Quien Es Jesús

Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre

El presente trabajo tiene como objetivo estudiar, analizar y valorar la persona de Jesús, para lo cual es necesario realizar un extracto de las diferentes etapas del plan de Dios, con el fin de conocer la naturaleza, el ministerio y el propósito de Jesús en la Tierra. No se pretende llegar a una respuesta absoluta, sino entregar algunos elementos que permitan al lector profundizar en el tema y obtener sus propias conclusiones.

Hace muchos años, no importa cuántos exactamente, Dios creo el cielo y la Tierra. Al principio el espíritu de Dios soplaba sobre la superficie de las aguas, el mundo estaba vacío y desierto y las tinieblas cubrían el abismo. Y así fue que Dios creo la noche y el día, el cielo y el mar, las planteas, la luna, el sol, las estrellas, las aves y los peces, y todo animal que pueda moverse sobre la faz de la Tierra. Pero Dios quería mostrar todo su poderío y esplendor sobre la Tierra creando al hombre a su imagen y semejanza, en un estado de pureza, limpio, sin mancha y en santidad porque no tenía pecado. El hombre no pidió ser creado, pero Dios lo creó para cerrar con broche de oro su obra maestra de la Creación.

El propósito que tuvo Dios con el hombre desde el principio de la creación fue siempre tener una comunión directa, completa, sin intermediarios y sin ninguna barrera entre medio. Dios dispuso para el hombre todo lo que necesitaba como un lugar donde habitara el hombre y la mujer el Huerto del Edén, una magnífica alimentación rica y variada, un privilegio de poner nombres a los animales y plantas de la creación y una relación de comunión perfecta con Dios.

A pesar de todo esto, el hombre no valoró lo que tenía y pecó Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. (La Biblia, Reyna Valera, 1960, Gn 2:16-17), no obedeciendo a Dios, y escondiéndose de la presencia divina consiguió ser destituido de su gloria.

Se cortó la comunión con su creador, y se creó como un velo de separación entre ambos, no obstante Dios tenía un plan para el hombre y él es quién inició la reconciliación que se cumpliría con el sacrifico del cordero que quita el pecado del mundo, que fue el requisito necesario e indispensable para volver a tener comunión con él.

A través de la alianza con Abraham y Moisés, Dios quería ir enseñando al pueblo como seria la reconciliación que llevaría al hombre a retomar a la posición de privilegio original.

Pasaron los años y aconteció en aquellos días en que Herodes el Grande reinaba Judea, los judíos estaban a la expectativa de la venida del Mesías, y reconocían la importancia de su nacimiento, esperaban un Mesías político, un gobernante, un rey que se revelara contra los romanos. Así fue como sucedió en una ciudad de Galilea llamada Nazaret se encontraba una virgen desposada con un varón que se llamaba José, el nombre de la virgen era María, quien daría a luz al salvador de la humanidad. “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.” (La Biblia, Reyna Valera, 1960, San Lucas 1:26-33)

En una escena tan bella se presenta un ángel y le dice a María que Dios la ha de usar para traer al mundo a su hijo unigénito, Jesús no tuvo un padre humano, pero José toma la tarea de asumir ese rol. Él fue concebido milagrosamente por el Espíritu Santo; nunca se ha repetido un nacimiento similar. Sencillamente fue este el método empleado por Dios para quebrantar las leyes hereditarias, su nacimiento nos demuestra que Dios no está sujeto a ninguna limitación humana o física.

Han vivido muchos hombres muy buenos en el mundo, pero ninguno ha sido tan perfecto como Jesús. A través de las edades se han hecho muchas conjeturas y ha habido abundante discusión sobre Jesús. Los hombres han preguntado: “¿Quién es Jesús? ¿Quién es aquel que demanda tanta atención en el mundo? ¿Quién es este poderosos hombre que ocupa tan irrevocable lugar en los corazones de millones de personas?”.

Otros dicen exactamente lo que Él decía ser: Jesucristo, el Hijo del Dios viviente: "Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." (La Biblia, Reyna Valera, 1960, Mateo 16:16)

Cada hombre que ha vivido, ha pecado, todos los hombres que están en la gloria han pecado, pero en Jesús no hubo pecado. El pecado separa de Dios; mas Jesús gozó de comunión inquebrantable con el padre porque no pecó. Ningún hombre puede decir que Jesús hablo, pensó, o soportó en forma pecaminosa.

Cuando uno ve la vida de Jesús, no puede hacer a un lado los milagros inexplicables y sobrenaturales que hizo, de hecho los milagros hoy en día constituyen las más grandes evidencias de que Jesús es el hijo de Dios.

Jesús hizo públicamente sus milagros para que puedan ser vistos por muchos testigos, los milagros

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