Estado liberal y educación

El pueblo desde la visión positivista para la creación del estado moderno.

Estado liberal y educación

Para entender las prácticas sociales y los modos de vida que se expresan en la cotidianidad de la sociedad venezolana, debemos en un primer aspecto comprender desde una reflexión teórica, la evolución del sistema educativo venezolano desde la perspectiva colonial-capitalista y como dichas imposiciones desde en el marco Histórico-cultural han venido históricamente procreando una sociedad bajo estándares lineales apegado a las lógicas de la ciencia ilustrada a través de la imposición del estado liberal burgués, en este caso nos abocamos a investigar la influencia que tuvo la modernidad-colonial en la distorsión de la narrativa histórica en Venezuela y como a partir de la imposición de una historia atada a corrientes de pensamiento positivista, nos convirtieron en el “otro” autofundando desde occidente criterios e improperios de irracionalidad y falta de dominio y control social.

Todo lo antes expuesto obedece a una construcción configurada de un mundo lleno de engranajes y corporaciones que dentro de sus leyes sistemáticas suponen el orden armónico y lineal de los procesos secuenciales de un mundo polarizado y plutocrático definido por los discursos de imposición y superioridad enunciados desde occidente donde se determinan desde el poder las identidades sociales, los espacios de poder, los estereotipos, las formas de vida y los modelos de sociedad venezolana que históricamente han estado atados a las lógicas de configuración impuestas por la ciencia ilustrada de la matriz-colonial europea.. Solo basta ser un poco críticos para sumergirnos dentro de la realidad del sistema, crean leyes para cumplir, construyen lo otro desde la narrativa y la otredad como lo malo, lo que está fuera de su sistema, de este modo se alimentan y explotan los recursos y lo mas terrorífico nos colonizan, nos dominan y nos despersonalizan.

De este modo podemos ver como la uno de los dispositivos más utilizados por la ciencia ilustrada para imponer el racismo sin duda alguna lo representa la “escuela” porque es a través de la ella que la ciencia ilustrada afianza su aparataje sistemático de imposición encargándose de transmitir y/o reforzar una visión etnocentrica, e incluso racista por medio de formas de dominación epistémica que formalizan la circulación y afianzamiento de los ideales de razón, progreso y capital como un ejercicio de la razón ilustrada en todos los ámbitos de la vida humana que se muestran como modelo en los libros que se usan en las aulas para la formación de los sujetos.

En este sentido los signos y símbolos que representan las practicas socio-culturales que se develan de tales formaciones societales se configuran como practicas educativas y moldean en la formación educativa un tipo de ciudadano atado a una razón de estado-nación donde al educación se define nada mas como un producto de la construcción histórica de invisibilidad, racionalización y colonización originada por la diferencia colonial donde se gesticula las categorías que definen la matriz de la modernidad-colonialidad que como eje principal se comienza a vincularse al control del estado a través de los ámbitos Teorico-Metodologico formulando un estatus de control bajo la tutela de una educación positivista-colonial-capitalista que se expresara mediante la elaboración de enfoques pedagógicos abstractos y poco liberadores que solo se encausaban bajo las estructuras cognitivas-dominantes de los sujetos y los reformulaban bajo patrones de abstracción cognitiva y repetitiva;

En base a esto (Walsh, 2004) nos expresa que el ser humano en su educación está sujeto a la intencionalidad de otros agentes que “planifican” su educación desde lo lejano, desde lo extraño, con transposición, ciencia prestada, al igual que de técnicas, métodos y hasta instrumentos. Al mismo tiempo, es privado de la sistematización y fuerza de lo propio, de su raíz y esencia de lo humano para negarle su practicas irracionalizando su vida y haciéndole inconsciente de s fuerza creadora, para ser objeto de lo gestionario, copiado de modelos foráneos.

En este aspecto citando a Freire señalamos que este ejercicio del poder paternalista y vertical se encuentra estrechamente ligado a las relaciones sociales y culturales de dominación colonial opresor/oprimido. Las practicas que comienzan a desprenderse de tales acciones nacen con la intencionalidad de generar una praxis de conocimiento enajenada de las contingencias humanas y de las dinamicas territoriales del sujeto producto de su inscripción impoluta en la cúspide de la verdad autofundada como racional y la universalidad del saber engendrado a la partir del concepto paternalista de la filosofía europea fundada desde una matriz epistémica-cultural donde la educación se hace la referencia principal para consolidar y/o consagrar el colonialismo epistémico en America latina.

Comprendiendo esto podemos ver como en las formas de poder que se presentan en el acto educativo se busca dominar los procesos de producción, apropiación y regulación del conocimiento; todo esto orientado hacia la validación de los dispositivos implementados por el modelo cultural eurocentrista donde se justifica las prácticas raciales y la consecuente separación entre altas y bajas culturas para de este modo imponer los nuevos poderes de dominación sobre el cuerpo social observando muchas veces que los paradigmas que se asumen en muchos ámbitos académicos están sustentados en visiones y lógicas masculinas, clasistas, racistas y sexistas.

En este sentido desde el bagaje epistémico implementado en las sociedad venezolana por parte de la ciencia occidental podemos comenzar a observar la naturalización del conocimiento científico a través de la normalización de ciertas prácticas socio-culturales comprendidas desde las bases generales del estado-nación, dichos constructos se derivan de la necesidad de racionalizar toda acción imposición fáctica y simbólica en atención a la configuración y dominación de los cuerpos sociales por medio de la narrativa impuesta en las constituciones nacionales, los manuales escolares y de comportamiento y la gramática de Bello y la evangelización y alfabetización; Entendiendo de este modo que al hablar de racismo epistémico no solo se trata

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