, van a las iglesias pero cuando ellos quieren, cuando tienen tiempo o cuando se acuerdan que deben de ir. Son personas de doble animo hoy están mañana ya no las ves.

El Señor Jesús y también este mundo necesitan de personas comprometidas con la causa del Señor, con los principios y con su entorno de una manera integral. Personas que no olviden que están en este mundo para ser la sal de la tierra, esa sal que le da sabor a las circunstancias o que le dan sentido a la vida a pesar de que parece que la vida está a punto de derrumbarse.

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