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LA MUERTE Y LA CIENCIA


Enviado por   •  14 de Mayo de 2018  •  Apuntes  •  1.158 Palabras (5 Páginas)  •  111 Visitas

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UNIDAD DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR TECNOLÓGICA, INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS[pic 1][pic 2]

CENTRO DE BACHILLERATO TECNOLÓGICO industrial y de servicios No. 1

Fresnillo, Zacatecas

NOMBRE: Joan Enrique Hernandez Esparza GRUPO: 6J

       

LA MUERTE Y LA CIENCIA

Revista VISION

por Mariano Grondona                                                                                                           01/11/1993, Buenos Aires, Argentina

 (...) los avances de la ciencia generan una esperanza inconsciente en el mundo actual: que sea posible, un día, derrotar a la muerte.

En esta perspectiva, la ciencia dejaría de ser un área de progresos sólidos y cotidianos para convertirse en un sustituto de las viejas religiones, que como todas ellas promete la inmortalidad.

Pero, ¿no es nuestra condición “mortal”  la que nos vuelve, precisamente, humanos?. Según Martín Heidegger en el Ser y el Tiempo, el ser humano es el único que sabe su muerte, que vive “hacia” ella. Este es su rasgo a la vez trágico y sublime. Porque sabe su muerte, porque vive en dirección de ella, el ser humano es capaz de generar la filosofía y el arte.

Pero al lado de este reconocimiento heroico de que ser “humano” es ser “mortal”, existe también el impulso de negar la muerte, de eludirla a través de subterfugios. Hemos intentado silenciar la muerte. Hemos querido amordazar su grito para que nos cale hasta el alma el verso de Gustavo Adolfo Bécquer (RIMA LXXIII). “Dios mío, que solos se quedan los muertos”. Este verso es un ejemplo que señala como la muerte es para cada persona el espectáculo de la muerte de los demás; la propia muerte es impensable y, además, inadmisible. Según Freud y la escuela psicoanalítica, en el fondo nadie cree en su propia muerte; en el inconsciente todos estamos convencidos de nuestra inmortalidad.

(...) la muerte es la contracara de la vida y que, al vivir, ya somos bastante viejos para morir. Desde esta perspectiva, las esperanzas de la ciencia o inclusive de las religiones en dirección de la inmortalidad podrán parecernos desmesuradas. De otro lado, sin embargo, para permitir que nuestra vida se agolpe en torrente, para darle impulso a nuestros sueños, necesitamos un horizonte sin fin. “Nadie es tan viejo, escribió Cicerón en De Senectute (Sobre la Vejez), que no espere vivir un año más”. Immanuel Kant decía que en cada uno de nosotros reina la sospecha, o la esperanza, de la inmortalidad. Sin ella, sería imposible esa lucha incesante por el perfeccionamiento en que nos empeñamos. Es a ella que nos remitimos al encomendar a los científicos la batalla contra la muerte.

Nos habitan, pues, dos tendencias. De un lado, somos invitados a aceptar filosóficamente nuestra condición mortal. Del otro, querríamos superarla. Ser hombre es vivir este conflicto. San Agustín aconsejó alguna vez: “Ora como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera ti”. Trasponiendo sus palabras, podríamos sugerirle al habitante de estas postrimerías del siglo XX que viva como si la vida no tuviera fin y que, a la vista del fin, sepa agradecer lo que fue, en el fondo, un maravilloso regalo.

I. Subraya la respuesta correcta:

1. El texto anterior apareció publicado en:  

A) una revista …

B) un periódico

C) un folletín        

D) un pasquín

2. Dado el tratamiento que se le da a la información que tipo de periodismo ejerce el autor:  

A) Periodismo Híbrido

B) Periodismo  Subjetivo

C) Periodismo Objetivo

D) Periodismo Mixto

3. Por sus características el texto anterior es:  

A) artículo de opinión

B) noticia

C) editorial …

D) reportaje

4. La idea principal del texto es:

A) Establecer una analogía entre la ciencia y la muerte

...

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