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Tema de La labor de una madre tiene consecuencias eternas


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2017  •  Apuntes  •  1.702 Palabras (7 Páginas)  •  226 Visitas

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“LA LABOR DE UNA MADRE TIENE CONSECUENCIAS ETERNAS”

MADRE 1: Ivory

HIJO RAÚL: Emiliano

JOVEN RAÚL: Carlos Rojo/ Héctor Medina

PERSONA EN LA BANCA: Teresita

AMIGO UNO: Oscar

AMIGO DOS: Luigi

AMIGA: 

MADRE 2: Aidee Meza

PADRE: Ing. Rivera

HIJA: Juliana

HIJO: Jerard

NARRADOR:

ACTO I

NARRADOR: La felicidad se respiraba grandemente en el hogar de Raúl. A su corta edad  cuan afortunado era por tener a su madre y disfrutar de su amor y sus cuidados. (Acto #1: Raúl sentado en el regazo de su madre viendo la biblia, silla cómoda o sofá o mecedora).

MADRE 1: (Muy emocionada)… Entonces David, a pesar de ser pequeño comparado con Goliat el gigante, armado de valor le dice: tú vienes a mí con tu espada, lanza, y jabalina…  mas yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de Israel a quien tú has desafiado.

HIJO RAUL: ¿Pero mama cómo es posible que David siendo pequeño haya tenido el valor de enfrentarse a un gigante?

MADRE 1: Mira mi amor a lo largo de tu vida tendrás muchos gigantes que enfrentar.

HIJO RAUL: ¿Qué? ¿Yo?

MADRE 1: En sentido figurado, los problemas y dificultades, días tristes, tragedias o miedos, todas esas cosas son gigantes en nuestro comino y tú deberás tener el valor para enfrentar todos esos desafíos.

HIJO RAUL: ¿Pero cómo voy a hacer eso?

MADRE 1: Siendo valiente, así como David que enfrento a Goliat y lo venció.

HIJO RAUL: Pero yo no soy valiente.

MADRE 1: Nosotros solitos no podemos vencer nada ni a nadie. Pero tomados de la mano de Dios si podemos. Quiero que te aprendas este versículo Isaías 41:10 repite conmigo:

“No temas porque yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios que te doy fuerzas, siempre se ayudare, siempre te sustentare con la diestra de mi justicia”.

Estas palabras guárdalas en tu mente y en tu corazón, y cuando las repitas sabrás que tu Dios y creador todopoderoso te ama y cuida de ti. No importan las circunstancias el siempre estará contigo.

HIJO RAUL: ¿Cómo puede estar conmigo? ¡No lo veo!

MADRE 1: No es necesario que tus ojos lo vean si los cierras y oras podrás sentirlo, vamos a orar (Pequeña oración). Ahora sí, es hora de dormir.

(Salen de escena)

ESPECIAL-

NARRADOR: Aquella escena fue la última que Raúl vivió al lado de su madre. El nunca supo en realidad como fue que su madre dejo de existir. Todo para él fue muy confuso: policías, un supuesto ladrón, personas que iban y venían… Los días pasaron y Raúl fue llevado a diferentes hogares adoptivos, pero se escapaba. Comenzó a vagar sin rumbo, a vivir como podía, en la calle.

(Raúl visiblemente vagabundo, ropa sucia y rota, deambula por las calles –bancas- pidiendo dinero)

HIJO RAUL: Oiga, podría ayudarme para un taco?

           -Disculpe… ¿me podría regalar un pesito?

           -Tendrá por allí algo que le sobre?

(Sigue pidiendo sin hablar mientras el narrador habla)

NARRADOR: Un niño cualquiera, de esos que abundan en los cruceros, esos que no inspiran confianza, sucios y osados, maltratados por todos, a la defensiva.

PERSONA EN LA BANCA (TERESITA): a ver hijo ¿Dónde están tus padres? ¿Por qué estas solo? ¿Qué edad tienes?

HIJO RAUL: Tengo _______ años. No tengo padres.

PERSONA EN LA BANCA (TERESITA): Y con quien vives? ¿Dónde?

HIJO RAUL: Vivo con unos camaradas, allá debajo de aquel puente.

PERSONA EN LA BANCA (TERESITA): No deberías estar aquí solo en la calle. Si quieres yo puedo llevarte a un lugar cristiano donde vivas y te consigan un hogar adoptivo.

HIJO RAUL: (Interrumpe) ¡Nooo gracias! No quiero regresar a esos lugares.

PERSONA EN LA BANCA (TERESITA): Pero este es un lugar diferente, es cristiano.

HIJO RAUL: ¡No! Yo ya no creo en Dios. Si el existiera mi madre estaría viva y yo estaría con ella. (Sale corriendo).

NARRADOR: Raúl albergaba demasiada tristeza en su corazón. No sabía cómo reaccionar ante el sufrimiento y el desprecio de los demás. No entendía porque había niños que lo tenían todo y el carecía de todo.

ACTO II

NARRADOR: Los años pasaron. Raúl ahora ya es un joven. Maltratado y carente de educación y recursos, su vida fue de continuo al mal.

(Entran Raúl y sus amigos tatuados y visiblemente pandilleros).

AMIGO UNO (OSCAR): Hey Raúl, ¿qué hay? ¿Cómo va el trabajo?

JOVEN RAUL: ¡Muy bien! Ya tengo visto donde daré el próximo golpe.

AMIGO DOS (LUIGI): ¡Invítanos!

JOVEN RAUL: No. Ya saben que yo trabajo solo. No me gusta compartir ni cargar estorbos.

AMIGA: ¿Y a mí?  ¿Me invitas?

JOVEN RAUL: No. A ti tampoco. El jale es algo muy serio para mí.  Además no me puedo arriesgar a que me agarre la policía. Soy demasiado astuto, debo seguir así solo así evito ser identificado. ¿Qué tal si agarran a alguno de ustedes y después me delatan?

AMIGO UNO (OSCAR): Chale, que no somos amigos? No confías en nosotros?

AMIGO DOS (LUIGI): Si es verdad, no cofias en nosotros?

JOVEN RAUL: LA amistad no se mezcla con los negocios mis chavos. Yo crecí solo y así seguiré.

AMIGA: Bueno pues ni modo, por lo menos repórtate en la noche, haremos una juntada y celebramos tus éxitos. Habrá mucho alcohol y drogas, ¡allá te esperamos!

JOVEN RAUL: ¡Claro! ¡Allí estaré!

(Se despiden al estilo cholo)

ESPECIAL-

ACTO III

(Se ocupara mobiliario mesa de seis sillas, platos, vasos, fruta en el centro de la mesa, una bebida, una olla y cucharon para simular que se sirve la cena).

HIJA: ¡Mama! ¡Ya llegue! ¿Donde están todos?

...

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