Agroindustria en sinaloa.

Universidad Autónoma de Sinaloa [pic 1][pic 2]

Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Publicas

Trabajo final: ensayo

Vanessa Yamileth Alvarez Castañeda

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Dr. Blas Valenzuela Camacho

Desarrollo Regional en América del Norte

Introducción

Desde hace mucho tiempo Sinaloa se ubica en la avanzada de la economía agrícola nacional. Primero fue con la caña de azúcar, luego con las hortalizas y ahora también con el maíz. Sin embargo, es una economía rica pero desequilibrada, dominada por su sector primario y con un hipertrofiado sector servicios. Así mismo hay evidencia de la fragilidad de sus procesos de modernización tanto porque se siguen fincando, en gran medida, en el saqueo de sus recursos naturales, en particular el agua, descuidando la sustentabilidad de su economía.

En este ensayo abordaré diversos temas relacionados con el impacto que la agroindustria ha tenido en Sinaloa, además de ello, hablaré sobre por qué es importante la agroindustria en nuestro estado, así como las ventajas que le traería para que pudiera ser un estado competitivo y traer diversos beneficios a sus ciudadanos, tales como el empleo.

Los estados del noroeste de México, en donde se ubica Sinaloa, históricamente han sido considerados entre los más destacados, y con mayor potencial para abastecer el país de productos agrícolas y alimentos procesados. De ahí la importancia que tiene estudiar a nuestro estado bajo esta temática, puesto que Sinaloa ha sobresalido por su actividad agrícola desde hace mucho tiempo. Para entender lo anterior, es necesario estudiar el periodo de

1970 a 1982, ya que después de este último año México cambió su política comercial.

Hablaré, también, sobre cómo ha sido el desarrollo industrial en nuestro estado a través de los años y cómo hace dos décadas nuestro estado prometía ser uno de los estados con mayor índice de agroindustrias con agroproductos independientes y de buena calidad.

También abordaré cómo el gobierno tuvo algo que ver en la desindustrialización que sufrió nuestro estado y cómo es que actualmente empieza a apoyar de nuevo a la industria y, a su vez, comienza a ponerle obstáculos, debido muchas veces a los procesos de corrupción que sufrimos no sólo en el estado, sino también en el país.

Para muchos investigadores las agroindustrias son aquellas que transforman productos primarios, es decir, insumos provenientes del campo para su consumo, como son la industria pecuaria, azucarera, aceitera, granos y cereales, textil basada en el algodón, papel, frutas y la forestal. De igual forma, por agroindustria también se podría entender aquella que fabrica tecnología para el agro, sin embargo, para la realización de esta investigación me basaré en la primera definición dejando de lado aquellas ramas que producen maquinaria, insumos y/o

equipo para la agricultura.

El objetivo central de esta investigación es analizar el surgimiento de industrial alimentarias (agroindustria) y el beneficio que trae estas al estado, más que la agricultura y otras actividades primarias, dar a conocer a la ciudadanía que Sinaloa alguna vez fu industrial. Fue en el periodo de 1970 a 1982, la agroindustria en el Valle de Culiacán tuvo un importante crecimiento que se reflejó sobre todo en una política pública favorable al desarrollo del sector industrial y en la constitución de nuevas empresas agroindustriales ligadas principalmente con la agrícola, seguido por la relacionada con el sector ganadero. Y ver como en realidad este tipo de proyectos agroindustriales podrían levantar económicamente al estado.

Desarrollo

Para algunos autores la importancia de la agroindustria reside en que aumenta el bienestar de la población al mejorar notoriamente los patrones alimentarios de las clases populares. Este objetivo pertenece al concepto de bienestar social que se desea para nuestro país, teniendo como finalidad una organización del trabajo, capitalización y modernización tecnológica tanto interna como externa del sector agropecuario para lograr un equilibrio entre el campo y la ciudad al elevar los niveles de vida de ambas poblaciones. Así pues, se considera que la agroindustria propicia un desarrollo más estable al abatir las presiones sobre los precios y sobre la balanza de pagos.

Para un país como el nuestro, que es gran productor de materias primas, la creación de agroindustrias es de suma importancia, pues esto permite darle mayor valor agregado a las materias primas, diversificar las exportaciones y generar con ello mayores posibilidades de empleo.

La tradición industrial se inició a través de las primeras industrias, las cuales surgieron en el siglo XIX. Pero a partir, de los años cuarenta del siglo XX, fue cuando la agroindustria se desarrolló, desde ese entonces ha sido la principal rama de la industria. De acuerdo con lo planteado en el Programa de Fomento Industrial del Estado de Sinaloa, 1985-1990, fue precisamente en los años setentas, en especial de 1970 a 1984, cuando Sinaloa inició un proceso fuerte de industrialización, reflejándose en el producto bruto del sector.

Algunos elementos que caracterizaron la economía nacional durante la década de 1970 fueron la inflación, la disminución de la producción agrícola, la baja en las exportaciones de los productos primarios, el incremento de los precios en los bienes de consumo de la población y de las materias primas industriales, así como la crisis monetaria internacional.

La industria harinera fue una de las actividades que se desarrolló en Sinaloa. Durante el comienzo de los años ochenta, existieron cuatro plantas harineras con una capacidad de molienda de 93,100 toneladas por año. De tal manera que para esos años la producción anual oscilaba entre los 300 y 400 mil toneladas, sobresaliendo seis empresas fabricantes de harina: tres en el norte: Harinera del Noroeste, Molinera del Fuerte y Molinos Mochis, dos en el centro: Harinera de Sinaloa e Industria Agrícola Marfil y una en el sur: Molinos Harineros

de Mazatlán. De igual forma, surgió en nuestro estado la industria extractora de aceite y

la industria elaboradora de pasta de tomate.

La primera de ellas se desarrolló hasta principios de los ochentas cuando surgen cuatro molinos, que en conjunto sumaron 270 mil toneladas por año, teniendo un porcentaje que equivalía a 43% de la producción estatal de oleaginosas.

En tanto que la industria de la elaboración de pastas de tomate, para 1982, tenía en Sinaloa ocho plantas funcionando, siendo solamente una de éstas la que había logrado integrar y diversificar su línea de producción.

 Actualmente ya son muy pocas las agroindustrias que hay en el estado, a pesar de todas  las ventajas que trae al estado como brindar oportunidades para generar nuevas actividades en zonas rurales y con ello crea nuevas opciones de empleo e ingreso en regiones de escaso desarrollo, Permitir fortalecer los procesos organizativos del campo, para incorporar a la población marginada esquemas de desarrollo, y con ello mejorar el nivel de vida en el medio rural, Así también, organizar una base para reducir pérdidas de productos perecederos y disminuir la actuación de agentes intermediarios en los procesos de comercialización. Otro aspecto importante que tiene la agroindustria es que ayuda a mejorar la calidad en el manejo de los alimentos, lo que contribuye a una mejor salud, así como el consentir la existencia de una gran variedad de alimentos en el transcurso del año.

La estructura económica de Sinaloa ha sido desde su desaceleración industrial iniciada en 1986 extremadamente débil, lo cual ha repercutido en bajos crecimientos económicos y en elevadas tasas de desempleo, es decir  poco después de tener todas industrias, estas fueron desapareciendo haciendo que Sinaloa pasara de un Sinaloa fuerte con actividades primarias y secundarias a un Sinaloa estancado en actividades primarias.

Lizárraga y Guerrero (2010) señalan que: para el año 2005, Sinaloa ocupó el lugar número 13 (con el 2.0% del total) en el ranking nacional de expulsión de población hacia los Estados Unidos, esta cifra equivaldría a 330,000 personas, aunque si se considera a los descendientes de segunda y tercera generación la cifra prácticamente se duplicaría, alcanzando las 650,000 personas.

 Sí la desaceleración industrial en Sinaloa ha afectado declinando radicalmente a su economía y en consecuencia expulsado a un número muy importante de la población estatal a Sinaloa le urge volver a sus muy importantes niveles de crecimientos tenidos durante los años ochenta, alcanzados gracias sobre todo al impulso manufacturero. Esos niveles serían ampliamente rebasados si sus diversos actores (productivos, procesadores y funcionarios de gobierno) además de sustentar a la industria estatal básicamente en el procesado de alimentos con agro productos sinaloenses por ejemplo si somos uno de los estados con más producción de tomate porque no hacer productos que se derriben de este como la cátsup, puré de tomate, salsas en igual de venderlo a los mercados internacionales y que ellos sean los que los procesen en esos productos y volver a comprarlos por un precio triple del que nosotros vendimos nuestros tomates.

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