YO LO ALIMENTARÉ.

¿A CUÁL LOBO ALIMENTARÁS?

“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también

vuestro corazón.” Mateo 6:21

Compartamos este texto bíblico y una antigua leyenda muy conocida: “Un anciano indio Cherokee decía a su nieto: Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión. El nieto preguntó: Abuelo, dime ¿cuál de los dos ganará la pelea en tu corazón?, EL abuelo contestó: Aquel que yo alimente".

Todos, a lo largo de la vida hemos experimentando de todo un poco. Pueden ser, desvelos, sentimientos y resentimientos, experiencias gratas e ingratas, anhelos, cuentas bancarias, posición social, esfuerzos, sueños, frutos del trabajo….etc, El problema surge cuando desde el corazón se comienza a confundir las prioridades o a invertir los valores conforme a las conveniencias. Y los lobos pelean.

El anciano, sin duda, nunca escuchó hablar de Jesús y coincide plenamente con el evangelio. ¿Dónde hemos puesto nuestro corazón? Transversalmente, todo el evangelio nos alimenta del amor, del perdón y la misericordia en la palabra viva y el ejemplo de Jesús; por tanto a estas alturas de más de dos años, ya sabemos cuál es el lobo que debiera ganar en nuestros conflictos interiores.

Resueltas nuestras luchas, qué importante es presentarles el lobo bueno a nuestros jóvenes, que hoy están tan expuestos a lo superficial que puede conducirlos al vacío. Que ellos puedan decidir desde los valores que hemos transmitido y que ellos han internalizado. Con la palabra y el ejemplo incansablemente y de mil maneras, sigamos alimentando sus corazones claros, sin dobleces con sentimientos y prácticas de misericordia y de rectitud.

Que nuestra oración confiada llegue a Dios; sabiendo que el mismo Dios quiere ser la gran riqueza que atesoren nuestros niños y jóvenes de hoy..

Edith Astigueta

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