Decreto supremo 28

Decreto supremo 28

Dentro de las normativas que rigen a las actividades de la Gerencia se encuentra el Decreto Supremo 28, que está vigente desde fines del año 2013 y se creó para regular las emisiones de ciertos gases por parte de las fundiciones de cobre y otras fuentes emisoras de arsénico.

El decreto tiene por objetivo proteger la salud de las personas y el medio ambiente en el territorio nacional, controlando los niveles de dióxido de azufre (SO2), arsénico (As) y mercurio (Hg) de las emisiones. Tales elementos forman parte de los concentrados de cobre y, al ser procesados en actividades de fusión y conversión, se liberan como partículas en fases líquida y gaseosa, aumentando su nivel de toxicidad.

Para elaborar la norma se consideraron distintos factores relevantes, entre los cuales se pueden encontrar criterios técnicos, económicos y sociales. En primer lugar, se evaluaron tres escenarios de captura y fijación de SO2 con diferentes porcentajes, de los cuales se seleccionó el de 95%, ya que presentaba la mayor eficiencia. Respecto a las emisiones por chimeneas de material particulado y SO2, se consideró la disponibilidad tecnológica existente para recuperar el material.

Con todo lo anterior, se establecen los límites anuales de emisión de azufre y arsénico, tanto para emisiones procesos unitarios de las fuentes emisoras como para las emisiones fugitivas de las mismas.

El artículo N° 3 establece los Límites de emisión anual para fundiciones existentes. Las fundiciones existentes no deberán exceder los siguientes límites máximos de emisión para SO2 y As por año calendario:

Simultáneamente, las fundiciones existentes deberán cumplir con un porcentaje de captura y fijación del azufre (S) y del arsénico (As) igual o superior a un 95%.

...