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Ensayo Tecnologo

ekor15 de Noviembre de 2012

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Introducción

Solo hay que mirar a nuestro alrededor las profesiones que han contribuido a moldear nuestra sociedad son los científicos, ingenieros y administradores. Los primeros han suministrado el conocimiento, los ingenieros lo utilizan para diseñar sus obras y los administradores han organizado la mano de obra que ha llevado a la práctica dichos diseños.

Sin embargo estos nose sienten limitados ni inspirados por responsabilidades morales o sociales extra profesionales tales como la desocupación, la miseria, la iniquidad, la opresión, la guerra, la mutilación de la naturaleza, el desperdicio de los recursos naturales, ola degradación de la cultura por los medios de comunicaciones de masas. Participen o no en la generación de calamidades, la mayoría de los científicos, tecnólogos y administrares se lavan las manos y cierran los ojos al sufrimiento y a la miseria, el científico se siente libre de proseguir su investigación suceda lo que sucediere; el ingeniero, de ir adelante con sus proyectos sin que le importe qué o quién pueda desaparecer; y el administrador, de fomentar la producción o las ventas son ocuparse de las consecuencias para el prójimo.

Desarrollo

No hay nada que sea inherentemente malo en la ciencia, la ingeniería o la administración; por lo tanto no se trata de volver a la sociedad preindustrial. Pero puede haber mucho de malo en las metas que se hace servir a la ciencia, la tecnología o la administración, así como en alguno de los efectos colaterales que acompañan a la mejor de las meta. Si los fines son malos, como sucede con el genocidio, la opresión de grupos o naciones, la estafa a los consumidores, el engaño al público, o la corrupción de la cultura, entonces está claro que quienquiera que los sirva comete maldades aun cuando no sean sancionadas legalmente.

Toda ciencia pura es buena o al menos indiferente ya que, por definición, se ocupa sólo de mejorar nuestros modelos del mundo, y el conocimiento es bien intrínseco. En cambio, la tecnología se ocupa de la acción humana sobre cosas y personas. Esto es, la tecnología da poder sobre cosas y seres humanos, y no todo poder es bueno para todos. Basta pensar en la tanatología, o tecnología de la muerte: el diseño de estrategias y tácticas de agresión, de armamento y defoliantes, de campos de exterminio, etc. Todo esto es intrínsecamente malo según cualquier código moral excepto el de los asesinos de masa. Y cualquiera que sea el resultado colateral beneficioso, es muchísimo menor que sus efectos nocivos: la destrucción de vidas humanas, la desintegración de lazos familiares y de amistas, el aumento de la agresividad, la violencia y la insensibilidad, la mutilación del ambiente.

Por ser moralmente ambigua, la tecnología debiera estar bajo control en lugar de permitirse que se desarrolle sin trabas en beneficio de los grupos económicos o políticos que pueden pagarla. En otras palabras, es preciso tener el tecnólogo por responsable, no sólo técnica sino también moralmente, por todo lo que diseñe o ejecute. No sólo debe exigirse que sus artefactos sean óptimamente eficientes sino también que, lejos de ser maléficos, sean beneficiosos, y esto no sólo a la corta sino también a la larga. Y no se nos venga con el cuento de que sólo los agentes libres pueden ser considerados moralmente responsables, de modo que un técnico que actúe bajo ordenes es inocente; ésta fue, precisamente, la defensa de Adolf Eichmann. Si se le ordena hacer algo dañino, el tecnólogo es libre de rehusarse a acatar la orden; si es necesario puede renunciar a su puesto, o puede sabotear su propio trabajo, o puede combatirlo. Por supuesto que podrá ser castigado por desobedecer. Pero es parte del juego de la vida humana – de toda vida- en sociedad-en cualquier sociedad. Cuanto más responsable es un puesto, tanto más riesgoso es, pero también

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