Una Obra Maestra De La Vida
08leslie22 de Agosto de 2014
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UNA HISTORIA MAESTRA DE LA VIDA
Me causa enorme orgullo participar en esta ceremonia singular, que simboliza nuestra fe a nuestra venerada Madre santa Inés.
Estoy contenta. Y siento que ustedes también lo están. Entonces las palabras que pronuncio en este momento, quiero que expresen los sentimientos de alegría de quien hace un buen tiempo una mujer singular y que hoy en día, su huella que dejo, se nos presenta como un reflejo de inspiración para la fe de nosotros los cristianos.
Estos momentos so agradables y muy conmemorativos porque es la oportunidad para siempre celebrar las acciones en favor de nuestro señor todopoderoso. Es una alegría impregnada que nos conmociona suavemente, propia de nosotras como inesinas, pues con estos actos la iglesia revive el misterio de santa Inés de montepulciano y el de su humilde vivir. Y reunidos así, como estamos felices, se percibe en este lindo lugar la acción inspiradora de todo buen cristiano.
Cristianos, si amáis el nombre de santa Inés, si amáis su gloria, si celebráis sus alabanzas, regocijaos en el señor. Solo así, nuestra vida tomara sentido. Asumiendo la obra que se propuso y que hoy estamos heredando de ella, de lo contrario seriamos muy tristes.
Una obra que constituye un orden de Paz, donde la Caridad y el amor es el resultado de toda una trajinada vida entregada a Dios con actos de sacrificio, sencillez y abnegación por ayudar al niño, al pobre, al anciano y a los ciegos.
Santa Inés de montepulciano, como no va a ser un ejemplo digno de alabar y venera. Su vida es todo un misterio religioso entregado al llamado de Dios.
Nuestra Santa Inés, nació en los días de 1274. Cuentan sus historiadores que desde su nacimiento se hizo notoria la presencia de la providencia divina. Cuando su madre estuvo trayéndola al mundo, toda la habitación se vio resplandecida con una luz tan blanca, que los que estaban cerca de ella se maravillaron por tan inaudito resplandor.
Desde pequeña hizo muestra de sus grandes virtudes, porque a pesar de haber nacido en medio de una familia acomodada económicamente siempre prevaleció su gran sencillez y humildad. Virtudes que la inmortalizaron y serviría de ejemplo para muchas generaciones.
Ella nació y creció como nosotros. Su niñez fue normal, pero pronto daría un giro distinto a cualquier persona común. En su niñez empezó a despertarse el deseo de llevar una vida entregada al señor por completo. Este parecer empezaría a cristalizarse cuando a su corta edad, con apenas nueve años, solicito a unas monjas de montepulciano que le vistieran el habito que llamaban el “el saco”. Este acto seria definitivamente la verdadera identidad con nuestro señor.
A partir de ahí, su vida toda una gestión de ayuda y oración. Era consciente, que la oración, era el dialogo directo con Dios y que por medio de ella el alma se regocijaba en amor, paz y comprensión. Se dice que rezaba decenas y centenas de ave María y padre nuestros y que constantemente ayunaba.
Ayudaba siempre a los demás y era bastante notorio que en cada obra que realizaba la humildad y sencillez eran de admirar. Sus virtudes empezarían a ser imitadas por todos cuanto la rodeaban. Sus fundaciones de conventos tendrían como base las huellas de santo domingo y tendría como ayuda espiritual a los dominicos.
Santa Inés ha sido la mujer que actuó como pensó, segura y leal a sus convicciones, precisamente así se sintió más plena frente a Dios, con mucha más riqueza interior y con mucha más responsabilidad.
Santa Inés fue la fe de ayer y es la fe de hoy y de mañana. Su nombre viene del griego que etimológicamente significa inocente, pura. Y así se consagro en cuerpo y alma al Señor.
Como vemos, su historia es maestra de la vid, es mas que una simple disciplina, es mas que el conocimiento de los hombres, es solo una hermosa palabra:¡
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