Novena a la Virgen de los Pobres

NOVENA A LA VIRGEN DE LOS POBRES

(Nuestra Señora de Banneux)

PRIMER DÍA

Santísima Virgen de los Pobre,

Guíanos a Jesús, fuente de gracia.

Ya que Dios         quiere nuestra santificación, es tu deseo y nuestra principal aspiración personal. Derrama en nuestras almas, dulce Virgen de los Pobres, ese deseo ardiente de santidad, para que respondiendo a al agracia que nos das, podamos ser santos aproximándonos a la perfección que nuestro Señor espera de nosotros.

Y ya que la santa Comunión nos da la fuerza para llevar a cabo este llamado a la santidad, Madre querida, condúcenos cada día al camino del altar.

Una decena del rosario y las invocaciones.

SEGUNDO DÍA

Santísima Virgen de los Pobres,

Salva a todas las naciones.

Tu divino Hijo Jesús murió en la cruz por todos los hombres y tú lo ofreciste por toda la raza humana.

Por eso, dulce Virgen de los Pobres, te pedimos la unidad de todas las naciones en el regazo de nuestra Madre, la Iglesia Católica, para que todos vivan en paz y unidad, y pronto sean un sólo rebaño bajo un solo pastor.

TERCER DÍA

Santísima Virgen de los Pobres,

Alivia el sufrimiento.

Con los ojos llenos de lágrimas, andamos a lo largo de un camino pedregoso, con un sufrimiento constante como nuestro compañero de viaje.

Santísima virgen de los Pobres, llena nuestros corazones con el consolador bálsamo de tu ternura. Enséñanos a convertir nuestro sufrimiento en un acto de honor a Dios y un signo de nuestra salvación. Enséñanos a soportar nuestras cargas en unión con la angustia y los sufrimientos de Jesús.

CUARTO DÍA

Santísima Virgen de los Pobres,

Sana a los enfermos.

Tantas enfermedades torturan nuestros cuerpos, tantas faltas debilitan nuestras almas. Nuestro mundo está lleno de odio y corrupción.

Santísima Virgen de los P9obres, sana a los enfermos y fortalécenos en la lucha contra el demonio. Danos la salud del alma y cuerpo. En nuestro combate espiritual danos la fuerza para practicar las virtudes, para que por nuestro ejemplo, podamos llevar a nuestro prójimo a Tu Divino Hijo.

QUINTO  DÍA

Santísima Virgen de los Pobres,

Ruega por cada uno de nosotros.

Qué profunda alegría debió haber embargado Mariette cuando de tus labios maternales escucho las consoladoras palabras: “Rezaré por Ti.”

Santísima Virgen, poderosa Madre nuestra, con el Sagrado Corazón de Jesús, obtén para nosotros la abundancia de gracias que tú sabes que necesitamos para nuestro bienestar eterno.

SEXTO  DÍA

Santísima Virgen de los Pobres,

Creemos en Ti.

¿Cómo podríamos dudar de tus promesas? ¿Cómo no podríamos creer en el maternal cuidado de tu corazón, siempre preocupado de nuestro bienestar? ¿Cómo podríamos dudar de tu poderosa intervención, si se ha manifestado en toda la historia de la Iglesia y en nuestra propia vida?

Madre Santísima de los Pobres, nos ponemos confiadamente en tus manos: a nuestros seres queridos, también los encomendamos a Ti. Míranos, asístenos en nuestros últimos momentos y llévanos al cielo.

SÉPTIMO  DÍA

Santísima Virgen de los Pobres,

Cree en nosotros.

¿Cómo  nos  atreveríamos a pedirte que creas en nosotros, su Tú misma nos has enseñado a hacerlo? Una larga y triste experiencia nos muestra que somos como caña agitada por el viento, pobres mortales, tan Fácilmente descarriados. Sin embargo nos sentimos seguros de que podemos ser sinceros y fieles sólo si Tú crees en nosotros; tu confianza en nosotros aumenta nuestra fuerza  y valor. Junto a ti podemos perseverar hasta el fin.

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