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Digestión mecánica y química en la boca

eliannethInforme15 de Febrero de 2016

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Dientes

     Los dientes son órganos digestivos accesorios localizados en las apófisis alveolares de la mandíbula y del maxilar. Las apófisis alveolares están cubiertas por las encías, que se extienden ligeramente dentro de cada alveolo. Las cavidades alveolares están revestidas por el ligamento o membrana periodóntica, que consiste en tejido conectivo fibroso denso que fija el diente a las paredes alveolares. (2)

     Un diente típico tiene tres regiones externas principales: la corona, la raíz y el cuello. La corona es la parte visible sobre el plano de las encías. En el alveolo se insertan entre una y tres raíces. El cuello es la porción estrecha que une la corona y la raíz cerca de la línea de las encías. Por dentro, la dentina forma la mayor parte del diente. Consiste en una membrana de tejido conectivo calcificado que le otorga a la pieza dental forma y rigidez. Es más fuerte que el hueso por su mayor contenido de sales de calcio (70% del peso seco). (2)

     La dentina de la corona está cubierta por el esmalte., que consiste principalmente en fosfato y carbonato de calcio. El esmalte es también más fuerte que el hueso por su contenido elevado de sales de calcio (alrededor del 95% del peso seco). En efecto, es la sustancia más fuerte del organismo. Sirve para proteger a los dientes del desgaste que se produce durante la masticación. También protege de desgaste que se produce durante la masticación. También protege de los ácidos que pueden disolver fácilmente a la dentina. La dentina de la raíz está cubierta por el cemento, otra sustancia similar al hueso, que fija la raíz al ligamento periodóntico. (2)

     La dentina de los dientes circunscribe un espacio. La parte más grande, la cavidad  pulpar, se halla por dentro de la corona y está rellena de pulpa, un tejido conectivo que contiene  vasos sanguíneos, nervios y vasos linfáticos. Extensiones estrechas de la cavidad pulpar, llamados conductos radiculares, corren a lo largo de la raíz de los dientes. Cada conducto tiene una abertura en la base, el foramen apical del diente, dentro del cual discurren vasos sanguíneos, conductos linfáticos y nervios. (2)

Digestión mecánica y química en la boca

     La digestión mecánica en la boca es el resultado de la masticación, en la cual los alimentos son manipulados por la lengua, triturados por los dientes y mezclados con la saliva. Esto los reduce a una masa blanda, flexible y fácil de deglutir denominado bolo. Las moléculas del alimento comienzan a disolverse en el agua de la saliva, una actividad importante porque las enzimas pueden actuar sobre aquéllas sólo en un medio líquido. (2)

     Dos enzimas, la amilasa salival y la lipasa lingual, contribuyen a la digestión química en la boca. La amilasa salival, que se secreta en las glándulas salivales, inicia la degradación del almidón. Los hidratos de carbono de la dieta son monosacáridos y disacáridos o polisacáridos complejos como el almidón. La mayoría de los hidratos de carbono que ingerimos son almidón, pero sólo los monosacáridos pueden pasar al torrente sanguíneo. De este modo el almidón y los disacáridos ingeridos deben degradarse a monosacáridos. La función de la amilasa salival es comenzar con la digestión del almidón desdoblándolo en moléculas más pequeñas como el disacárido maltosa, el trisacárido maltotriosa o los polímeros de glucosa de cadena corta llamados a-dextrina. Aunque los alimentos se ingieren demasiado rápido como para que todo el almidón se degrade en la boca, la amilasa salival actúa sobre el almidón durante alrededor de una hora, tiempo en el cual los ácidos estomacales la inactivan. (2)

     La saliva también contiene la lipasa lingual, secretada por las glándulas salivales de la lengua. Esta enzima se activa en el medio acido del estómago y de este modo comienza a actuar después de que los alimentos se degluten. Degrada los triglicéridos  de la dieta en ácidos grasos y diglicéridos. Un diglicérido  es una molécula de glicerol unida a dos cadenas de ácidos grasos. (2)

ESÓFAGO

     El esófago es un tubo muscular colapsable, de alrededor de 25 cm de longitud, situado por detrás de la tráquea. Comienza en el límite inferior de la laringofaringe y atraviesa el mediastino por delante de la columna vertebral. Luego pasa a través del diafragma por un orificio denominado hiato esofágico y termina en la porción superior del estómago. A veces, parte del estómago protruye por encima del diafragma a través del hiato esofágico. (2)

Histología del esófago

     La mucosa del esófago cosiste en un epitelio pavimentoso estratificado no queratinizado, la lantina propia (tejido conectivo areolar) y la muscularis mucosae (musculo liso). Cerca del estómago, la mucosa del esófago también contiene glándulas mucosas. El epitelio pavimentoso estratificado de los labios, la boca, la lengua, la orofaringe, la laringofaringe  y el esófago brinda considerable protección contra la abrasión por las partículas de alimento que se mastican, se mezclan con secreciones y degluten. La submucosa contiene tejido conectivo areolar, vasos sanguíneos y glándulas mucosas. La túnica muscular del tercio superior del esófago es musculo esquelético, en el tercio intermedio hay musculo esquelético y musculo liso y el tercio inferior presenta musculo liso. En cada extremo del esófago, la muscular se vuelve ligeramente más prominente y forma dos esfínteres: el esfínter esofágico superior (EES), que consiste en musculo esquelético y el esfínter esofágico inferior (EEI), que consiste en musculo liso. (2)

     El esfínter esofágico superior regula la progresión del alimento desde la faringe hacia el esófago y el esfínter esofágico inferior hace lo propio desde el esófago hacia el estómago. La capa superficial del esófago se conoce como adventicia, más que serosa, porque el tejido conectivo areolar de esta capa no está cubierto por mesotelio y se mezcla con el tejido conectivo de las estructuras del mediastino a través de las cuales pasa. La adventicia une el esófago a las estructuras que lo rodean. (2)

Fisiología del esófago

     El esófago secreta moco y transporta alimentos hacia el estómago. No produce enzimas digestivas y no cumple funciones de absorción. El esófago es un órgano de estructura tubular, formado por musculatura estriada en una porción y por musculo liso en otra porción del mismo. En cuanto a su fisiología, las ondas peristálticas del órgano permiten el paso de los alimentos a través de la luz del esófago, este proceso fisiológico es posible por la presencia de las ondas primarias y secundarias que transitan a través del plexo nervioso que inerva al esófago. (2) y (7)

FARINGE

     Cuando los alimentos se degluten, pasan de la boca a la faringe, un conducto con forma de embudo que se extiende desde las coanas u orificios de las fosas nasales, hacia el esófago por detrás y la laringe por delante. La faringe está constituida por musculo esquelético y revestida por mucosa y comprende tres partes: la nasofaringe, la orofaringe y la laringofaringe. La nasofaringe interviene sólo en la respiración, pero la orofaringe y la laringofaringe tienen tanto funciones digestivas como respiratorias. Los alimentos ingeridos pasan de la boca a la orofaringe y la laringofaringe: las contracciones musculares de estos segmentos ayudan a propulsarlos hacia el esófago de allí hasta el estómago. (2)

DEGLUCION

     Los alimentos se movilizan  desde la cavidad bucal hacia el estómago mediante el acto de tragar o deglutir. La deglución es facilitada por la secreción de saliva y moco y en ella participan la boca, la faringe y el esófago. La deglución se produce en tres fases: 1) la fase voluntaria, en la que el bolo pasa hacia la orofaringe; 2) la fase faríngea, el paso involuntario del bolo a través de la faringe hacia el esófago y 3) la fase esofágica, también involuntaria, en la que el bolo alimenticio pasa del esófago al estómago. (2)

     La deglución comienza cuando el bolo es forzado hacia la parte posterior de la cavidad bucal y la orofaringe mediante el movimiento de la lengua hacia arriba y hacia atrás con el paladar; estas acciones constituyen la fase voluntaria de la deglución. Con el paso del bolo a la orofaringe, comienza la fase faríngea involuntaria de la deglución. El bolo estimula a receptores de la orofaringe, que envían impulsos al centro de la deglución del bulbo raquídeo y en la protuberancia inferior. Los impulsos que regresan hacen que el paladar blando y la úvula se muevan hacia arriba para cerrar la nasofaringe e impedir la entrada de los alimentos y el líquido en la cavidad nasal. Además, la epiglotis cierra la comunicación con la faringe, lo cual evita que el bolo entre en las vías respiratorias. El bolo se desplaza a los largo de la orofaringe y la laringofaringe y una vez que el esfínter esofágico superior se relaja pasa hacia el esófago. (2)

     La fase esofágica de la deglución comienza cuando el bolo entra en el esófago. Durante esta fase, la peristalsis, la progresión de contracciones y relajaciones coordinadas de las capas circular y longitudinal de la muscular, impulsa el bolo hacia adelante. En la porción del esófago inmediatamente superior al bolo, las fibras musculares circulares se contraen, estrechan la pared esofágica y fuerzan el bolo hacia el estómago. Entre tanto, las fibras longitudinales inferiores al bolo también se contraen, acortan esta sección y empujan sus paredes hacia afuera para que pueda recibir al bolo. Las contracciones se repiten en ondas que empujan al bolo hacia el estómago. A medida que este se aproxima al extremo del esófago, el esfínter esofágico inferior se relaja y el bolo se mueve hacia el interior del estómago. El moco secretado por las glándulas esofágicas lo lubrica y reduce la fricción. El paso de alimentos sólidos o semisólidos de la boca al estómago dura entre 4 y 8 segundos; los alimentos muy blandos o líquidos pasan en 1 segundo, aproximadamente. (2)

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