ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Padre Nuestro

saniteca8 de Septiembre de 2013

5.063 Palabras (21 Páginas)338 Visitas

Página 1 de 21

PADRE NUESTRO [1]

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

__________

DIOS CREADOR

Romano Guardini

¡Oh Señor!, tú has creado todas las cosas. Tú les has dado su ser y las has puesto en equilibrio y armonía. Están llenas de tu misterio, que toca el corazón si es piadoso.

También a nosotros, ¡oh Señor!, nos has llamado a la existencia y nos has puesto entre ti y las cosas. Según tu modelo nos has creado y nos has dado parte de tu soberanía. Tú has puesto en nuestras manos tu mundo, para que nos sirva y completemos en él tu obra. Pero hemos de estarte sometidos, y nuestro dominio se convierte en rebelión y robo si no nos inclinamos ante ti, el único que llevas la corona eterna y eres Señor por derecho propio.

Maravillosa, ¡oh Dios!, es tu generosidad. Tú no has temido por tu soberanía al crear seres con poder sobre ellos mismos y al confiar tu voluntad a su libertad. ¡Grande y verdadero Rey eres tú!

Tú has puesto en mis manos el honor de tu voluntad. Cada palabra de tu revelación dice que me respetas y te confías a mí, me das dignidad y responsabilidad. Concédeme la santa mayoría de edad, que es capaz de aceptar la ley que tú guardas y de asumir la responsabilidad que tú me transfieres. Ten despierto mi corazón para que esté ante ti en todo momento, y haz que mi actuación se convierta en ese dominio y esa obediencia a que tú me has llamado.

Amén.

__________

CREADOR INCOMPRENSIBLE

Creador incomprensible, yo te adoro. Soy ante ti como un poco de polvo, un ser de ayer, de la hora pasada. Me basta retroceder sólo unos pocos años, y no existía todavía… Las cosas seguían su curso sin mí. Pero tú existes desde la eternidad. ¡Oh Dios!, desde la eternidad te has bastado a ti mismo, el Padre al Hijo y el Hijo al Padre. ¿No deberías también poderme bastarme a mí, tu pobre criatura?… En ti encuentro todo cuanto puedo anhelar. Me basta si te tengo…

¡Dáteme a mi como yo me doy a ti, Dios mío! ¡Dáteme tú mismo! Fortaléceme, Dios todopoderoso, con tu fuerza interior; consuélame con tu paz, que siempre permanece; sáciame con la belleza de tu rostro; ilumíname con tu esplendor increado; purifícame con el aroma de tu santidad inexpresable; déjame sumergirme en ti y darme de beber del torrente de tu gracia cuanto puede apetecer un hombre mortal, de los torrentes que fluyen del Padre y del Hijo; de la gracia de tu amor eterno y consubstancial.

__________

SEÑOR SANTO, PADRE OMNIPOTENTE

San Buenaventura

Señor santo, Padre omnipotente, Dios eterno, por tu generosidad y la de tu Hijo quien por mí padeció pasión y muerte, y por la excelentísima santidad de su Madre, y por los méritos de todos los santos, concédeme a mí, pecador e indigno de cualquier beneficio tuyo, que sólo a ti ame, que siempre tenga sed de tu amor, que continuamente tenga en el corazón el beneficio de la pasión, que reconozca mi miseria, que desee ser pisado y despreciado de todos; que sólo la culpa me entristezca. Amén.

__________

DIOS MÍO, CREO EN TI

Dios mío, creo en ti, espero en ti, te amo sobre todas las cosas con toda mi alma, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas; te amo porque eres infinitamente bueno y porque eres digno de ser amado; y, porque te amo, me pesa de todo corazón haberte ofendido: ten misericordia de mí, pecador. Amén.

HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD

¡HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD, DIOS MÍO! cuando me abruman los pesares de la vida; mi cáliz es muy amargo, pero yo quiero unirlo con el pensamiento al que Vos aceptasteis por mí en el huerto de Getsemaní y hallare fuerzas para beberlo a mi vez.

¡HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD, DIOS MÍO! cuando me vea víctima de la injusticia, cuando me abandonen los amigos, cuando la soledad me parezca más amarga, porque también vos conocisteis la amargura y el abandono... ¿No podré soportar la indiferencia y la ingratitud de los hombres cuando mi Dios fue traicionado por sus discípulos?

¡HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD, DIOS MÍO! cuando el trabajo me parezca penoso, cuando el desaliento se apodere de mi alma... Vos sois quien permitís este desfallecimiento, Salvador mío, para que me acerque a vuestra cruz y vaya a buscar, en ese manantial bendito la fuerza y el valor que me faltan.

¡HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD, DIOS MÍO! cuando venga a visitarme la enfermedad y cuando me abrume el dolor... Me uno de corazón a vuestra cruel agonía; uno mis sufrimientos a los vuestros; los ofrezco, ¡oh. Jesús!, en expiación de las faltas que he tenido la desgracia de cometer y que os han conducido hasta el Calvario.

¡HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD, DIOS MÍO! cuando lloro la ausencia de un ser querido... Siento despedazado mi corazón, pero se que Vos habéis bendecido las lágrimas llorando a vuestro amigo Lázaro, y me siento más resignado al venir a suplicaros que bendigáis las mías.

¡HÁGASE VUESTRA VOLUNTAD, DIOS MÍO!, en todo el curso de mi vida; cualesquiera que sean mis trabajos, os los ofrezco, divino Redentor mío; Vos habéis aceptado, siendo víctima inocente, el peso de los pecados del mundo; dadme fuerzas para sobrellevar a mi vez las pruebas que he merecido y que me envía vuestra divina mano... ¡Las consideraré como una prenda de vuestro amor a fin de que sean prenda de mi salvación!

DIOS ES MI PADRE

Cristo bendiciendo a los niños de Vogel

¿Que madre estará tan pronta y dispuesta si sus hijos pequeños la llaman? Nadie, ciertamente, ni madre ni padre; sino sólo Dios.

San Jerónimo

Hom. Evang. S. Mateo, 55

La soledad tiene sus asaltos, el mundo tiene sus peligros; en todas partes es necesario tener buen ánimo, porque en todas partes el Cielo está dispuesto a socorrer a quienes tienen confianza en Dios, a quienes con humildad y mansedumbre imploran su paternal asistencia.

San Francisco de Sales

Carta a su hermana, Epistolario, 761

Nuestro Dios no nos pierde de vista, como una madre que está vigilando al hijito que da los primeros pasos. «Abraham, dice el Señor, anda en mi presencia y la hallarás en todas partes». «¡Dios mio!, exclama Moisés, servios mostrarme vuestra faz: con ello tendré cuanto puedo desear» (Ex 23, 13). Cuán consolado queda un cristiano, al pensar que Dios le ve, que es testigo de sus penalidades y de sus combates, que tiene a Dios de su parte.

Santo Cura de Ars

Sermón sobre el Corpus Christ Dios es mi Padre,

qué feliz soy!

Soy hijo suyo, hijo de Dios.

Si Dios cuida de mi,

¿qué me puede faltar?

ni un solo instante, no,

me deja de mirar;

mi vida suya es,

cual diestro tejedor,

la va tejiendo El

con infinito amor.

Hilo por hilo

tejiendo va,

si tú le dejas

¡que bien lo hará!

Después del huracán

un pájaro cayó,

no creas que eso fue

sin permitirlo Yo;

el pajarillo aquel

se vende por un as,

no tienes que temer,

tú vales mucho más

No ves con qué primor

El sabe engalanar

al lirio que tal vez

mañana han de cortar;

pues si

a una humilde flor

cuida tu Dios así,

¡con qué infinito amor

no cuidará de ti!

En el cielo se ven

mil estrellas brillar;

Dios las conoce bien,

Dios las puede contar.

Si El mismo fue

a buscar la oveja

que perdió,

jamás me ha de olvidar

aunque le olvide yo.

Dios es mi Padre,

mi Padre es Dios.

Dios es mi Padre,

¡qué feliz soy!

__________

PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS

Carlos de Foucauld

Padre, Me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que fuere, Por ello te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo, Con tal de que se cumpla Tu voluntad en mí Y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre.

Te encomiendo mi alma, Te la entrego Con todo el amor de que soy capaz, Porque te amo y necesito darme, Ponerme en tus manos sin medida, Con infinita confianza, Porque tu eres mi Padre.

__________

DIOS MÍO, ESTOY CONTENTO

Dios mío, estoy contento porque Tú me amas, no obstante mi indignidad.

Dios mío, estoy contento porque te amo, no obstante mi miseria.

Dios mío, estoy contento porque puedo alguna vez, no obstante mi nada, hacer que te amen.

Dios mío, estoy contento porque puedo sufrir algo por tu amor.

Dios mío, estoy contento porque Tú estás presente en la Eucaristía.

Dios mío, estoy contento porque eres mi Huésped divino.

Dios mío, estoy contento porque tu presencia bendita en mi morada ilumina mi vida.

Dios mío, estoy contento porque eres mi fuerza en los desfallecimientos de mi alma.

Dios mío, estoy contento porque eres mi consuelo en las angustias de mi corazón.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi luz en las oscuridades de mi camino.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi riqueza en mi pobreza.

Dios mío, estoy contento porque si me has quitado mucho, me has dejado todavía mucho mas.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi Padre, mi Esposo, mi Hermano, mi Amigo, mi Salvador, el Huésped

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (31 Kb)
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com