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ME QUITARON LA VENDA DE LOS OJOS


Enviado por   •  16 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  958 Palabras (4 Páginas)  •  231 Visitas

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LA GRACIA

   El poder de Dios que hace posible que los seres humanos reciban bendiciones en esta vida y obtengan la vida eterna y la exaltación después de ejercer la fe, arrepentirse y hacer lo posible por guardar los mandamientos. Esta ayuda o fortaleza divina proviene de la misericordia y el amor de Dios. Toda persona mortal necesita de esa gracia divina, como consecuencia de la Caída de Adán, y también a causa de las debilidades del hombre.

   La palabra gracia, como se usa en las Escrituras, se refiere principalmente a la ayuda y la fortaleza divina que recibimos a través de la expiación del Señor Jesucristo. El apóstol Pedro enseñó en la siguiente escritura  2 Pedro 3:18 “crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”

   Como consecuencia de la Caída, todos experimentaremos la muerte temporal, Por medio de la gracia, que está disponible mediante el sacrificio expiatorio del Salvador, todos resucitaremos y se nos otorgará la inmortalidad; pero la resurrección en sí no nos califica para heredar la vida eterna en la presencia de Dios. Nuestros pecados nos vuelven impuros en incapaces de morar en la presencia de Dios, y necesitamos Su gracia para purificarnos y perfeccionarnos.

   Aquí tenemos que hacer un esfuerzo de nuestra parte a fin de recibir la plenitud de la gracia del Señor y ser dignos de morar con Él. El Señor nos ha mandado obedecer Su Evangelio, lo que implica tener fe en Él, arrepentirnos de nuestros pecados, ser bautizados, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin. Como nos lo enseñan los Art. de Fe 3 y 4

   Además de necesitar la gracia para la salvación, también necesitas ese poder habilitador todos los días de nuestra vida. Al acercarnos al Padre Celestial con diligencia, humildad y mansedumbre, Él nos elevará y nos fortalecerá mediante su gracia. El depositar nuestra confianza en la gracia de Nuestro Padre Celestial nos permitirá progresar y aumentar nuestra rectitud. El mismo Jesús “no recibió de la plenitud al principio, sino que continuó de gracia en gracia hasta que recibió la plenitud” como lo podemos leer en D. y C. 93:13.

   La gracia hace posible que ayudemos a la edificación del reino de Dios, el servicio que no podemos dar únicamente con nuestra propia fuerza y medios Nuestro Señor nos ayuda a que se realice a través de su gracia.

   Cuando nos desanimamos o no sentimos demasiado débiles para seguir viviendo el Evangelio, debemos de recordar la fortaleza que podemos recibir mediante el poder habilitador de la gracia. Podemos hallar consuelo y tranquilidad en estas palabras del Señor “Basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos” Éter 12:27

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